El Despertar De La Pasión

Aurora tomó el manuscrito y la tarjeta y fue a la oficina de Ricardo para contarle lo sucedido.

Tocó la puerta y se escuchó la voz de Ricardo pidiendo que pasará.

Aurora entró a la oficina, estaba realmente nerviosa. Ricardo se le acercó y le pregunto.

- Amor ¿Te ocurre algo?

- Si - le dijo mientras le entregaba todo para que él lo revisara.

El tomo el manuscrito y la tarjeta, mientras ojeaba las cosas escuchaba lo que le contaba Aurora.

Todo esto puso también nervioso a Ricardo. Pero se controló para darle tranquilidad a Aurora.

- Amor, no te preocupes. Estoy contigo, no pasa nada.

Beso a Aurora con ternura. Y la abrazo para tranquilizarla.

Ella se fue a su oficina, le pidió a Verónica que se desechara de las flores y se puso a trabajar en los demás manuscritos que tenía en el escritorio.

Mientras Ricardo, hablaba por teléfono con James, un viejo amigo que era policía para ver cómo podía ayudarlo.

- Ricardo, tienes que mantener la calma. Lo que me dices no es prueba aún de algún delito. - le dijo la voz del otro lado de la línea.

- Pero no puedo estar tranquilo. Por favor en lo que puedas ayudarme, te lo agradecería.

- Haré una investigación por mi cuenta y te mantendré al tanto.

- Gracias James, me quedo un poco más tranquilo. - dijo y colgó la llamada.

Luego entro una llamada al teléfono de la oficina. Era su padre para decirle que tenían una reunión muy importante. Que se verían en la sala de juntas.

Ricardo confirmó y colgó, para llamar a Aurora y decirle que no podrían salir a cenar porque tenía una reunión y no sabía a qué hora terminaría.

- Está bien amor, no te preocupes. Nos vemos en la casa. Te amo.

- Yo también te amo. - se despido Ricardo y colgó.

Se hicieron las 7 pm y Aurora tomo su abrigo y su cartera y salió a tomar un taxis en dirección a su antigua casa.

Se sentía un poco incómoda, como si alguien la vigilará. Miraba en todas direcciones, pero no había nadie en la calle.

Llegó el taxi, ella subió y fue a su casa. El viaje fue rápido. Pago y se bajó. Entro a su casa. No podía creer como había cambiado su vida en tan solo un par de semanas.

Busco un par de maletas. Guardo varias cosas importantes que necesitaba. Estaba terminando de guardar todo cuando sonó el timbre, Aurora fue a abrir la puerta y encontró caja en el piso de la entrada. Miro a todos lados, pero no había nadie. Tomo la caja y a abrirla encontró otra caja en forma de corazón

Aparte de la dedicatoria que tenía caja, también traía una tarjeta que decía

"Bienvenida a casa, te extrañé"

Firma "Pluma Enamorada"

Aurora soltó la caja, y empezó a temblar. No encontraba su teléfono para llamar a Ricardo para que la fuera a buscar, estaba realmente asustada, hasta que lo encontró en su cartera y justamente la estaba llamando Ricardo.

- Hola!!, amor ¿dónde estás? Llegue a casa y no estabas.

- Ricardo por favor ven a buscarme a la casa lo más rápido posible. Te enviaré mi ubicación por mensaje.

- Amor, ¿qué pasa? - pregunto Ricardo comenzando a preocuparse.

- Llego un paquete y es de ese tipo. No sé cómo sabe mi dirección, por favor ven. - le decía Aurora sumamente asustada.

- Tranquila, amor, cierra puertas y ventanas. Ya voy en camino. - colgó y salió corriendo a casa de Aurora.

Ricardo manejaba a toda velocidad hacia la dirección que le había enviado Aurora. Pensaba ¿Quién era ese loco que estaba acosando a su esposa? ¿Cómo pudo saber su dirección?

Llegó, se estacionó afuera y bajo corriendo hacia la puerta, tocaba y llamaba a Aurora insistentemente mientras gritaba

- Aurora, Aurora, ábreme, ya estoy aquí.

Ella abrió la puerta y salto a abrazar a Ricardo mientras lloraba muy asustada.

- Gracias a Dios llegaste, llévame a casa.

- Tranquila, amor. - pasan y cierran la puerta. Ya un poco más calmada Aurora le enseña la caja y la tarjeta a Ricardo. Este llama a su amigo policía y le cuenta todo.

Termina de hablar con él y le dice a Aurora, que ya su amigo va a empezar a investigar quién está haciendo todo esto.

Toma las maletas y las sube al carro, mientras Aurora sube del lado del copiloto.

Arrancan en dirección a casa. Sin darse cuenta de que muy cerca en la oscuridad hay alguien observándolos con furia y celos en los ojos.

Se queda observando como se alejan del lugar. Mientras aprieta fuertemente sus manos.

Luego sé un rato, llegan a la casa de Ricardo. Entran y él le dice a Aurora que suba a la habitación, que el le va a preparar un té para que se relaje y pueda dormir.

Ella asiente y sube. Va al baño, se quita la ropa, se da un baño y luego sale en pijama preparada para tomar el té que Ricardo le acababa de subir para tratar de dormir.

- Aurora, toma este té, te ayudará a calmarte y a dormir.

Aurora se toma el té y se recuesta en la cama. Mientras Ricardo la acaricia ella se queda total dormida.

Ricardo se levanta con mucho cuidado para no despertarla y sale de la habitación, toma su celular y llama a James, su amigo policía para pedirle que por favor si le puede recomendar un guardaespaldas para su esposa.

Él le dijo que si, que mañana lo visitaría en su oficina para hablar mejor y llevaría a la persona que sería el guarda espaldas de Aurora.

Colgó la llamada, metió las manos en sus bolsillos y se quedó mirando por la ventana dándole vueltas al asunto en su cabeza.

- ¿Quién será el demente que está detrás de mi esposa? ¿Tiene que ser alguien que la conoce bien, para saber su dirección? Te voy a encontrar antes que vayas a hacerle daño a mi esposa. Se decía todo esto para sí mismo.

La mañana siguiente Aurora ya estaba más calmada. Los 2 empezaba su día con dulces besos, mientras terminaban de arreglarse para ir a trabajar.

- Aurora, hoy no quiero dejarte como ayer a 2 cuadras lejos de la oficina. - le dijo Ricardo con expresión sería. - No quiero que esté sola en ningún momento hasta que no resolvamos este asunto.

- Amor, no quiero que nadie separa de nuestro matrimonio aún. Además, solo pasaré por la cafetería de mi amigo Julián y seguiré a la oficina, no creo que ocurra nada a plena luz del día.

- Está bien amor. Pero igual te informo que hoy voy a entrevistar a alguien para que sea tu guardaespaldas. No me quiero arriesgar. - le dijo Ricardo mientras la abrazaba. - Eres lo más preciado para mí.

Ella lo abrazo fuertemente y le dijo

- Gracias por tanto amor - luego se dieron un apasionado beso. - Amor, paremos o no vamos a salir a trabajar hoy.

- Yo no me molestaría quedarme contigo todo el día en la cama dándonos amor. - le dijo Ricardo con una sonrisa pícara.

- Jajajaja!!! Eres un pícaro. Pero aunque la oferta es muy tentadora, no podemos. Mejor lo dejamos para el fin de semana.

- Lo que mi bella esposa diga.

Salieron de la caja y subieron al automóvil rumbo a la editorial.

Igual que al día siguiente, Ricardo dejo a Aurora antes de llegar a la oficina. Pero está vez la dejo frente a la cafetería.

Ella se guitó el cinturón de seguridad y le dio un tierno beso.

- Nos vemos ahora jefe, recuerda que te amo.

- Yo también te amo. Por favor cuídate mucho. Cuando llegues pasa a mi oficina para saber que llegaste bien.

- Así lo haré. - dijo Aurora, y se bajó.

Aurora entra a la cafetería y mira a Julián, que hoy está un poco extraño, no está sonriente como todos los días. Se acerca a él y lo saluda

- Hola Julián, buenos días - le dice con una gran sonrisa.

- Hola - respondió secamente.

- ¿Te ocurre algo? - pregunto Aurora.

- No, Aurora. ¿Alguna vez te has preguntado si conoces a las personas de verdad?

- La verdad es que no.

- Mmmm, ya veo - le dijo con tono sería Julián. - ¿ Tienes algo de tiempo? Quiero hablar contigo.

Aurora mira la cara de Julián y se preocupo de que su amigo estuviera así, luego miro su reloj y vio que aún tenía algo de tiempo. Y le dijo

- Si claro.

- Bien, pasa a mi oficina. - le dijo señalando a una puerta al fondo.

Aunque Aurora y Julián se conocían desde la universidad y desde que abrió su café cerca de la editorial ella nunca había entrado a la oficina de Julián.

Era pequeña, pero hermosa y acogedora.

- Pasa - le dijo Julián, abriendo la puerta y dándole el paso con caballerosidad.

Ella entró, y detrás de ella Julián cerrando la puerta.

- Cuéntame Julián, ¿tienes algún problema? Somos amigos y estamos para apoyarnos.

Mientras Aurora hablaba, Julián se le acercaba lentamente a Aurora y le tomo las manos para luego decirle.

- Aurora nos conocemos desde hace ya muchos años, y desde que te Vi la primera vez en la universidad me enamora de ti, pero nunca tuve el valor de decírtelo hasta ahora.

Esta confesión dejo a Aurora en shock. No sabía que decir.

- Sé que esto te cae de sorpresa, pero si aceptas mi amor te juro que te haré muy feliz.

Aurora se suelta de las manos de Julián, y retrocede unos pasos.

- Julián, de verdad estoy muy honrada por tus sentimientos, pero siempre te he visto como un gran amigo. No puedo corresponderte.

La expresión de Julián paso de ser tranquila a volverse oscura.

- ¿Por qué? Tú no tienes novio. Nunca has salido con nadie. Si solo me das una oportunidad te juro que no te vas a arrepentir. - le dijo mientras se acercaba más y más a ella hasta ponerla contra el escritorio.

Ya Aurora se estaba poniendo más y más nerviosa, y poniendo las manos en el pecho de Julián para que no se acercará más le dijo.

- Es verdad, no tengo novio, pero si estoy casada.

Los ojos de Julián se abrieron como 2 platos, el asombro de su cara no se podía ocultar.

Aurora lo empujó suavemente para alejarlo de ella. Pero el de repente reacciono y la tomo por los brazos y la sacudía mientras le preguntaba.

- ¿Cómo que te casaste?, ¿Con quién? ¿Cuándo?

Aurora lo empujó y él cayó sentado en la silla detrás de él. Aurora caminó rápidamente a la puerta y se volteó y le dijo nerviosa.

- Me casé con mi jefe hace 2 semanas. Y está situación entre tú y yo paso los límites. Será mejor que ya no nos vemos más.

Dijo Aurora, se dio la vuelta y salió de la oficina. Mientras Julián explotaba de furia y tiraba todo lo que tenía en su escritorio mientras no dejaba de maldecir a Aurora y a Ricardo.

- Esto no se va a quedar así Aurora, tú eres mía y solo mia.