Hamilton, un príncipe rebelde que nunca ha encajado en el mundo de la realeza. Obligado a seguir el camino que su familia ha trazado para él, Hamilton sueña con una vida de libertad, lejos de las responsabilidades del trono. Sin embargo, todo se complica cuando su corazón comienza a latir por Esmeralda, una humilde criada del palacio. Su amor prohibido pone en peligro no solo sus vidas, sino también el destino del reino.
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capitulo 15
Hamilton narrando...
Después de que Jales se fue, todos decidieron dormir, esperando que todo en el reino volviera a su estado normal. cual era.
Realmente espero que la idea de Esmeralda funcione y que ese idiota haga su parte.
–¿Vas a volver a dormir en el sofá? (Le digo a Esmeralda que se alista para dormir).
–Me voy a sentar aquí un rato y luego me iré a la cama. (Habla sentada en el sofá).
–Dices lo mismo durante dos semanas y terminas durmiendo ahí. (digo mientras me acuesto en la cama). es tan malo ¿Entonces dormir a mi lado?
–Nada de eso. (Habla rápidamente). Simplemente prefiero dormir porque lo encuentro más cómodo.
¿Cómodo? (Digo levantándome de la cama con una sábana, me acerco al sofá y me siento a su lado). Mañana tendré una cama hecha con los mismos materiales que se usaron en este sofá desde que me gustó mucho.
–No es necesario… (dice).
–Claro que necesito, ¿cuánto tiempo te quedarás durmiendo aquí? (Hablo). Imagínate si alguien entrara aquí y te viera. durmiendo aquí y yo durmiendo en la cama, ¿crees que dirán cosas positivas?
–Tienes toda la razón. (Dice poniéndose un mechón de pelo detrás de la oreja).
–Por eso te voy a hacer compañía hasta que nuestra nueva cama esté lista. (Hablo y uso sábana para cubrir mi cuerpo y el de ella).
¿Qué estás haciendo? No puedes dormir aquí. (Ella habla). Eres el futuro rey.
–Y tú serás mi reina. (Hablo mirándote a los ojos).
–Pero esto es diferente. (Habla rápidamente).
–Puedes incluso dormir en el baño pero si quiero usar lo haré, porque soy tu marido y debes ser sumisa conmigo, no tiene sentido intentar escapar. (Hablo y le tomo la barbilla). ¿Entendiste?
–Ssí. (Habla, apartando la mirada de la mía).
–Sí, ¿qué? (Hablo acercando mi boca a la tuya).
–Nno intentaré huir de ti. (Habla en voz baja).
–Me alegro que hayas entendido. (Hablé y por impulso terminé tocando sus labios rosados y ella intentó alejarse pero la detuve). No intentes escapar.
Intentó alejarse nuevamente pero la agarré por la cintura y la atraje hacia mí, y seguí besándola, lo que terminó permitiendo que mi lengua entrara en su boca.
Después de un rato de besarme, mis manos ya intentaban quitarme este vestido que me impide tocarla en lugares prohibidos, y una de sus manos está en mi cuello y la otra en mi pecho.
Respirar.
Nos olvidamos por completo de respirar.
Detengo el beso respirando pesadamente y la miro, que no deja de parpadear, su mirada va a mis ojos y luego a mis labios.
–Vamos a acostarnos aquí, es muy incómodo, no es un pedido. (Hablo después de romper el beso y tomar tu mano). Y tendrás clases, ¿verdad?
–Sí… quiero decir que no, Angelina no vendrá mañana. (Habla sin aliento, luciendo perdida).
–¿Angelina? (digo haciéndola levantarse).
–Pidió que la trataran así, dijo que ahora somos amigas. (Habla Esmeralda). Ella es muy buena conmigo.
–¿Es ella la única amiga que tienes? (Pregunto porque nunca la he oído hablar de amigos).
–Tengo otros que tengo desde pequeño, como Futura. (Ella habla).
Esmeralda obedece y nos dirigimos a la cama, cada uno por nuestro lado, creo que esta fue la conversación más larga desde que nos conocimos ya que ella se limitó a decir simplemente "si señor", "a sus órdenes, alteza" o "quiere". ¿Algo más, príncipe?"
En cuanto al beso... sinceramente no sé qué decir. Quería besarla y lo hice, y lo haré cuando quiera.
Horas después...
–Creo que dormí demasiado. (Digo poniéndome de pie mientras me paso la mano por la cara).
Miro al otro lado de la cama y Esmeralda ya no está.
Hasta ahora no sé porque hice eso pero no me arrepiento, de hecho si pudiera lo volvería a hacer.
Mierda. (digo yendo hacia el baño). ¿Qué me está pasando?
Me doy una larga ducha de agua fría, cuando termino voy al armario y elijo qué ponerme.
Hoy opté por una camisa beige, pantalón negro y zapatos negros también. Rápidamente me cepillo el pelo y lo recojo.
Bajo y no hay nadie en la mesa, ya deben haber comido.
Sigo buscando a Esmeralda pero no la encuentro y decido volver a la habitación, tal vez ella volvió allí.
–Delfina. (Llamo a la camarera que pasaba, quien al verme tenía una sonrisa en el rostro y vino saltando hacia mí).
–Buenos días, mi señor. (Dice que quiere besarme la cara pero yo retrocedo).
–Ponme en tu lugar, ¿qué te parece? (Hablo y su sonrisa desaparece rápidamente).
–Lo siento, pensé que me necesitabas, mi compañía. (Ella habla).
Solo porque te usé un par de veces no significa que creas que te necesito, no seas estúpido.
(Hablo y ella baja la cabeza). Así como otros me llaman príncipe, señor o alteza, nunca más me llames "Tú", ¿entiendes?
–Sí, su alteza. (Ella habla).
–¿Dónde está Esmeralda? (Hablo).
–Ya estoy aquí, marido mío. (Habla Esmeralda acercándose a mí, me toma del brazo derecho y mira a Delfina). Necesito algo.
–Ah… no te encontré en el Palacio. (O sea, Esmeralda parece estar muy enojada, ¿qué pasó?).
–No debes preocuparte, estaba con Nicolas, estábamos practicando el tiro al blanco. (Ella habla). Delfina, creo que ya puedes irte.
–Disculpe, alteza. (Delfina habla y se aleja, en el mismo momento Esmeralda me suelta el brazo).
–Creo que debes tener hambre, así que te preparé sopa de brócoli y ya está en la mesa. (Ella habla). ¿O Delfina ya te ha dado algo de comer?
¿Por qué está tan enojada?
¿Es por el beso de ayer?
–No, tengo hambre, ¿vendrás conmigo? (Hablo y ella comienza a dirigirse hacia las escaleras).
Bajamos las escaleras y nos acercamos a la mesa, le saqué la silla y luego fui a sentarnos.
Estoy comiendo la sopa y ella está parada con los brazos cruzados mirando Dios sabe dónde.
–La comida estuvo genial, gracias. (Digo mirándola, quien todavía tiene el ceño fruncido).
No hace falta que digas gracias. (Habla rápidamente).
–Esmeralda, ¿pasó algo durante el entrenamiento? (Les digo que esto ya me está poniendo de mal humor a mí también).
¿Debería? (Habla con el ceño fruncido y me mira).
–Estás de mal humor y estás siendo muy irritante, esto me está molestando. (Hablo y ella me mira fijamente).
–Perdón, no quería molestarte con mi presencia, mejor llama a Delfina para hacerte compañía. (Dice queriendo levantarse pero le tomo la mano).
–Tu presencia no me molesta, ¿y para qué quieres llamar a Delfina, qué tiene que ver ella?
(Hablo sin entender).
–Oye, ¿no es ella quien te hace compañía cuando yo no estoy o cuando tus otras chicas no están? (Ella dice, ¿qué le pasó?).
–¿Estás celoso? (digo sonriendo).
¿¡No!? (Saca su mano debajo de la mía). Simplemente no me gusta, no me importan los demás.
Esmeralda levanta la fica desarmando a la mesa.
–Que eso lo hagan los empleados, ¿se te ha olvidado que ya no lo eres? (digo poniéndome de pie).
–No está de más echar una mano a tus empleados de vez en cuando, ¿sabes? (Dice, recogiendo algunas cosas y dirigiéndose hacia la cocina).
Esmeralda. (Recojo el resto que quedó en la mesa y lo llevo a la cocina también). ¿Es sólo porque no me gusta?
–Por supuesto, ¿hay alguna otra razón para ello? (Dice bajando los platos y yo hago lo mismo).
–¿No es por el beso? (Digo acercándome a ella).
–Sigues recordándome que eres mi marido, ¿crees que eso me molestó? (Dice poniendo los ojos en blanco).
–Parece que tomaste todo lo que aprendiste de Angelina, su amabilidad, amabilidad y lo tiraste a la basura.
(Digo tocando tu cara). Me preocupa, ¿alguien te lastimó?
–¿No te molesta más? (Él habla).
–No, ahora estoy preocupada. (Hablo y le doy un beso). Toda tu belleza se esconde en ese rostro tuyo cerrado.
¿Qué hermoso? (Habla y empiezo a repartir varios besos en su cara). ¿Crees que soy bonita?
–Claro que sí, entre las personas más bellas del reino estás en segundo lugar, justo detrás de mí claro. (Hablo y ella sonríe). Si sonríes, es posible que seas lo primero.
–Eres el segundo hombre que dice que soy una de las mujeres más bellas del reino, pero no soy tan hermosa. (Ella habla y la beso).
–Claro que lo es, muy bonita la verdad. (Digo sosteniendo tu cintura).
Gracias. (Dice sonriendo).
–¿Y quién fue la primera persona que te lo dijo? (Pregunto, dirigiéndola hacia la puerta).
–Era Ja… era mi padre. (Habla con torpeza).
–Y no mintió. Cuando estás enojada hablas mucho y ni siquiera pareces la misma Esmeralda. (Hablo mientras camino con Esmeralda y nos encontramos cara a cara con Nicolás). Sé que llego tarde al entrenamiento pero ya me dirigía allí ahora mismo.
–Elsa estuvo aquí hoy. (Nicolás habla mirando a Esmeralda).
–¿Por qué no me lo dijiste? Hace tiempo que no la veo. (Hablo).
–Estabas durmiendo y no quería molestarte. (Habla Nicolás).
Elsa es la ex novia de Nicolás, estuvieron juntos tanto tiempo que todos pensaron que terminarían casándose.
–Siempre me molestas mientras duermo, igual que Alma, ¿pero hoy decidiste no molestarme? (Dice riendo). Sólo di que querías estar a solas con ella.
–No estábamos solos, cuando ella llegó yo estaba entrenando con Esmeralda. (Habla Nicolás).
Pero luego Esmeralda se fue sin decir nada.
–Voy a montar un poco, hasta luego. (Dice Esmeralda mirando a Nicolás y se aleja de mí, luego vete).
–Es realmente así para mí o no tuvo nada que ver conmigo sino con… (hablo en voz baja).
¿Entrenamos? (Habla Nicolás sacándome de mis pensamientos)