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Por Amor O Por Dinero

Por Amor O Por Dinero

Status: En proceso
Genre:Yaoi / Amor a primera vista / Dejar escapar al amor / Romance de oficina / Mujeriego enamorado / Triángulo amoroso
Popularitas:11.9k
Nilai: 5
nombre de autor: Wang Chao

Oliver Hayes acaba de ser despedido. Con una madre enferma y deudas que lo ahogan, traza un plan para sobrevivir mientras encuentra un nuevo empleo.
Cuando una aplicación le sugiere un puesto disponible, no puede creer su suerte: el trabajo consiste en ser el asistente personal de Xavier Belmont, el hombre que ha sido su amor secreto durante años.

Decidido a aprovechar la oportunidad —y a estar cerca de él—, Oliver acude a la entrevista sin imaginar que aquel empleo esconde condiciones inesperadas... y que poner su corazón en juego podría ser el precio más alto a pagar.

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📌 Relación entre hombres

NovelToon tiene autorización de Wang Chao para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

Capítulo 07. Pequeño milagro.

—Venga conmigo, por favor —indicó la secretaria en cuanto Oliver salió de la oficina de Xavier.

Él asintió con un gesto rápido, casi torpe, y caminó tras ella. Sin embargo, sus pasos no parecían propios, sino programados, mecánicos, como si su cuerpo se moviera por inercia mientras su mente flotaba en otra dimensión. Ni siquiera se detuvo a observar su entorno; estaba demasiado abrumado por la emoción, tan desbordado que sentía que, de un momento a otro, podría romper en llanto.

Su corazón latía de manera salvaje, resonando como un tambor en su pecho. El murmullo del exterior —las voces, los teléfonos, los pasos ajenos— se desdibujó hasta convertirse en un zumbido lejano, irrelevante. Solo quedaba él y sus pensamientos, una tormenta dulce y dolorosa que lo envolvía.

Había tenido al hombre que amaba frente a él. A menos de un metro.

El recuerdo de su perfume —intenso, elegante, embriagador— seguía impregnado en sus sentidos, envolviéndolo como una caricia invisible. Y sus ojos... esos ojos color ámbar, hipnóticos y fríos, lo tenían completamente rendido. Cada rasgo de Xavier parecía esculpido por un artista caprichoso: la dureza de su mandíbula, la firmeza de su porte, la autoridad que emanaba de cada palabra pronunciada con esa voz profunda y dominante.

Si Xavier se lo pidiera, Oliver se habría desnudado en ese mismo instante, sin dudarlo, sin avergonzarse. Pero sabía que eso jamás ocurriría.

Xavier Belmont era, sin lugar a dudas, el hombre más heterosexual que había conocido. No era solo una percepción: era un hecho público, casi legendario. No en vano lo apodaban "el Zeus del entretenimiento", un dios inalcanzable que desfilaba junto a modelos de renombre y actrices internacionales, mujeres de belleza abrumadora, inalcanzable.

Un hombre como Oliver —mejor dicho, un hombre en general— jamás tendría oportunidad alguna de soñar siquiera con acercarse a él de otra forma que no fuera profesional.

Y, aun así, a Oliver no le importaba.

No deseaba arruinar su mundo de sueños intentando conquistar algo imposible. No buscaba besar esos labios ni reclamar ese cuerpo que tantos codiciaban. Le bastaba con estar cerca. Con verlo cada día, compartir su espacio, escuchar su voz aunque fuera dando órdenes frías. Le bastaba oler su aroma, cruzarse fugazmente con su mirada, ser una sombra silenciosa en su vida.

Esas pequeñas migajas de presencia eran suficientes para hacerlo feliz.

Más que suficiente.

El solo imaginar todo lo que le esperaba hizo que sus mejillas ardieran de vergüenza y alegría a partes iguales, mientras su corazón golpeaba con más fuerza, desbocado, como un potro salvaje.

Sin darse cuenta, esbozó una pequeña sonrisa, esa sonrisa tímida y secreta que uno guarda para sus propios sueños imposibles.

Quizás nunca sería más que su asistente.

Pero para Oliver, en ese momento, trabajar para Xavier Belmont era tocar el cielo.

...****************...

La caminata a través del largo pasillo hasta Recursos Humanos se le antojó breve, casi irreal. Oliver apenas si escuchaba las palabras de la secretaria, que le indicaba qué debía hacer a continuación. Todo a su alrededor parecía envuelto en una neblina ligera, como si el edificio entero hubiera dejado de ser un espacio corporativo frío y opresivo, para convertirse, al menos por ese instante, en el escenario donde sus sueños más imposibles comenzaban a materializarse.

Cuando finalmente llegaron a la recepción de Recursos Humanos, la secretaria intercambió algunas palabras rápidas con la responsable del área, una mujer de semblante amable pero eficiente. Luego, se volvió hacia Oliver.

—Aquí te tomarán los datos y te explicarán los procedimientos. Bienvenido oficialmente —le dijo con una breve sonrisa antes de marcharse.

Oliver hizo una pequeña reverencia de agradecimiento, aunque no era necesario, y luego se acercó al escritorio donde la encargada ya lo esperaba con un formulario en la mano.

—Por favor, complete esto —dijo ella, deslizándole un portapapeles acompañado de un bolígrafo.

Tomó asiento frente a ella, el corazón aún palpitando con fuerza. Se obligó a concentrarse en cada respuesta: nombre completo, dirección, número de seguro social, referencias personales...

Sus manos, sin embargo, temblaban ligeramente sobre el papel.

Mientras llenaba los formularios, no podía evitar repasar mentalmente lo que acababa de vivir. Xavier lo había mirado. Xavier lo había elegido. De entre tantos candidatos, él había sido el escogido.

Y no solo eso: Xavier Belmont, el magnate inalcanzable, había aceptado que trabajara directamente para él, a su lado.

¿Había sido su determinación? ¿Su promesa de obedecerlo en todo? ¿O simplemente la casualidad benevolente de un destino que, por una vez, decidía sonreírle? No importaba.

Lo único que verdaderamente pesaba en su pecho era la oportunidad: estar junto a él.

Una vez terminó los documentos, la encargada los revisó minuciosamente y le extendió una tarjeta de acceso provisional.

—Muy bien, señor Hayes. Ahora debe volver a la oficina del señor Belmont. Allí mismo instalarán su computadora y todo lo necesario. Tendrá un espacio en la esquina de su oficina personal.

Oliver tomó la tarjeta con sumo cuidado, como si se tratase de un objeto sagrado, agradeció en un susurro y emprendió el camino de regreso, todavía en estado de ensueño.

Cuando llegó, la puerta de cristal esmerilado con letras doradas —Xavier Belmont, CEO— parecía aún más imponente. Tomó aire, golpeó suavemente y esperó.

—Adelante —se escuchó la voz autoritaria desde dentro.

Empujó la puerta y, para su sorpresa, encontró a un par de técnicos instalando una pequeña estación de trabajo en una de las esquinas más discretas de la espaciosa oficina. Era un escritorio moderno, elegante, acorde con la estética lujosa del lugar, y desde donde podía ver tanto la entrada como, si se atrevía a alzar la mirada, al propio Xavier en su escritorio principal.

Mientras los técnicos terminaban de acomodar la computadora, el monitor y otros implementos, Oliver se mantuvo de pie, a un costado, temiendo hacer algo indebido. Sentía el peso de la presencia de Xavier, a unos metros de distancia, como una gravedad propia que jalaba su corazón, su mente, cada fibra de su ser.

Finalmente, uno de los técnicos se acercó y le indicó que todo estaba listo. Oliver se sentó, casi temblando, frente a su nuevo espacio de trabajo. El teclado bajo sus dedos parecía un portal hacia una vida que aún no alcanzaba a creer del todo.

Desde su lugar, podía escuchar el suave tecleo de Xavier trabajando, el pasar de las hojas de los documentos, el sonido grave de su voz cuando realizaba llamadas. Era como estar en el centro mismo de su mundo.

Y para Oliver, eso era más que suficiente. Era el inicio de todo lo que siempre había deseado.

Ahora solo debía ser fuerte. Profesional. Discreto.

Debía demostrar que merecía estar allí.

Porque aunque su corazón quisiera algo más, aunque cada latido gritara su nombre en silencio, sabía que su lugar no era a su lado como pareja.

Era en esa esquina, trabajando, admirándolo desde lejos.

Y, en el fondo, eso ya era un pequeño milagro.

1
XxArixX
Un adelanto loquita, jamás lo serás 😂
XxArixX
ya me puse nerviosa yo 😂
XxArixX
ves, solo debes recordar como es realmente 🤷🏻‍♀️
XxArixX
Solo recuerda su verdadero carácter para que no te engañes a ti mismo, que bueno ya lo pagará el tarado arrogante después 🤭
Maru19 Sevilla
Tú mereces lo mejor, eres una persona especial ❤️
Maru19 Sevilla
Toda la suerte 🍀🍀🍀
Flopi
Que buen final de capitulo!! Maratón maratón maratón 🙏🏻🙏🏻🙏🏻
Hanabi Montano
Esta mujer está realmente locaaaa, ya quiero ver cuando llegue su hora de pagar por todas las barbaridades que va a hacer
Nidia Mojica
Como toda tóxica traumada por qué la dejan por akguien mas. Gracuas por.los capitulos.
Gelen Burgos
mientras más escala la rata más duro se pega contra el suelo
Gelen Burgos
Ay , me pongo a pensar en todos los posibles escenarios y me da un patatús, tengo miedo por Oli
Nidia Mojica
Lo único que siento es que tu corazón Oliver quedará destrozado.
Eukarina Rodriguez
me encantan estos personajes loquitos que terminan estampados contra el pavimento con la dentadura rota 🤣🤣🤣🙈 no te voy a dar consejos porque sé que no los escucharás solo disfrutaré aquí sentadita de ver tu estrepitosa caída locaaaaa
☆Nanu☆
jajajajaj, en tu cara !!!! /Tongue/
Fatim AR
ay no Veronica está muy obsesionada con Javier
Maria Fernanda
ay carajoooo, con que cosa es así
Fatim AR
ay Javiersito si supieras que todo lo que dijo Oliver fue la puritita verdad
Nidia Mojica
❤️❤️❤️❤️❤️
Nidia Mojica
Para poder olvidar sus sentimientos.por Xavier Oliver se tiene que desengañar. Y su mamá sabe que saldrá.herido de todo esto. Gracias por.los capitulos. Buenisima la historia.
☆Nanu☆
cada capítulo es mejor y más me engancho!!! le he dado un voto y muy merecido lo tiene!!! espero actualización pronto y le felicito!!!♥️👏👏👏
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