Kari Hunt.
Recuperar el poder que alguna vez tuvo su familia que cayo en desgracia, pero cuando se dio cuenta, ya estaba envuelta entre tres príncipes.
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Fiesta de té
Al otro día.
Regresamos a la capital.
Lo que dijo el mayordomo me hizo preguntar sobre realmente las intenciones de los príncipes.
¿Tal vez un juego?.
Aunque ellos nunca se han interesado en algo o alguien, nunca es demasiado tarde para la primera vez.
Suspire profundamente.
"Señorita, primero vea que es lo que pasa realmente".
Grace dijo en el carruaje.
Su voz fue calmada como siempre.
Asentí con la cabeza.
"Lo se".
Comente, pero no estaba muy convencida.
Llegue al taller para ver a mi padre.
Cuando entre el se veía lleno de documentos.
"¿Padre?".
Pregunte mirando con curiosidad.
"Kari, hija".
"¿Que hacemos?".
Pregunto con una mueca incomoda.
"¿A que te refieres?"".
Pregunte preocupada y me acerque a verlo.
Me dio un sobre que acababa de llegar.
"¿Que es eso?".
Abrí el sobre.
"Es una propuesta por parte de Van".
"Una propuesta de inversión".
Mi padre dijo.
Sonreí con incredulidad.
"Simplemente ignoralos".
"Espero que no sean persistentes".
Sonreí.
"Creo que ahora que lo veo, ¿Acaso el contrato con los príncipes no es de ayuda en momentos como este?".
Mi padre asintió.
"Hasta que acabe el convenio de los príncipes, estaremos a salvo".
"Pero, cuando se acabe el convenio, ¿No seremos mas independientes?".
Mi padre pregunto.
Asentí con la cabeza.
"¿Quieres ir a cenar?".
Mi padre pregunto.
"Si".
Respondí.
"Podrás acompañarme a comprar un vestido para la fiesta de té".
Dije, mi padre asintió con la cabeza.
Salimos del edificio para ir al centro de la capital.
Día de la fiesta de té.
"Señorita, le ha llegado tres cajas de regalo".
Grace apareció cargando las cajas con dificultad.
"Debimos a ver traído ayuda".
Comente.
Grace solo asintió en silencio.
"Creo que son vestidos de parte de los príncipes".
Grace comento.
"... Ya tengo un vestido".
Dije, está vez lo había escogido.
"¿No cree que seria grosero rechazarlos?".
Me quede pensativa un momento.
"Me pondre la pulsera".
Dije señalando la pulsera del príncipe Draven.
Grace asintió.
"Suena bien".
"Pero, la única mina que tiene diamantes negros es la familia imperial".
Mire a Grace con sorpresa.
Si uso la pulsera entonces es aceptar formalmente la relación con ellos.
Eso seria extraño aun cuando ni siquiera hemos tenido la primera cita formal.
Mire las cajas.
Por un momento recordé el día del baile, tambien eran tres cajas.
Mire de reojo a Grace que observaba el vestido del príncipe Draven.
"Llevaré mi vestido, ¿Sabes cuanto tiempo tardamos en buscar uno?".
Pregunte.
"Si, preparemos a la señorita".
Grace dijo con una sonrisa satisfecha.
¿?.
Termine de alistarme y al final salí hacia el palacio.
Fui guiada al jardín donde se llevaría a cabo la fiesta.
El lugar ya estaba concurrido por la gente de la nobleza.
Me quede en un lugar tranquilo en el jardín.
Tome una copa de vino y espere.
Fue entonces que escuche detrás de mi.
"Señorita Hunt".
Cuando voltee, Damian Van estaba frente a mi con dos copas de vino en sus manos.
El extendió una hacia mi lado.
"Oh si, gracias".
"Saludos al joven marqués".
Dije saludando con un poco de incomodidad.
"Si, la señorita no me ha respondido".
Damian Van me miro con molestia.
"Si, no estuve en la capital por un tiempo".
"Apenas recibí mi correspondencia".
Me excuse con lo primero que se me ocurrió, no podría decirle que no me interesa volver a salir con usted.
Aunque quisiera.
"Ya veo".
"Recuerdo que su padre le dijo a mi padre que tenia una afición peculiar".
Damian Van dijo.
"Solo espero que sea pasajero, no creo que se vea bien para la familia Van".
¿Que?.
"Aun asi cuando todo sea formal, no habrá problemas simplemente tendrá que recibir educación para que se convierta digna de la familia".
"Para la cita forma mi padre cree que la mansión del marquesado es un buen lugar para no tener interrupciones".
No respondí, solo le tome un sorbo a mi copa de vino.
"Podemos hacerlo oficial desde ese día".
Camine hacia la mesa y puse las dos copas que tenia en la mano.
El joven marqués tenia una mirada que no supe reconocer, es arrogante y algo mas.
"Señorita, tambien he pensando sobre ese día".
"Creo que la señorita debería de tener cuidado, no puede dejar mal a su futura familia politica".
Lo mire extrañamente.
¿Que rayos esta diciendo?.
Fue cuando se escucho el inicio de la fiesta.
Los príncipes se colocaron en el centro y dieron la bienvenida a su fiesta de té.
Pronto se vieron envueltos con las señoras y señoritas que los saludaban.
¿Como alejo a este tipo?.
Solo lo mire con incomodidad.
"No creo que funcione".
Dije a Damian Van vagamente.
"Eventualmente la señorita no puede decir que no".
"...".
"Saludos, señorita Hunt".
El príncipe Draven se acerco a saludar después de un momento.
"Saludos a su alteza el príncipe Draven".
Dije, pero mire a Damian Van que había dicho algo extraño.
"Creo que es mejor dejarlo claro desde este momento".
"Para que su alteza lo sepa, este convenio desde los tiempos pasados de Van y los Hunt".
Lo mire con incredulidad.
El príncipe Draven frunció el ceño.
"¿Señorita Kari, ¿Hay algo que no sepa?".
El príncipe pregunto.
"No se a que se refiere el joven marqués".
Dije.
"No he firmado nada y mi padre tampoco".
Damian Van saco un documento viejo.
"Es una union entre los Hunt y los Van".
"Oficialmente, la señorita Hunt es mi prometida".
"..."
Un silencio se hizo en todo el jardín, en algún momento todo esto ya se había vuelto un evento para todos.
No pude evitar estremecerme, ¿Como es que existe eso?.
El príncipe Draven miro el documento como si fuese mala broma.
Agarro el documento y lo rompió por la mitad para después quemarse con fuego negro.
"¿Que hoja?".
Dijo con una sonrisa maliciosa.
La tensión se vio en el aire.
"Es una lastima que el joven marqués sea lento, yo le he dicho mis sentimientos a la señorita Kari Hunt".
Damian Van se quedo boquiabierto.
"¿Los sentimientos del príncipe?".
"¿Tenemos nueva princesa?".
Las voces de las personas se escuchaban a los alrededores.
deben de contarle, porque ella fue feliz pero ellos siempre la esperaron, y es justo que a pesar de todo logré ser felices con ellos también
y que bueno, ella lo prometió también