Mi vida siempre fue estar en un internado religioso, tanto que creí que mi vida estaba destinada a ser una monjita después de todo era la única vida que conocía pero el destino o Dios tenían algo preparado para mí muy distinto a lo que pensé que sería.
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Algo diferente
No se porque no dejaba de pensar en el era una sensación deferente cada que lo tenía cerca sentía mariposas en el estómago. Por fin logré dormir tenía que levantarme temprano ya eran las seis de la mañana ya me había puesto mi hábito. Me presenté en el consultorio del doctor Fernando me pidió que le llevará lis expedientes de los pacientes que se atenderían ese día todo transcurrió normalmente, así pasaron las semanas yo siendo su asistente. Ya se iba a llegar mi cumpleaños número 16, mientras estábamos en la cafetería con la hermana Teresa hablamos del regreso al convento ya que serían la siguente etapa para la preparación religiosa como para seguir con los estudios avanzados de enfermería, pero antes de esto nos darían dos semanas libres del convento y del hospital yo no sabía a dónde iría ya que no quería volver a la casa de mis padres así que le dije ala hermana Teresa que si me podía quedar en su casa esa semana sus papás vivían muy cerca del hospital en la ciudad de Morelia ya que ahí nos encontramos ella me dijo- no te preocupes mus padres te aceptarán con mucha agrado, luego llegó el doctor Fernando y Esteban nos preguntaron que haríamos en esas dos semanas de vacaciones yo no sabía que contestar, yo sabía que la hermana Teresa traía algo con el doctor Esteban pero no sabía que era la hermana Teresa dijo-Que sería mi cumpleaños en unos días necesitamos festejar y que conociera la ciudad así que el doctor Esteban nos invitó a un restaurante. Llegó el día de mi cumpleaños estábamos en la casa de la hermana Teresa nos encontramos solas ya que sus padres tenían que salir por asuntos de negocios, yo no tenía que ponerme para la ocasión así que la hermana Teresa me prestó un vestido azul era un poco corto y pegado, unos zapatos de tacón no muy alto ya que no podía caminar con otros más altos, ella me maquillo, me peino no me reconocí era totalmente deferente con mi cabello rubio y mis ojos azules resaltaban le pregunté a la hermana Teresa porque ella sabía hacer todo esto ella me contesto - Entre al convento porque mis padres me obligaron ellos querían que fuera religiosa antes de eso yo salía con mis amigas y así aprendí. Ellos pasaron por nosotros el doctor Esteban estaba tan emocionado de ver a la hermana Teresa ella llevaba un vestido negro unos tacones altos su cabello suelto negro un maquillaje ligero realmente se veía hermosa tenía una hermosa figura cabe destacar que ella ya tenía 18 años era más grande que yo pero tenía apenas 2 años de ingreso en el convento. El doctor Esteban la cogió de la mano y le dio un beso en la mejilla ella se ruborizó el doctor Fernando y yo los observamos con asombro sabíamos que ellos traían algo raro pero jamás pensamos que estaban enamorados. Fuimos a comer, bailar, bebimos un poco ya que no estaba acostumbrada creo que me emborrache al igual que Teresa ya era muy noche el doctor Fernando y Esteban nos llevaron al departamento donde ellos vivían.
