Garras Híbridas

La pelea empezó, siempre que pude entrenar con Cesar no perdía oportunidad el más que nada sabía que tenia que ser una gran Alfa el día de mañana pero ahora entiendo por qué siempre me llevo al límite.

– Empiecen -

Damián camino hacia mi, yo nunca ataqué primero o dejo que lo hagan o los provocó, dio un golpe con un giro lo tomé de las piernas y lo di vuelta en el aire, todos abrieron los ojos al ver lo rápido que fue

– Sabes.. Hay muchas cosas que estoy pensando cuando gane .. – Dije burlona

Damián trataba de sacárme pero no podía, note su lobo en los ojos y me hizo girar, pude caer bien

– Ow.. Necesitas a tu perrito para luchar -

– No le digas perrito.. Omega - gruño

– Pe... rri... to.. -

Damián atacó de nuevo esquivé y le di dos golpes más, sus ojos estaban más que presentes

– ¿No es trampa que estés peleando con tu lobo y yo no?... Que mal peleador eres - camine al rededor de él

Todos estaban sin creer como Damian estaba agitado, sus ojos ya no estaban ante mí comentario, el estaba usando su enojo y aun así no estaba ganando

– Su nombre es Serbil... -

Atacó de nuevo, pude tomar su cabeza en un movimiento rápido apretando con mis piernas, el se quiso tirar de espaldas para aplastarme pero me giré arriba de el sonriendo, Nayla movía la cola juguetona al sentir sus músculos.

– Ya te cansaste Alfa.. Recién empiezo -

Damian abrió los ojos, de un golpe lo hice girar terminando con una llave en el cuello.

– Lo matará.. Profesor haga algo - gritaba Sandra

– Ríndete.. - balbuceo en su cuello

Damian apretó su mandíbula se levantó como pudo, sentí más que adrenalina al ver como aguanto un poco de mi fuerza, tomó mi pierna y me tiro al suelo , podía ver sus venas en su frente de enojado sonreí con todos mis dientes

– Eres fuerte Mujer.. - estaba arriba mío mientras forcejeábamos

Enrolle mis piernas a su cintura el me miro sin entender – Me tratas de seducir no funcio..

Lo golpe con un cabezazo tan fuerte que me soltó lo tomé de los brazos, haciendo que quede boca abajo.

– Tiempo-

Grito el profesor los presentes estaban que no entendían nada, le gane al Alfa.. Una omega le ganó al Alfa de la manada Sombra

– No, Profesor no puede perder- decía Sandra con su séquito

Yo seguía sentada arriba de Damian en su espalda– Estaré más que ansiosa pensando en que necesito alfa – lo ayudándo

Damian tomó mi mano, se lamió su sangre en los labios – Lo que tú quieras.. Aun así¿puedo invitarte a comer algo?

– Me encantaría

Mis hermanos no dudaron en sonreír " Hoy comemos pizza " dijo feliz Max, todos reímos

– ¿Vendrás Damian ?- pregunto Sebastián,

– Claro que sí.. Ya quiero conocer a esa niña - ríe picarón

– Cálmate-

La voz de Sebastián sí que era de advertencia, Damian levantó las manos sonriendo.

Ya estaba subiendo a la moto con Mateo cuando lo vi

– Linda moto

– Gracias

Sandra llegó con Elizabeth, agarraron el brazo de Damian y Elizabeth el de Mateo

– Damian.. Hoy estoy sola en casa, - susurro en su oído

– Vamos - grito Sebastián.

– Tendrás tiempo de pensar mucho entonces Sandra - dijo subiendo al auto

Largue una risa, Mateo corrió el agarre de Elizabeth y agarro mi cintura, les di un saludo a las dos ardidas y acelere mi paso.

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En el reino de Prado verde

– Mi Rey, la carta del alfa Héctor llegó-

– Gracias Agustín-

El rey tomó la carta, apretó los labios al leerla, la hija de Héctor volvió, ella podía salvar a la manada, tenía que hablar con esa joven y tenerla de aliada.

– Ella llegó, tenemos que hacer que venga a la reunión , no podemos seguir con esta guerra, esa niña debe estar protegida, ¿ Sabemos algo de los brujos ?

– Nuestro infiltrado aún no llego, estoy seguro de que algo planean, El príncipe seguro estará en la reunión

El rey largo un suspiro, – Ese maldito pacto.. Si no fuera por ese maldito de su padre no estaríamos así. - golpeó la mesa

– Su padre nunca tubo buen juicio, solo queda esperar que el Príncipe entre en razón, las muertes aún siguen avanzando, el bosque y las manadas están perdiendo vida de apoco

– Espero que esta niña nos ayude, es la única que puede ahora.

Un golpe en la puerta los saco de la charla

– Soy yo cariño -

El hombre rodó los ojos – Entra

Agustín miró a la rubia con el vestido muy ajustado, salió ante su llegada, El rey miro a la joven rubia, se acomodó en la silla y dejo que haga su trabajo, después de eso la tomó con fuerza sin mirarla, la joven gemia fuerte a propósito.

– Eso estuvo increíble Rey.. - sonrió tratando de darle un beso en los labios

– Largo.. -

se vistió sin mirarla, Cecilia era una loba que siempre estaba cuando el la llamaba, y una hija de un concejal el cual la quiere casar con él, algo que el Rey dejo en claro que no pasaría, el padre le dijo que podía ser su amante hasta que encontrara su Reina

Largo un suspiro frustrado, Cecilia se vistió, quería que se enamore de ella, la quería para el y ser la reina era su deseo más codicioso.

– Cariño.. ¿Quieres salir esta noche?

– No puedo, tengo mucho que hacer.. Y no me digas Cariño - tomó los papeles

– Solo por esta vez sí.. Es mi cumpleaños, y quiero eso de regalo - suplicaba a su lado

El rey suspiró– Solo una hora, y no quiero ir a donde hay mucha gente- dijo sin ánimos

– Genial, a las 8 vendré por ti iremos a cenar en el Royal- dijo feliz saliendo de la oficina – Agustín- dijo con odio mirándolo

El la miro de arriba abajo, tapándose la nariz con asco haciendo que valla enojada

– No sé como aguantas a una loba como esa .. -

–Su maldito padre sabe mucho, no nos conviene tenerlos lejos .... ¿Encontraste algo?

– Sí, su padre hizo muchas transferencias a esta cuenta fuera de los límites en las colinas del este, pero no es dinero, esos números no es de una cuenta - decía Agustín

– Debemos saber quien lo está ayudando, esos números son de cargas -

Ambos se quedaron horas en la oficina, encontraron un pes gordo y no dejarían que se fuera, el pacto de años se rompió y nadie sabía por qué, había alguien que los estaba traicionando y debían saberlo

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