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Olivo

Olivo

Status: Terminada
Genre:Dominación / Juego del gato y el ratón / Síndrome de Estocolmo / Amor-odio / Mundo de fantasía / Edad media / Completas
Popularitas:113.7k
Nilai: 5
nombre de autor: thailyng nazaret bernal rangel

Octavo libro de la saga colores.

Lady Pepper Jones terminará raptada por un misterio rufián de poca paciencia y expresión dura, prisionera y en manos del desconocido, no tendrá más remedio que ser la presa del lobo, mientras que Roquer, lidiará con su determinación de cumplir con su venganza y la flaqueza de tener a una hermosa señorita a su merced.

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22. No hay despedidas

...PEPPER:...

Era de noche, no había noticias, la curandera no salía de la choza, decidí ir, la aldea estaba iluminada con antorchas así que el camino no fue difícil de recorrer.

Entré en la choza, la encontré iluminada por la hoguera de hierro.

Observé hacia Roquer.

No tenía ropa, solo una manta cubriendo su entrepierna, sus ojos seguían cerrados, me aproximé para observar la herida, estaba cubierto por vendas.

La curandera estaba quemando algodones en la hoguera, encendió varias velas con un cerrillo sobre una de las mesas mientras susurraba palabras sin sentido.

— ¿Estará bien?

— Eres afonosa — Me dió una mirada de reojo, siguió encendiendo velas, había una escultura pequeña en medio de las velas, una mujer con arco.

— No es afán, necesito...

— El corazón de un hombre es se ha vuelto débil, incluso para cambiar el destino de una mujer — Dijo, observando hacia mí — Interponerse entre ella y la muerte.

— ¿Cómo sabe eso?

— Para curar el cuerpo de mis pacientes debo mirar en sus almas y la de este hombre es oscura, atormentada, vengativa — Me evaluó y me quedé parpadeando — Por amor puede cambiar.

— ¿Es una adivina?

— No, yo no adivino, yo veo — Dijo, tomando un frasco, sumergiendo un trozo de venda en el líquido, se aproximó a mí, me rozó el raspón de la frente y solté un siseo, intenté apartarme pero me sostuvo del brazo.

— Duele.

— No más que tu corazón por ese hombre.

— ¿Quién es usted?

— Solo una curandera de aldeanos — Dijo, tocando mi muñeca adolorida, envolvió con la venda — Hizo un buen trabajo al acomodarla, estará inflamada por poco tiempo.

— ¿Volverá a despertar?

Observó a Roquer — Tal vez si.

— ¿Cómo que tal vez? — Me desesperé.

— Solo Alcaicas puede decidir su destino — Dijo, señalando la escultura.

— ¿Alcaicas?

— La protectora de los hombres y mujeres.

— No había oído de ella — Dije, no creía en ese tipo de cosas.

— No es de este reino, es de Hilaria, una heroína que salvó a mi pueblo de la esclavitud, pero su generosidad no se limita a Hilaria, gracias a ella tengo este don, su sabiduría es la que me permite sanar y ver las almas.

Ésta mujer no era de Floris, parecía de alguna tribu.

— Si es generosa entonces puede salvarlo.

— No todos se salvan, depende también de sus propias luchas y este hombre tiene un alma cansada, tal vez solo desee ir con Alcaicas para que lo guíe hacia el descanso eterno — Dijo y negué con la cabeza.

— Tiene mucho por lo que vivir.

— Tu corazón es el que habla, anhelas que se salve porque su ausencia te traería más sufrimiento — Dijo, caminando por la choza — Lo entiendo, pero todos vamos a morir en algún momento.

— Él no morirá, no ahora.

Se detuvo en la mesa donde se hallaba Roquer.

— La suerte le sonríe, no había suficiente carga en la sustancia que penetró su cuerpo — Dijo, observando al hombre — Se trata de una extraña sustancia hecha con un hongo venenoso, en cantidades exageradas puede dejar los músculos y huesos paralizados, incluso la mente, estaría muerto en vida, respirando, pero sin sentir — Tocó el brazo de Roquer — Puede permanecer inconsciente por unos días.

— ¿Cuántos?

— No lo sé, habrá que mantenerlo hidratado para que no se debilite más.

— ¿Su protectora no puede revelarle cuándo despertará?

— No veo el futuro, solo sano y lo dejo en manos de ella.

Me froté los ojos.

— ¿Qué hay de la herida?

— Lastimó en hueso de su costilla, pero no penetró en ningún órgano, limpie y sellé la herida, dependerá del tiempo saber si se va a infectar o sanar.

Solté una larga respiración.

— Es fuerte, lo logrará — Susurré.

— Eres de sangre noble.

— No, no lo soy.

— Llevas la sangre de una baronesa — Dijo, observandome y me tensé — Y el título de una duquesa.

— No, no es así.

— Pronto lo tendrás.

— Y dice que no ve el futuro — Estreché mis ojos.

— No lo veo, pero eres la única con el apellido de Jones, las mismas llamas en las que ví el alma de este hombre te ví a ti.

— No deseo el título, solo quiero ser libre.

— Algunos no pueden huir de lo que han tratado para ellos — Dijo, acercándose — Este hombre es un asesino, un rufián, Alcaicas tal vez lo juzgue mientras lucha por su vida.

— No es malo.

— Cometió muchos errores que lo llevaron a este punto.

Me dolía la cabeza.

— Señora... Ya no siga.

— Es abrumador, pero la verdad se necesita ser escuchada, puedo parecer desquiciada para muchos que no creen y desconocen el poder de Alcaicas, descuida, suplicaré para que lo traiga de vuelta, pero te advierto, si despierta y sigue avanzando por el mal camino, no habrá otra oportunidad — Sus ojos oscuros brillaron — Morirá.

— Lo ayudaré a salir de ese camino.

Se alejó a las velas y siguió susurrando en otro idioma.

...****************...

No hubo progreso en los siguientes días, dormía, comía y bebía con la aldeana de los tres hijos, todas las mañanas iba hacia la curandera, donde se hallaba Roquer respirando costosamente, pero sin responder a mi llamado. La barba le había crecido y también el cabello, era rizado y de color negro.

Sus pómulos estaban muy pegados a la piel de su cara, como estatua, sin emoción, al tocarlo se sentía frío pero en algunas ocasiones muy caliente, cuando la fiebre hacía de las suyas.

Mi preocupación no se detuvo, mi esperanza de verlo abrir los ojos se apagaba con cada día y ni siquiera podía distraerme ayudando a buscar ramas secas para los fuegos, también al limpiar el cuerdo de Roquer con paños húmedos.

La curandera seguía diciendo cosas sin sentidos, sobre mi vida, sobre Roquer y su inmensa lucha con la protectora a la que adoraba.

Casi estaba a punto de suplicarle a la tal Alcaicas que se apiadara de Roquer.

No hubo respuesta alguna.

Estaba recogiendo más ramas cerca de la aldea, escuché caballos y observé hacia el camino.

Reconocí los uniformes y solté las ramas.

Corrí hacia la aldea.

— ¡No les digan nada, buscan al hombre que está inconsciente, por favor, si lo ven lo atraparán! — Grité a los aldeanos y corrí hacia la choza.

La curandera me evaluó.

— Han llegado uniformados, vienen por él, pero aún no está listo, si lo mueven de aquí morirá.

— Ayúdeme a ocultarlo, a ocultarme.

— Revisarán todo ¿Dónde te vas a esconder? — Sacó una manta y cubrió a Roquer de pies a cabeza — Es mi deber como curandera no entregar a una paciente sin que haya visto mejoría.

— Me esconderé en el bosque.

Salí de la choza.

Ya era demasiado tarde, los guardias a caballo se detuvieron afuera.

Tal vez no iban a reconocerme, tenía una vestido simple y una pañoleta cubriendo mi cabeza.

— ¡Escuchen, hemos venido hasta acá en son de paz, no pretendemos hacerles daño, solo buscamos a dos personas que están por esta zona! — Dijo uno de los guardias — ¡Dejen hacer nuestro trabajo y nos iremos rápido!

Los otros dos guardias bajaron de sus caballos.

Empezaron a registrar los aldeanos, observando cada uno de sus rostros, intenté escabullirme, pero aquel poblado solo tenía unos doce miembros.

El guardia se aproximó a mí, me observó detenidamente y luego sacó el cartel de búsqueda.

Comparó el rostro.

— ¡Sargento, hemos encontrado a la señorita Pepper!

El sargento observó hacia el guardia y luego a mí.

— Quítale la pañoleta.

Hizo lo que ordenó, mi cabello rojizo quedó al descubierto.

Los guardias se inclinaron en una reverencia.

— Mi lady, hemos venido a rescatarla... Díganos si estás personas la mantienen cautiva o conspiran para el criminal que la raptó.

— No soy prisionera — Dije y los aldeanos me evaluaron — Vine acá por mi cuenta.

— ¿Y el rufián que la raptó?

— Escapé de él — Dije en alto, esperando que ningún aldeano me delatara — Me escondí aquí.

— Eso significa que la estará buscando.

— No si es inteligente — Comenté, simulando los nervios — Ustedes ya vinieron por mí.

— Por supuesto mi lady, no permitiremos que vuelva a acercarse el infeliz, pero tenemos una orden de capturarlo, registren el lugar — Ordenó el sargento y me tensé.

— Señor, no creo que sea necesario, el rufián no se encuentra aquí.

— Solo para prevenir, pudo seguirla y ocultarse aquí — Hizo una seña.

— Quiero volver a casa, es lo que mi padre también quiere, necesito volver a la capital lo antes posible, fue una pesadilla horrible todo lo que he vivido — Insistí, viéndome desesperada y enojada.

— Tenemos un campamento, la pondremos a salvo en un carruaje y guardias la escoltarán a la capital.

Uno de los guardias entró a la choza de la curandera.

Observé hacia el umbral.

La bruja salió.

— ¿Quién es esta mujer?

— Es la curandera del pueblo — Dijo el anciano que ayudó a Roquer.

— Hay un cuerpo cubierto por una manta.

— Es un paciente que murió — Dijo la curandera.

— Registre el cuerpo — Ordenó el sargento.

Tragué con fuerza.

— No, no le gustará... Padecía de una enfermedad espantosa — La costurera abrió mucho los ojos — Su piel empezó a pudrirse y luego sus órganos, apestaba en vida, era asqueroso, no creo que usted quiera ver eso ¿O sí?

El soldado se quedó quieto, dudando.

— No lo revises — Ordenó el sargento — Debemos partir, señorita Pepper, venga con nosotros.

Observé a los aldeanos.

No quería irme, pero era mejor que Roquer no fuese descubierto, no volverían a revisar en esta aldea, así que estaba seguro aquí. Lamentaba no poder verlo despertar o saber si lo hacía o no.

— Muchas gracias a todos — Dije, avanzando hacia los guardias.

— A la orden, mi lady — Dijo la mujer y también el anciano.

Observé hacia la curandera.

Ella hizo un gesto de despedida con la cabeza.

El sargento extendió su mano y la tomé.

Subí al caballo, conteniendo las lágrimas.

Los guardias giraron y nos alejamos de la aldea.

No tenía más remedio, volvería nuevamente a mi jaula de oro y tal vez no podría ver a Roquer de nuevo.

Tenía el corazón sangrando y dolido.

— Mi lady, ya que su padre está en prisión, no estará protegida en lugares así, la lleváramos a la capital — Dijo el sargento.

— ¿Mi padre está en prisión? — Me sorprendí.

— Llegaron noticias en una paloma mensajera, su padre fue apresado y aunque no sabemos las razones, usted es importante testigo para declarar a su favor, es lamentable que un noble de tan gran título pase a ser juzgado, estoy seguro de que ha sido por una confusión, tal vez así planean desviar las cosas a favor de los criminales que la atacaron a usted y a su padre — Gruñó el sargento, observando hacia el camino.

Roquer estaría felíz por esta noticia.

Yo no iba a declarar a favor de mi padre, no después de que me enterara de que también era una pieza más en sus juegos.

Tampoco después de saber lo que le hizo a la familia de Roquer.

Mi padre se había convertido en mi enemigo.

Después de unas horas de cabalgata, llegamos a un campamento.

Bajé del caballo.

— Encontramos a la señorita Pepper, avisen a los demás grupos de búsqueda — Ordenó el sargento cuando se aproximaron a ver.

— ¿Estás seguro de qué es ella? — Un soldado me evaluó con desdén por mi ropa.

— Unos aldeanos la ayudaron, es normal que luzca así, no vuelvas a ofender a la señorita Pepper — Gruñó el sargento.

— Lo siento, señor.

— Preparen un carruaje, quiero a tres hombres escoltando a la señorita Pepper hasta la capital.

Los soldados se apresuraron.

— ¿Quién la encontró? — Preguntó otro soldado.

— Yo, por supuesto — Gruñó el sargento.

— Yo la encontré — Dijo otro soldado.

— ¡Basta ya, solo el duque decidirá quien se casará con Pepper! — Gritó el sargento.

Me tensé.

No quería casarme.

Estos hombres parecían buitres peleando por mí.

— ¿Aún eres virgen? — Preguntó otro soldado que me llegó por detrás.

Me giré y lo abofeteé.

— Cuando llegue a la capital, avisaré de sus comportamientos a mi padre — Gruñí.

— Mi lady, este hombre recibirá un castigo — Aseguró el sargento.

— ¿Qué hay del rufián? — Preguntó otro soldado.

— Lo seguiremos buscando, tenemos órdenes que cumplir, al menos estamos aliviados de que la señorita Pepper esté a salvo, con solo un rasguño que lamentar en su frente — Dijo el sargento — Ahora todos deberían ir a cumplir con sus obligaciones de encontrar rápido a ese bastardo.

Después de esperar un poco, el carruaje se aproximó.

Abrieron la puerta para mí.

— Suba, estará segura.

— Gracias — Gruñí, subiendo al carruaje.

Los guardias se prepararon para marchar.

El carruaje avanzó hacia el camino principal.

Derramé lágrimas.

Esperaba que Roquer estuviese bien, que no se dejara atrapar, pero sobretodo que viviera, que no me olvidara.

Él no quería estar a mi lado, tal vez pronto se olvidaría de mí.

Solo me conformaba con tener noticias de que había despertado.

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juana maria meneses bautista
fuerte inicio pero interesante como todas tus novelas autora ....
Irene Salas
Ésta historia es excelente de principio a fin, me encanta como se entretejen las historias de nuestros protagonistas y cómo la Escritora nos transporta a pasajes de las otras novelas, me gusta la capacidad tan creativa y le agradezco su esfuerzo por traernos sus lindas obras 😍👏👏👏👏👏💐
Irene Salas
Ay Autora ya me dejaste la intriga sobre la Reina y su parecido a la difunta tirana Vanessa 😓🤔
Irene Salas
Y la señorita Eudora trabajará para el Sir Levi y ahí surgirá algo interesante 😍
Irene Salas
Yo opino que ella sería una excelente asistente para el Sir, pues tiene cualidades que la hacen única al igual que su belleza exótica 😏
Irene Salas
Sí, sí, sí, sí y más sí, que Eudora se quede con el Sir 😍
Irene Salas
Creo que Roquer está experimentando los síntomas de un embarazo, claro que parece ser el hedor😏
Irene Salas
Ay capitán de pacotilla, el que ríe al último ríe mejor, ya quiero leer cuando en lugar de casarte con Pepper te quedes con un palmo de narices, por estúpido y pretencioso 😅
Irene Salas
Y llegaron a casa del tío de Pepper, quién se iba a imaginar que pasaría 🤔
Irene Salas
Pobre chico todo lo que tuvo que soportar y hacer, para sobrevivir con su pequeña hermana y todo por culpa del odioso duquesucho de pacotilla, que se encaprichó con su mamá y terminó en una terrible desgracia 😢😭😭😭
Irene Salas
Tras advertencia no hay engaño y si Roquer te dice que te alejes, aléjate porque el no responde por chipote chillón, sea chico o sea grande😏
Irene Salas
Ay no, puede ser el que se suponía que sabía cómo moverse, rápido lo drogaron y ahora Pepper será víctima de esos asquerosos tipos 😱😱😱
Irene Salas
Lo que hace el vino cuando se sube a la cabeza, pero los niños y los borrachos dicen la verdad, Roquer se está enamorando de Pepper, al parecer ella no es tan indiferente a eso🤔
Irene Salas
Ay pobre Roquer sufrió de abuso, el desgraciado de Carter ha de ser el soplón y a la fulana de la posada, le irá como en feria por chismosa😡
Irene Salas
Pobre alma atormentada la de Roquer y pobre de Pepper pues ella no tuvo ni voz ni voto en lo que ha hecho su "padre"🤔
Irene Salas
Ahora que lo pienso, yo conocí a una pareja similar a Roquer y Pepper, pues el chico huyó de casa con tan sólo 7 años de edad y pasó por muchas cosas y nunca olvidó el hambre que sufrió y nadie se apiadaba de él, cuando creció conoció a una chica hija única, que creció con comodidades y acostumbrada a tener lo que quisiera, pero sus caminos se cruzaron y terminaron en un matrimonio en donde él se encargó de humillarla y sobajarla, debido a la vida cómoda que tuvo y pues después de 7 largos años ella se divorció y creció a sus hijos sóla, bueno ésto se parece un poco a la historia de Roquer y Pepper🤔
Thailyng: Casualidades jejeje
total 1 replies
Irene Salas
De alguna manera Pepper es inocente, pues no sabe que ni es hija del duque y Roquer actúa así con ella porque piensa que es su amada hija, pero creo que ella le atrae mucho, también por eso la maltrata🤔
Irene Salas
Espero que leer el final de la maldad del duquesucho, el que ríe al último ríe mejor 😏
Irene Salas
Desgraciadamente Roker no puede sacar el odio de su mente y corazón, pero dentro de muy poco tiempo su mente y corazón estarán ocupados por cierta pelirroja 😏
Alex
Ojalá puedan cambiar el apellido al ducado
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