La Villana Quiere Vivir

Hace 500 años el mundo fue consumido por una gran oscuridad, los cielos se oscurecieron, la tierra se abrió, y el sol dejo de brillar. Los demonios comenzaron a aparecer poco tiempo después causando caos y destrucción ha todas partes, los humanos atemorizados, lloraron y lloraron durante días y noches enteras, algunas demonios no podían ser derrotados ni por los mejores guerreros, y cuando pensaron que todo estaba acabado una extraña criatura bajo del cielo.

Barriendo las nubes con sus grandes y pesadas alas despejó la oscuridad, con su cuerpo alargado y extravagante cubierto de escamas creo un círculo en el cielo, y en sus brillante ojos se vio reflejada la tristeza de la humanidad. Con su aliento abrazador creó el sol, barrio la tierra, y peleó durante días y días contra los demonios hasta que consiguió disminuir la amenaza. El era llamado "Polaris".

El dragón cansado, voló hacia el norte del reino, un lugar donde el refrescante aroma a flores de incienso se fortalecía, con su magia creo una cueva estallada en mineral negro resistente capaz de capturar su fuga de mana, con pedernales de cristal violeta para catalizar la energía de la cueva, soplo un viento suave, las flores de incienso crecieron al rededor de su cuna, y desde su nido fluyó un río con forma de serpiente.

El dragón Anido en aquella cueva con comodidad, y su sueño profundo lo llevo a descansar durante 200 años. Al despertar su lomo estaba cubierto de nieve, el flujo de mana en la cueva era irregular, y sobre el mundo lucia una capa de oscuridad, los mismo demonios que hacía tiempo atrás había vencido, habían regresado para apoderarse de la humanidad. El dragón estaba tan triste, que de sus ojos brillantes comenzaron a brotar lágrimas de sangre, chocando contra el frío suelo, las lágrimas se convirtieron en cristales.

Sin saber cuántos días pasaron, a su cueva llegó un humano, tenía el cuerpo dañado y lucía ropas gastadas. El dragón se impresionó al ver al pequeño y frágil humano entrar a su cueva sin ser aplastado por el flujo de mana, y curioso le dejo acercarse y le pregunto "¿Que hace en mi nido un humano tan frágil?".

El humano descubrió su rostro de su capucha gastada, su pálida y enrojecida piel decía que se estaba helando, su cabello rojo estaba mojado, y su cuerpo de mujer era tan frágil que le costaba mantenerse en pie. La mujer de nombre Aeremisa rogó por ayuda al dragón, suplicándole que le prestará su poder para poder ayudar a la gente, y luchar contra los demonios. Paso mucho tiempo y dificultades, tuvo pruebas difíciles, momentos duros, pero el corazón de Aeremisa jamás se rindió.

Polaris, que había pasado mucho tiempo solo, comenzó a sentir un gran apego por la mujer. Luego de 1 año, el dragón y la dama formaron un vínculo. El corazón del dragón le fue compartido a la mujer, su vida se extendió hasta que uno de ambos muriera, sus heridas cicatrizaban de manera fugaz mientras no dañará su corazón. Sintió el maná y la magia en su cuerpo, y finalmente Polaris le dio a Aeremisa la energía del sol, y compartió su poder, y gracias a eso el dragón pudo tener una forma humana.

De los años que pasaron juntos, 10, 50, 100, el sentimiento entre ambos creció, y juntos lograron neutralizar a los demonios. Finalmente luego de 300 años en el mundo humano, Polaris empezaba a envejecer, y tuvo que marchar de regreso a su mundo. Dejando atrás a la mujer que amaba, y un huevo de dragón en su nido, Polaris desaparecido entre las estrellas para siempre.

Aeremisa tan sola como antes de la existencia de Polaris, creo en el final del conducto de la cueva un templo que conectaba, a una tierra mágica que había creado el dragón, con espíritus, flores de incienso y magia, Aeremisa tomo los cristales de sangre de las lágrimas del dragón, y creo un molde con forma humana. Con su sangre, lágrimas y barro, creo una nueva especie. Un hombre, de apariencia similar a Polaris, al que llamo Alarek.

Junto a su nuevo compañero de batalla, Aeremisa y Alarek lucharon durante años contra los demonios. Respondiendo a las plegarias de los humanos, con ayuda de su fe, se fueron volviendo más fuertes, y los reconocieron como dioses. El poder de Aeremisa logro encerrar a los demonios bajo el templo que los humanos hicieron en su nombre, y juro que mientras ella viviera, protegería esta tierra de todo.

Alarek por otra parte, sentía que el peso en sus hombros era demasiado, en secreto tomo tres cristales de luna, caídos de las lágrimas de Aeremisa, y con tres moldes mágicos comenzó un nuevo proceso de creación cuando su compañera entro en estado de hibernación. Alerek pronto tuvo tres nuevos aliados, Croroso, el hijo mayor al que dio la capacidad de controlar la tierra y la fertilidad; Belaxo, una joven a quien le brindo el control del agua y la memoria eterna, y Venmir, el hijo menor con el control del viento. Los humanos pronto los reconocieron como los hijos de sus dioses, levantaron templos y aumentaron su fe, sin embargo, no todas las personas estaban de acuerdo con esto.

Aeremisa, molesta por las acciones de Alarek, decidió retirar los cristales de luna de los tres hijos, y los mando al mundo humano, dispersos entre los mortales debían fortalecer su fe en ellos mismos a través de buenas acciones. Alarek fue castigado, y mandado al norte fuera del nido por desobedecer la voluntad del dragón Polaris y de Aeremisa. Pasaron entonces los siglos, y un imperio nuevo se levantó, un reino en cada coordenada, una nueva generación. Los dioses ocultos entre los humanos comenzaron a despertar, uno por uno apoderados de nuevos roles.

El norte, como los descendientes de sangre pura que estaban relacionados con el dragón. El sur, con el dios de la tierra y la fertilidad, el este con la diosa del agua y la sanación, y el oeste con el dios del viento y la libertad. Aeremisa entonces se sintió segura, y llevo a los nuevos dioses a la tierra mágica que Polaris había creado, conviviendo en armonía, hasta que algo sucedió.

El dios del viento, Venmir, traicionó la fe de Aeremisa, queriendo robar su eterna luz, desató una batalla que destruyó gran parte de la tierra mágica. Aeremisa decepcionada, creo un espacio en el cielo fuera del mundo donde encerró a los cuatro dioses. Dañada vago por las tierras humanas, su alma se escabullía de su cuerpo, y su luz se empezaba a apagar. Anido en un reino llamado Meerim, donde pasó su último aliento, añorando a cada minuto, cuando solo eran dos, cuando solo era ella, y Polaris contra el mundo.

—Narra Dct Ian —

—Justo cuando Aeremisa murió, su alma y poder abandonaron su cuerpo, el templo que los humanos construyeron en su nombre colapso, los pilares cayeron uno por uno, y los demonios resurgieron en este mundo. Desde entonces, cada vez que pasan 10 años hay una luna roja, donde los demonios se vuelven más fuertes, por eso es llamada "la luna de sangre", que brilla principalmente sobre el reino de Meerim.

Este término de untar una crema en las piernas de Cristal

—Originalmente la luna de sangre era un regalo de Polaris el dragón, para su amada Aeremisa, en ella está aumentaba su fe y su poder, y le daban la fuerza para continuar, pero entonces tras su muerte, y por la historia, no ha habido una nueva intervención de Aeremisa, su reencarnación todavía no aparece, y debido a la catástrofe que está causó al dejar a los humanos atrás, fue llamada "El dios rojo", por la cantidad de sangres y muertes que tuvo el mundo cuando ella "murió".

Y luego cerró su bolso médico y me miró.

—Hay pocas personas con los rasgos del dios rojo, un cabello rojo como el tuyo, es una señal muy extravagante estos días, las personas siguen buscando a la reencarnación de Aeremisa Kion. Tampoco ha habido otro dragón desde que Polaris dejo el mundo, y hay muchas cosas más que me gustaría contarte, pero la señorita debería descansar

-Ah, cierto, debo descansar, perdón por retenerle doctor.

—No se preocupe señorita Cristal, volveré a verla en una semana, hasta entonces, tenga cuidado

-¿Cuidado?

—Si, ya sabe, tal vez usted sea la descendiente de Aeremisa Kion