PRISIONERA DEL DOLOR.

ACTUALIDAD.

Santiago seguía inmerso en sus pensamientos cuando Priscila lo interrumpió.

- Viste la noticia.-. Él solo asintió.

- Ojalá sé muy infeliz la estúpida esa.-. Volvió hablar Priscila.

- Deberías estar preocupada.

- Porque lo estaría al contrario estoy feliz de que esa mujer sufra en brazos de tu enemigo.-. Sonrió con malicia.

- Tú no entiendes nada.

- Que debería entender?.

- Luisa no se puede casar porque si eso pasa estaremos en la calle.

- Es una bromas verdad.-. Santiago negó.-. Pero como puede ser posible eso.

- Mis padres antes de morir hicieron de las suyas.-. Dijo apretando la quijada.

- Que vamos a hacer Santiago no podemos quedar en la calle.-. Empezó a caminar de un lado a otro.

- Ya hablé con el abogado me dijo que no se puede hacer mucho solo espero que Luisa no sea tan rencorosa.

- Como siempre te conformas con cualquier cosa eres un inútil.-. Se fue dando un portazo.

Subió a la habitación de Karen, esta escuchaba música con los audífonos y no la escuchaba le tuvo que tirar un cojín para que la viera.

- Ahora que pasa mamá.

- Tenemos problemas y necesito saber como vas con Agustín.-. Karen la vio sorprendida debía ser grande el problema para que su madre se interesará en su vida privada.

- Todo sigue igual no hay avances.

- Ya te lo llevaste a la cama.

- MAMA!!.-. Dijo exaltada.

- Responde.-. Karen suspiro.

- Solo dos veces cuando aún era novio de la insípida de Luisa.

- Sedúcelo y has que caiga en tus redes.

- Mamá ahora que se fue Luisa, Agustín ni la hora me da porque me acercaría sí se nota que mi presencia le molesta.

- Ahora es el momento de envolverlo con tus encantos, con el casamiento de Luisa estará despechado y es allí donde entras tú.

- Porque insiste tanto mamá.

- Solo obedece Karen sin contradecirme.

- Dame un motivo y lo hago sin reproche.

- Si no lo haces te despides de todo esto.-. Señalo todos los lujos.-. Decide hija es ahora o nunca.-. Salió de la habitación satisfecha sabía que su hija lo iba a hacer porque era igual a ella.

Un nuevo día empezó en Italia, la mañana estaba fresca pero no duraría en salir el sol, en la casa de Thomas todo era un alboroto a pesar de ser una ceremonia privada unos cuantos reporteros habían sido invitados para que sean testigo de todo lo que iba a acontecer ese día.

En la habitación de Luisa el clima era todo lo contrario estaba triste siempre quiso casarse por amor y con Agustín pero la vida se había encaprichado con ella y ahora iba a estar sujeta a un hombre que no ama por tres años.

Alguien tocó la puerta y seco sus lágrimas que sin querer habían salido cuando contemplaba su rostro en el espejo.

- Adelante.

- Pero mi niña porque aún no estás lista.-. Le hablo Lucía con ternura.

- Ya estaba en eso.-. Se levantó de la silla y empezó a arreglarse.

El vestido era blanco y largo sencillo pero hermoso tenía una apertura que hacían lucir sus piernas esbeltas y tonificadas, su maquillaje fue natural pues no le gustaba maquillarse demasiado una vez estuvo lista bajo.

Raúl la llevo hasta la mesa donde estaba el juez que los iba a casar, cuando Thomas la vio no pudo evitar detallarla por completo admitía que se veía hermosa con ese vestido, Raúl se la entrego y la ceremonia empezó.

Ambos se sumergieron en sus pensamientos sabían que después de dar el acepto no habría marcha atrás, no les quedo opción más que aceptar toda esta farsa pero entendían que era un sacrificio que debían tomar para poder ser libres de tanto dolor.

- Luisa Brown acepta a Thomas Moretti como su esposo.-. Dijo el juez.

- Acepto.-. Dijo sin emoción.

- Thomas Moretti acepta a Luisa Brown como su esposa.

- Acepto.

El juez los hizo firmar el acta de matrimonio y luego le dio paso a los testigos que eran Lucía y Raúl al terminar de firmar el juez concluyó diciendo.

- Ya pueden besarse.

Thomas le dio un beso en la frente y esto causó murmullo entre los pocos invitados nadie sabía que él no sentía nada por ella y que solo se había casado por venganza.

Los flashes de las cámaras de los reporteros no se hicieron esperar pero esta vez Thomas fue más cariñoso con Luisa la abrazo por detrás y la pego a su pecho este hecho asustó a Luisa.

- Sonríe Luisa recuerda que debes actuar que eres feliz aunque sea todo lo contrario.-. Le susurraba en el oído mientras posaba para las cámaras.

- Oh sobrino te felicito tu esposa es hermosa.-. Le dijo una mujer rubia de unos cincuenta años.

- Muchas gracias, señora.-. Dijo tímidamente Luisa.

- Oh, que tonta déjame presentarme soy Lorena Moretti tía de este apuesto caballero.-.

- Un gusto señora Lorena yo soy Luisa Brown.

Cuando Luisa dijo su apellido Lorena borro su sonrisa y se puso sería.

- Valla así que eres hija de ese asesino.-. Lorena la miró con desprecio

- Disculpe no le entiendo.-. Luisa no sabía a lo que se refería esa mujer.

- Me has decepcionado Thomas jamás pensé que te dejarías llevar por Raúl y casarte con esta asesina.

- Mire señora no le permito que me falte el respeto quizás ud sepa cosas que yo no pero eso no le el derecho a tratarme así.

- Ja, ja, ja exiges respeto por favor tu padre no lo tuvo con..

- BASTA TÍA!!.-. La interrumpió Thomas molesto.-.

- Está bien sobrino no te molesto más espero sean felices toda una vida.-. Dijo con sarcasmo Lorena y después se fue.

- Gracias.-. Dijo Luisa.

- No lo hice por ti solo no quiero escándalos en mi casa y que todos descubran que esto es una farsa.-. Dejo a Luisa pasmada y se fue.

- Que genio no crees.-. Un hombre la saco de su trance.-. Hola me llamo Héctor y soy el primo de Thomas.

- Un gusto Héctor soy Luisa Bro..

- No digas tu apellido no es del agrado en esta familia.

Luisa agachó la cabeza se sentía tan fuera del lugar todos la despreciaban y no sabía el motivo.

- Discúlpame Luisa no quise hacerte sentir así soy un idiota.

- No se preocupe ya estoy acostumbrada a eso.

- Tutéame Luisa recuerda que ya somos familia.-. Dijo con una sonrisa encantadora.

Luisa le devolvió la sonrisa pues desde que había llegado únicamente dos personas la habían tratado bien y agradecía que él fuera uno de ellos.

- Tienes una hermosa sonrisa Luisa sin duda Thomas será la envidia de todo aquel que te vea.

- Tampoco es para tanto solamente soy una mujer común y corriente agradecida a la vida por las dotes que me ha dado.-. Dijo segura.

- Me encanta tu seguridad eso es admirable.

Luisa sonrió y siguieron hablando como dos personas que se conocían desde siempre no muy lejos de allí Thomas los observaba con el ceño fruncido y los puños apretados.

- Que pasa hijo porque tan serio.

- No pasa nada.

- Seguro, pensé que estabas celoso de ver a tu esposa con Héctor.

- No tengo por qué estarlo esa niña no me interesa en lo absoluto.-. No se escuchó muy seguro de sus palabras.

- Si tú lo dices.-. Se le burló Raúl.

- Así es.

- Creo que desde que llegó nadie la hacía reír así.-. Provocó a Thomas.-. Ese Héctor tiene un don para encantar a las mujeres.

- Sabes padre él puede encantar a cualquier mujer excepto a mi esposa.-. Se fue directo a donde estaba la parejita riendo.

- No que no estaba celoso.-. Dijo Raúl sonriendo.

LORENA MORETTI

HÉCTOR MORETTI HIJO DE LORENA.