OCTAVO libro de la serie ENTREGANDO MI CORAZON.
Tal vez muchos no recuerdan sus vidas en la temprana infancia, yo tampoco, pero lo que si recuerdo es que era feliz. No podía relacionar qué, quién o quiénes me daban ese sentimiento; pero si recuerdo que los perdí. Años después volví a ser feliz, pero no era algo duradero. Era un ida y vuelta que me dejaba vacía. En mi adolescencia, supe que buscar ser feliz era un sentimiento que ponía más presión y estrés en mi vida. A mis 18 años, renuncié por completo a esa tonta sensación... Para que, unos años después, poco a poco venga un tipo creído a querer destruir mi bien estructurado credo.
No recuerdo mucho mi temprana infancia, pero si recuerdo una sensación de malestar cuando estaba mi padre. Cuando no estaba él, todo era felicidad. Después, con su partida, fui feliz. Crecí rodeado de personas que me aman y que yo amo con todo mi ser. Crecí siendo sociable, seguro de mi mismo y el terror de los bullys. No me molestaba presionar los boton
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YUE (CAP. 08)
Escucho a papá suspirar.
^ No importa quién le diga o qué le digan, ella es muy terca.
La Chica me mira, busca algo en su celular y regresa su mirada dorada a mi. Si sigue así, me hará sonrojar.
× Bueno, dependerá de lo mucho que quieras vivir una vida lo más cercana posible a la que alguna vez soñaste. Te darás cuenta que puedes encontrar en mi a una aliada, que te ayudará a encontrar lo que buscas, así sea ser una muy cotizada stripper, Yue.
Bueno, si antes era su torpe fan, ahora soy su torpe fan a punto de llorar. Nadie me ha llamado así desde mamá. Papá nisiquiera puede decirlo por el espiral de depresión a la que nos sumerge.
- Mi nombre era Yan Wei, que significa luz brillante, pero mi mamá solía llamarme Yue Wei, luna brillante. ¿Cómo lo supiste?
× La idea me la dio Caulder, y algo me hizo decirlo. Entonces, Yue, ¿tenemos un trato?
Extiende su mano y yo la miro atentamente antes de caer en la cuenta que espera que se la estreche; lo hago rápidamente y mi papá se aclara la garganta.
^ Bueno, yo me tengo que ir. Tengo mucho por hacer y ahora me siento más tranquilo ya que mi tesoro estará en buenas manos. Gracias.
Gira a verme.
^ Eres lo más importante en mi vida y todo lo que pueda lastimarte será eliminado por mi. Cuídate mucho, mi Yue Wei.
Vuelvo a sentir esa calidez en mi interior y me saca una pequeña sonrisa; la cual borro para ponerme firme con mi papá.
- Será mejor que regreses, porque quiero que mis futuros hijos tengan abuelo, ¿quedó claro?
Asiente y se va. En serio, tiene que dejar de ser un padre empalagoso; tantas muestras de cariño no me gustan.
× Tu papá si que es un poco torpe, pero te ama demasiado. Estoy segura que no nos presentó: soy Layla Ogayar, cabeza de familia. Desde ya te digo que una vez entras en esta casa, eres parte de la familia. Tómate todas las libertades que quieras, excepto matar a mi cuñadito. Todos aquí podemos ver que tranquilamente podrías darle una paliza.
* ¡Hey!.
Le reclama el aludido. Como si fuera una señal, todos empiezan a acercarse diciendo sus nombres al mismo tiempo, mientras me cuentan algún anécdota. Siento que me mareo, por lo rápido que hablan, y puedo distinguir pocas cosas.
"serás Yuyu ahora"
"rompiendo una pierna quedamos en empate"
"ahora puede reconocer los traseros de sus amigos"
"la abuela nos engañó porque quería bisnietos"
Cuando estoy a punto del desmayo, la puerta vuelve a abrirse y todos miran en esa dirección. Estoy por darles las gracias a mis salvadores, pero puedo sentir la tensión en el ambiente y me quedo callada.
Mientras escucho una increíble historia, la de Lily y Sebastian, es el chico de ojos bicolor quién se desmaya. Me pongo a pensar sobre la decisión de mi papá al traerme aquí. El tiene que erradicar las ramas podridas del gran arbol que es la mafia de Oriente. Los Ogayar deben pelear contra el bajo mundo de US, que amenaza la vida de una hermosa bebé de 6 meses. No creo que se solucione con un picnic.
"Papá, si supieras que me alejaste de tu guerra para traerme a otra, tal vez tú también te desmayarías".