La tercera generación Vannecelli ha heredado de sus padres un legado de caos y destrucción. Estos jóvenes, acostumbrados al lujo y a las mejores instituciones educativas del país, se verán forzados a asistir a una escuela pública como parte de un castigo. Allí, enfrentarán las diferencias sociales y descubrirán realidades inquietantes en su nuevo entorno. ¿Serán capaces de sobrellevar las adversidades que les aguardan y demostrar por qué han sido apodados demonios? Te invito a explorar esta intrigante historia juntos.
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Capítulo 8 Yo no otorgo el perdón. 2/2
Kira Vannecelli
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-Al día siguiente, me desperté temprano y contacté a mi mejor amiga, invitándola a la hacienda de mis padres, un lugar hermoso e inmenso. Nadie podría imaginar lo que iba a suceder. Le mencioné que tenía una gran sorpresa, y ella aceptó encantada.
Una hora más tarde, ya estaba en la hacienda y, pocos minutos después, ella llegó. Me saludó, diciendo- Kira, ¡qué linda te ves hoy! Te he extrañado.
-Yo le sonreí y le respondí-Querida amiga, también he sentido tu ausencia, no tienes idea de cuánto. Sé que también me has extrañado, por eso utilizas lo que pensé que era mío.
-Ella levanta una ceja y dice-No entiendo.
-Le sonrío y le respondo-No te preocupes, no me hagas mucho caso. ¿Te gustaría que nos cambiáramos y diéramos un pequeño paseo? La sorpresa que tengo para ti está en el camino.
-Ella sonríe y dice-Perfecto, ya estoy ansiosa por descubrir la sorpresa.
-Ascendimos las escaleras y comenzamos a cambiarnos. Sin que ella se diera cuenta, tomé una prenda suya y la guardé en mi bolsillo. Después de cambiarnos, salimos y, al llegar a la caballería, ella comentó-He notado que los empleados no están.
-Le respondí- Los empleados de la casa están descansando; solo están los guardias. Vamos a caminar un rato.
-Ella me siguió durante cinco minutos, hasta que llegamos a la entrada del bosque. Allí me detuve y le pregunté- Jessel, ¿cuánto tiempo llevamos siendo amigas?
-Ella respondió- Tres años.
-Desenfundo una daga de mi espalda, retiro su seguro y acaricio su filo mientras la miro intensamente. Le digo- Tres años de amistad, y tú me has traicionado con mi novio.
-Ella abre los ojos, sorprendida, y responde- No,no, Kira, yo no te he traicionado. Lo que te dijeron es mentira; él y yo solo somos amigos. Por favor, créeme, jamás sería capaz de traicionarte, te considero como a una hermana.
-Entonces, con la navaja en mano, hago un gesto que enfatiza mi desconfianza. Con un tono sarcástico le pregunto-¿En realidad me consideras tu hermana? -Sonriendo, añado-Mis ojos no mienten; los vi ayer en su departamento expresándose sobre cuánto se aman. Pero eso ya no importa. Por los tres años de amistad que hemos compartido, te concederé tres minutos para que corras. Si logras atravesar ese bosque, te perdonaré la vida.
-Ella me grita-¿De qué estás hablando?
-Le respondo-Lo que has oído. Comienza a correr, el tiempo ya ha comenzado.
-Empiezo a jugar con mi daga. Se nota que está nerviosa y tiene miedo, y me dice-Yo, en realidad, no deseaba actuar de esa manera; simplemente me enamoré de él. Lo siento de verdad. Por favor, no me hagas daño. Si decides dejarme ir, te prometo que me alejaré de él.
- Sonrió y dijo - Te quedan dos minutos.
-Ella comenzó a correr mientras la observaba. Si él sufre el mismo destino que tú, nadie juega conmigo. Coloqué mi mano en mi boca y silbé para llamar a Pelusa. En dos minutos, él se situó a mi lado.
Retiro de mi bolsillo la prenda de la traidora, lo que provoca que Pelusa la olfatee y comience a caminar. La sigo, adentrándonos en el bosque durante varios minutos hasta que Pelusa ruge y se escucha un grito desgarrador. Sonrío y me acerco, observando a Pelusa con su pata en el pecho, claramente aterrorizada. Llora y suplica- Por favor, Kira, ten piedad, no me hagas daño, déjame ir, perdóname, te lo imploro.
-Me acerco a ella, me arrodillo y le digo- Los Vannecelli no toleramos la traición; dicha ofensa se paga con la muerte.
-Deslizo mi daga a lo largo de su rostro, mientras ella llora y grita-Por favor, no me mates.
-Me levanto y respondo- No seré yo quien lo haga; será mi adorado Pelusa. Pelusa, ¡ataca!.
-Mi hermoso tigre blanco se lanza hacia su cuello, observando cómo su cuerpo se sacude con violencia hasta quedar inerte. Continúa atacándola hasta que ordeno que se detenga. Obedece y se acerca a mí, moviendo su cola; su hocico blanco ahora está manchado de rojo. Me acerco a ella y no siento nada; ni pesar ni remordimiento por lo que hice, aunque nunca he experimentado tales emociones. Encuentro placer en ver sufrir a las personas, aunque siempre reprimí esta inclinación, creyendo que era incorrecto. Sin embargo, ella se lo merece por haberme tomado por idiota. Ahora falta, Mariano. saco de mi bolsillo uno de los experimentos de mi madre y le añade unas gotas; su cuerpo comienza a desvanecerse. En pocos minutos, no quedará ni rastro de que alguna vez existió. Salí del bosque, tomé mi teléfono y llamé a Mariano. Él contestó y me dijo-Kira, no entiendo por qué me llamas si ya hemos terminado.
-Fijando mi voz en un tono de tristeza, respondí- No digas eso, amor mío. No puedo vivir sin ti. Tienes toda la razón, por eso te llamo: quiero estar contigo. Quiero invitarte a la hacienda de mis padres y pasar esta noche contigo. Te demostraré que te amo y que deseo ser tuya. ¿Qué dices?
-Él, con emoción, preguntó-Cariño, ¿estás hablando en serio?
-Y yo respondí, igualmente emocionada-Si, amor, deseo entregarme a ti. Tengo todo preparado. ¿Vendrás? Además, tengo otra sorpresa para ti.
-Él responde-Claro, mi amor, iré. Sabes cuánto te amo y todo lo que dije fue porque estaba molesto.
-Le digo-Lo sé, amor, pero tienes razón. No tardes en llegar, muero por estar a tu lado.-Finalizo la llamada y miro a mi tigre, diciéndole- Gracias, Pelusa, por ayudarme con esa zorra, pero me encargaré de ese traidor por mi cuenta.
-Lo conduzco hacia una gran jaula, aunque siempre permanece libre en la hacienda. Le doy un pequeño baño para limpiar su sangre y le ofrezco alimento; él se queda dormido. Siempre he deseado llevarlo a la mansión, pero mi padre no lo permite. Sin embargo, esta vez lo haré, ya que es mi mascota y debería estar conmigo. Me dirijo rápidamente a una de las habitaciones para bañarme y cambiarme. me dirijo a la sala y, minutos después, escucho llegar un auto.luego, se encuentra frente a mí. Él intenta besarme en los labios, pero yo giro mi rostro hacia un lado para evitarlo. No puedo permitir que este traidor me bese. Él me pregunta-¿Qué sucede, cariño?
bonito fin de semana Bendiciones 😉 😊