Sofía Alcántara, una chica llena de traumas por su infancia difícil trata de lidiar con su vida diaria, sin embargo, por parte del trabajo tiene que viajar a un nuevo país, lugar donde conoce a un chico en un bar y terminan pasando la noche juntos, sin saber que se lo encontraría al día siguiente... ¡en su trabajo!
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El fin de un ciclo
"Lo más triste del amor es que no solo no puede durar para siempre, sino que la angustia se olvida pronto"
-William Faulkner
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Viernes. Hoy llegué antes de las 8 am al despacho, tuve que poner una alarma más temprano para poder organizarme con tiempo y no andar a las carreras, pues hoy era la segunda audiencia con la señora Mendoza. Me sentí agobiada desde que desperté, siempre me sucede cuando llevo casos de divorcio y estos están por finalizar. Supongo que de alguna manera me siento culpable por la culminación de estos, aunque sé que yo solo soy una parte mediadora, los culpables son las partes que conforman el matrimonio, que, en la mayoría de los casos, son los hombres. Casi el 40% de los divorcios que he llevado son por infidelidad por parte de ellos y un 25% tiene alguna clase de maltrato hacia las mujeres, el 35% restante se divide en tres: 20% infidelidad de las mujeres, 10% ya no se entienden y llegan al acuerdo mutuo de divorcio de manera pacífica, y únicamente el 5% la mujer es la que ejerce violencia hacia el hombre. Que a ver, mis porcentajes son bastante subjetivos, no es como que haya hecho alguna encuesta a nivel nacional acerca de los divorcios, hay muchos otros factores que están relacionados en la culminación de un matrimonio.
En lo que pensaba en todo lo que me ponía tensa, organizaba con cuidado toda la documentación que necesitaría en el juicio, para proceder meter todo en mi portafolio. El día anterior había organizado las cosas, pero nunca está de más revisar una segunda vez, solo por si a caso. Si no, aparte de la vergüenza que pasaría en el juzgado, también tendría que cargar con la culpa si llegáramos a perder por mi falta. A las 9 am me dirigí directa a tomar transporte para llegar a la cita con el juez para continuar el proceso del divorcio, hoy era la audiencia más importante, pues estaría presente el hijo de ambas partes para evaluar su situación psicológica y ver como queda la custodia, si tenemos suerte, solo bastará una audiencia y más y todo habrá terminado, si no, esto se seguirá alargando, y realmente no es tan factible.
A las 9:30 estaba subiendo las escaleras para entrar a la casa de justicia y cinco minutos después me llegó un mensaje de Marilyn diciendo que estaba por llegar.
Entregué la documentación con las autoridades correspondientes para hacer tiempo en lo que llegaban los demás y no retrasar tanto la audiencia.
No pasó mucho tiempo cuando divisé a Marilyn con su hijo y detrás de ella, su esposo y el abogado. Estábamos listos para entrar.
Ya adentro de la sala, tomamos asiento a la espera del juez.
Diez en punto este entraba y nosotros nos parábamos para saludar.
-Caso 33217 en la sala- mencionó el guardia
Después de que el juez se sentó, nosotros también lo hicimos.
-Inicia la sesión- dijo el juez mientras golpeaba con su martillo- Muy bien señores, esta es la segunda audiencia de este caso, y, para continuar, haré pasar a la psicóloga Martha López para que nos ayude con el proceso de hoy, por favor Iván- se dirigió al guardia como señal de invitar a la sala a dicha psicóloga.
El guardia se dirigió a la puerta para abrirla y en seguida entró una mujer de aproximadamente unos 35 años, alta, tez bronceada y cabello negro recogido en una coleta alta, se veía bastante presentable.
-Buenos días, su señoría y presentes, mi nombre es Martha López, y el día de hoy vengo en función de perito en psicología para hacer una evaluación durante la sesión
-La evaluación, sin embargo, primero es para el infante, así que les voy a pedir a los demás que salgan de la sala, y cuando terminemos, el guardia los hará pasar- dijo el juez
-Recuerda, cariño, no tengas miedo y estés nervioso ¿ok?, responde las preguntas que te hagan con sinceridad y yo volveré en un ratito- le dijo Marilyn a su hijo mientras se despedía de él con un beso en la cabeza
Salimos de la sala y esperamos, pero el tiempo parecía avanzar muy, muy lentamente. Todos estábamos tensos y nerviosos. Veinte minutos después salió Iván para avisarnos que ya podíamos pasar, así que entramos nuevamente.
-De acuerdo, señores, hay que recordar que, sin importar la situación, lo más importar es salvaguardar el bienestar de todos los menores de edad. Tuvimos una pequeña charla con Sebastián acerca de como se siente y que piensa al respecto de su separación, así como su perspectiva de cada uno de ustedes como padres. Primero que nada, ¿la parte demandante tiene alguna exigencia o solicitud?- preguntó el juez
-Sí, su señoría, mi clienta quiere alegar una pensión compensatoria de $10,000 mensuales en lo que consigue un empleo que le permita llevar el nivel de vida que el señor Duval le daba, así como pension compensatoria de bienes, ya que su matrimonio se basó en bienes separados. Aquí tengo unos documentos con la información de los inmuebles junto con sus respectivos precios ya evaluados por un experto- mencioné mientras le acercaba dichos papeles.
El señor juez hojeó los documentos que le di y después de unos minutos alzó la mirada nuevamente.
-Nos tomaremos un receso de diez minutos en lo que analizo los papeles.
Salimos de la sala tal como dijo el juez y nos sentamos.
-¿Estás loca? ¿$10,000 pesos mensuales?- dijo Ernesto- Aparte de quererme quitar las cosas también quieres que te mantenga ¿eh?
-Abogado, le voy a pedir que controle a su cliente, eso es hostigamiento, y sobre todo, en frente del niño- respondí
-Señor Duval, no empeore las cosas por favor, trate de mantener la compostura por el bien de su hijo.
Y al final, no le quedó más remedio que hacer caso, y se fue por un café en lo que nos llamaban nuevamente.
Al pasar los diez minutos, volvimos a entrar después del aviso de Iván.
-Se reanuda la sesión- golpe de martillo- con base a lo presentado y lo solicitado, en cuanto a la señora Mendoza, se le otorgará una pensión compensatoria de $7,000 pesos mensuales hasta que encuentre un empleo, luego se reducirá a $5,000 pesos mensuales, y se extenderá durante dos años, pero si llega a contraer nupcias antes de este tiempo, se suspenderá la pensión, esto siguiendo los artículos 279 y 281 del Código Civil de Nuevo León, además de permanecer en la propiedad actual donde residen como pensión compensatoria patrimonial que dicta el artículo 288 del mismo.
Ahora, siguiendo el principio del interés superior de la infancia y según los artículos 416 y 417 del Código Civil Federal de nuestro país, la guardia y custodia del menor se le otorgará la señora Marilyn Mendoza Gutiérrez, ya que el señor Ernesto Duval viaja constantemente por períodos largos y no podrá hacerse cargo del pequeño como debe, en cuanto a la patria potestad es para ambos padres, lo que significa que no se le puede negar la visita al padre, si no pueden ponerse de acuerdo para los días en que el niño verá al señor Duval, tendrán que solicitar a un juez para que lo decida, y ya que Sebastián vivirá con su madre, respetando el artículo 311 del Código Civil de Nuevo León, el señor Duval deberá pasar una pensión alimenticia para el niño de $12,000 pesos mensuales hasta que cumpla la mayoría de edad, después pueden llegar a un acuerdo sobre como solventarán sus gastos si sigue con sus estudios, o, de lo contrario, prefiere algún oficio- golpe de martillo- se levanta la sesión
El juez salió de la sala y Marilyn se levantó de golpe abrazándome mientras lloraba.
-Muchas gracias, abogada, de verdad, no sabe cuanto le estoy agradecida por todo lo que hizo por nosotros-dijo Marilyn mientras se despegaba de mí
-Hice lo que debía, Marilyn, usted y su hijo merecen ser felices juntos- respondí mientras le tomaba las manos- y a ti, pequeño- me dirigí a Sebastián- espero que seas un niño obediente y crezcas muy bien
Ambos me miraron y luego se abrazaron fuerte, y por un instante, se me pusieron los ojos vidriosos.
-Tienes lo que quieres, solo espero que me permitas ver a mi hijo, es todo lo que pido- dijo el señor Duval a Marilyn
-Descuida, tampoco soy un monstruo, al fin y al cabo, siempre me hará feliz la felicidad de mi hijo, eres su papá y te quiere, no voy a quitarle eso- le respondió, y con eso zanjó la discusión y comenzó a caminar hacia la salida con su pequeño. Me despedí de mi colega y me encaminé a la salida igualmente.
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Fue una mañana agotadora, y como apenas eran las 12:30, me dirigí nuevamente al despacho, aún quedaba trabajo por hacer.
Cuando llegué a mi oficina, revisé mi correo y vi que ya tenía una respuesta sobre la audiencia con el juez para el caso de Victoria, así que le mandé un mensaje para notificarle que la vería el día martes de la siguiente semana a las 11 am en La Casa de Justicia. Igualmente, una notificación de la página gubernamental donde me daban la cita para iniciar el trámite del pasaporte junto con una lista de los documentos necesarios que debía presentar en dicha cita, al parecer sería el lunes de esta semana que viene a las 12 pm.
Y así, se me fue el resto del día en la oficina, haciendo las diligencias pertinentes y dejar todo organizado, mañana sábado tendría que ser un día tranquilo y no quería estar saturada de cosas que bien puedo hacer hoy.
Cuando revisé la hora, ya pasaban de las 5 pm, que rápido pasa el tiempo cuando uno se concentra. Así que guardé mis cosas y me dispuse a ir directa a casa de nona, tenía planeado quedarme a dormir, así que no había prisa.
Más tarde, en casa de mi abuela, nos quedamos platicando por horas como de costumbre, pero sin darnos cuenta, la plática dio un giro inesperado.
-Abuelita, ¿por qué no te volviste a casar?- pregunté con curiosidad
-Ay, hija, hace tanto tiempo que dejé de necesitar la compañía de alguien más que no fueras tú
-Pero enviudaste hace más de 25 años, abuelita, ¿nunca te volviste a enamorar?
-El amor que le profesé a tu abuelito, que en paz descanse, fue un amor hermoso e inconmensurable, jamás volví a sentir nada igual por ningún otro hombre
-¿Pero lo intentaste? ¿O simplemente no te diste la oportunidad?
-Hubo una vez que conocí a un hombre, muchos años después de que mi Juan falleciera, era alto y de tez clara, tenía ojos azules y también muy guapo, nos conocimos en una clase de danza, y nos volvimos pareja de baile, así que comenzamos a sentirnos atraídos el uno con el otro...
-Espera, ¿estuviste en clases de baile? ¿De qué tipo?
-Eran clases de salsa- dijo mientras reía
-De acuerdo, de acuerdo, puedes proseguir con tu historia abuelita
-¿En qué me quedé? ¡Ah! Ya recordé, te decía que comenzamos a sentir cosas hacia el otro, y un día, él me invitó a cenar, así que acepté, pero en medio de la cena, me di cuenta de que no congeniábamos en nada, era muy distinto a tu abuelito, así que le agradecí la cena y me retiré, además, dejé de ir a las clases
-Espera, ¿lo dejaste en medio de la cena?
-Lastimosamente, sí, me fui a mitad de una plática, cuando caí en cuenta de que en realidad no era lo que yo esperaba, simplemente decidí irme
-Pero no le diste una oportunidad, abuelita
-Cuando conocí a tu abuelito, la conexión fue inmediata, no necesitamos un día para darnos cuenta de que éramos el uno para el otro, por eso es que supe que no había futuro con el susodicho, y sufrí tanto cuando mi Juan se marchó de este mundo, era mi compañero de vida, pero el destino no lo quiso así
-¿Estuviste mucho tiempo de luto?
-Me gustaría decir que sí, pero aún estando tan enamorada, el dolor cedió ante el tiempo, y al paso de los años, no lo olvidé, pero guardé su recuerdo en mi corazón y lo dejé ahí, como uno de los tesoros más valiosos de mi vida.
Esa noche me quedé pensando en lo que me dijo mi abuelita, supongo que, ni el recuerdo más latente, permanece eternamente.
