LAZOS DE SANGRE

Ya habían pasado dos años de casados Federico y Asela, Asela dejó de cuidarse con métodos anticonceptivos, deseando poder tener un hijo con su amado, ya que al sentir que estaban estables y Federico tener a su lado a Arturo que ya llevaba unos meses en su empresa y se estaba volviendo su mano derecha en esta, podía tener la oportunidad de apoyarla más y cuidarla para llevar un buen embarazo, tranquilo.

A los pocos meses su esposo cumpliría 24 años y ella pensaba hacer una fiesta para celebrar, lo amaba mucho y al sentirse amada, apoyada, motivada y segura, quería mostrarle cuanto lo amaba también, así que organizaría una fiesta en su casa. Faltando unas semanas para la fiesta, Asela empezó a sentirse mal de su estómago, por las mañanas se levantaba con náuseas, en el trabajo había vomitado varias veces, también se mareaba fácilmente cuando no comía a tiempo, así que estando casi segura de la razón fue al médico, acompañada de Sira.

¿Y bien doctora, qué tiene mi amiga?, estamos ansiosas por saber, dijo Sira emocionada, la doctora abrió el sobre y empezó a leer.

Mmmm, sus sospechas son correctas, está usted embarazada, vamos a llevarle a otra ala del hospital para hacerle un ultrasonido y verificar la condición de su hijo.

Sí, sí vamos, dijo Asela muy emocionada.

Miren aquí, este punto que se ve aquí es su hijo, tiene aproximadamente 7 semanas, hasta el momento todo se ve bien, vamos a recetarle vitaminas y dar algunas instrucciones, en cuanto a sus malestares, le daré algo para calmarlos un poco, estos desaparecerán en pocos meses.

Muchísimas gracias doctora.

En un momento le daré una copia de las imágenes de su bebé.

Después de la consulta, Sira y Asela se fueron a comprar una caja de regalo, colocaron un juego de corbata, con pañuelo de bolsillo, clip de corbata y gemelos, acomodo en la caja de regalo la hoja del resultado médico doblado dejando a la vista la parte que decía positivo, encima de este la foto del ultrasonido y sobre todo estaba el paquete de la corbata y lo demás, se lo dio a Sira para que se lo llevará, no quería que Federico lo encontrará antes de la fiesta.

Al regresar a su casa estaba que no cabía de la emoción, al grado que era notable para todos los que la veían. Al regresar Federico la encontró en la puerta, lo recibió con un abrazo y un largo beso, él la abrazó y giro con ella en sus brazos.

¿A qué debo este recibimiento tan cariñoso?

Que me siento feliz y dichosa de tenerte a mi lado.

Mmmm, ¿segura?, dijo dudoso.

Sí… bueno también a que en unos días es tu cumpleaños y recibirás un regalo muy especial ese día.

¿Qué me vas a dar?

No coma ansias, señor Milleren, que hasta ese día recibirá su regalo, si no, no será sorpresa.

Está bien, esperaré, mientras podemos empezar a celebrar, dijo besándola apasionadamente.

Federico la llevo a su habitación, la empezó a besar con pasión y lujuria, se amaban y esos momentos en que se volvían uno, eran los que más disfrutaban al final de la jornada laboral, Asela lo jaló al baño, donde entre caricias y el agua hicieron el amor, luego salieron y en la cama continuaron por otro rato, hasta que el estómago de Asela empezó a hacer ruido, ya que tenía hambre. Los dos se vistieron y bajaron a cenar, ya estaba todo listo para que disfrutaran de lo que ella había pedido para esa noche.

Los días que siguientes fueron de mucho estrés para Asela que sentía que no llegaría a la fecha de la fiesta para darle la sorpresa a su esposo, a su vez estaba preparando todo para una pasarela que sería esta vez en el salón de uno de los hoteles más prestigiosos de la ciudad, ya que en el edificio donde tenían un salón y hacían anteriormente las pasarelas, no alcanzaba para albergar a toda la gente que estaba en la lista de invitados a dicho evento.

El día de la fiesta de cumpleaños de Federico por fin llegó, Arturo lo llevo a su departamento para que se cambiaran y llegaran listos a la casa de Federico, para el festejo, donde todos los esperaban para dar inicio, Federico al ver a sus familiares, amigos, algunos socios, y gente cercana, agradeció por estar ahí con ellos para celebrar sus 24 años. Fue pasando por los abrazos y buenos deseos de los presentes hasta llegar a su amada esposa que lo esperaba con su regalo en mano, le dio un casto beso y tomo la caja de 15X15 cm.

Muchas gracias mi vida, por esta hermosa celebración, te amo.

Yo también te amo, pero quiero que abras tu regalo.

Pero los regalos se abren al final y apenas estamos comenzando, dijo Federico a su esposa regalándole una hermosa sonrisa.

Lo sé, pero este es un regalo muy especial y merece ser visto desde el inicio, el curioso por ver que era quito el lazo que mantenía cerrada la caja, lo retiro y quito la tapa viendo un hermoso kit de corbata, la miro como diciendo esta hermoso.

Hay más, busca que más tiene tu caja de regalo, el alzo el paquete y vio la foto, pero no entendió, así que la volteo a ver.

¿Qué es esto?, al alzarlo vio otro papel que decía positivo y ahí entendió.

¿Es… es lo que estoy pensando?

Sí, estamos embarazados, dijo ella con la voz quebrada.

Amor, muchas gracias, soy inmensamente feliz, te amo, te amo, la abrazo y la beso, estaba muy feliz.

VOY A SER PAPÁ, grito para que todos sus invitados lo escucharán, todos aplaudieron y nuevamente lo empezaron a felicitar, pero esta vez las felicitaciones también eran para su esposa.

Esta es la mejor fiesta de cumpleaños en mi vida, gracias, amor por esta bella sorpresa, gracias por ser parte de mi vida y estar a mi lado, te amo muñeca, te amo.

Federico disfrutó de su fiesta que tenía doble motivo de celebración, su cumpleaños y la noticia de la llegada de su bebé; los padres de ambos estaban muy felices, después de tanto esperarlo, por fin los harían abuelos, podrían  tener un pequeño en casa al que consentir y con el que jugar. Todos se encargarían de cuidar y ver por el bienestar de Asela, para que ese embarazo fuera lo más tranquilo y sin riesgo posible.

Por la noche Federico abrazo a su esposa colocando su mano sobre el vientre de ella, hablándole a su hijo y diciéndole cuanto lo amaba y que lo cuidaría con su vida, que sería la razón de sus desvelos, así como de sus más grandes alegrías, Asela se sentía feliz de ver cuan ilusionado estaba su esposo con la llegada de su primer bebé.

¿Qué te gustaría que sea mi amor?, dijo Asela viendo a los ojos a su esposo.

No importa si es niño o niña, por ser nuestro, el fruto de nuestro amor, lo amaré con todas mis fuerzas, así que sea una nena o un niño, será bienvenido.

Tienes razón mi vida, lo importante es que llegue sano, que lo demás no importa, lo amaremos mucho.

Te amo, gracias por este regalo, fue el mejor de toda esta noche, el mejor de mi vida, este cumpleaños lo recordaré siempre.

Lo sé, yo también lo recordaré como uno de los mejores, porque estoy segura de que el mejor, será cuando nuestro hijo haya nacido y este en tu siguiente cumpleaños, dándote el primer abrazo del día, antes de ir a trabajar o bajar a desayunar.

Eso es muy cierto, te amo.

Yo también.

Al otro día no laboraban por ser fin de semana, así que se quedaron en cama hasta tarde, querían descansar por el cansancio de la fiesta del día anterior y para que su esposa estuviera bien, Federico había pedido que les tuvieran el desayuno para cuando les avisará, al despertarse su esposa le llevaron la charola con sus desayunos y estando en cama comieron.

Federico le hizo saber su preocupación por su embarazo y que deseaba que no se esforzará demasiado durante la jornada laboral, por lo cual le mandaría alguien que le ayudará, que, además, le enseñaría a hacerse cargo para que cuando el bebé naciera, ella pudiera pasar su cuarentena sin preocuparse por el trabajo y ella se dedicará al 100% a su bebé. Ella no quería al inicio, sin embargo, entendía su preocupación, era su primer bebé y quería protegerlos y cuidarlos, sabían que en todo embarazo había riesgos y que el estrés del trabajo podía causar problemas.

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