Sinopsis:
En el pequeño y aparentemente tranquilo pueblo de Santa Lucía, las vidas de sus habitantes están entrelazadas con secretos oscuros y pasiones peligrosas. Lo que comienza como una serie de infidelidades desenmascara una red de violencia, traición y asesinato. A medida que las sombras en la oscuridad se vuelven más espesas, los habitantes deben confrontar sus propios demonios para sobrevivir.
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Capítulo 8: Un Nuevo Amanecer
El sol se alzaba sobre los edificios de la ciudad, tiñendo el cielo de tonos dorados y rosados mientras Mariana, Pablo, Clara y Javier se despertaban en su nuevo hogar. A medida que la luz del día se filtraba por las cortinas, una sensación de calma y esperanza llenaba la habitación.
Mariana se estiró en la cama, sintiendo el calor reconfortante de la luz del sol en su rostro. Habían pasado semanas desde que dejaron Santa Lucía, y cada día que pasaba les acercaba un poco más a su nueva vida. Se giró hacia Pablo, quien aún dormía a su lado, y le dio un beso suave en la mejilla. "Buenos días, amor," susurró.
Pablo abrió los ojos lentamente, sonriendo al ver a Mariana. "Buenos días, mi amor. ¿Cómo te sientes hoy?"
Mariana
Clara y Javier ya estaban despiertos, preparando el desayuno en la cocina. El aroma del café recién hecho llenaba el aire, mezclándose con el olor de las tostadas y el bacon. "¿Quién quiere café?" preguntó Clara con una sonrisa.
Mariana y Pablo se unieron a ellos en la cocina, compartiendo anécdotas y risas mientras disfrutaban del desayuno juntos. Aunque habían dejado atrás muchos recuerdos dolorosos, la conexión entre ellos solo se fortalecía con el tiempo.
Después del desayuno, Clara sugirió dar un paseo por la ciudad para explorar su nuevo entorno. "Todavía hay mucho por descubrir. ¿Qué les parece si vamos al parque?"
Todos estuvieron de acuerdo y se dirigieron al parque, disfrutando del sol y el aire fresco mientras caminaban por los senderos arbolados. Mariana y Pablo se tomaban de la mano, sintiendo la brisa acariciar sus rostros con suavidad. "Es hermoso aquí," comentó Mariana, admirando la belleza del paisaje.
Ayuda
Clara y Javier caminaban unos pasos más adelante, perdidos en su propia conversación. Mariana les sonrió, agradecida por tenerlos a su lado en este nuevo capítulo de sus vidas. Sabía que juntos podrían enfrentar cualquier desafío que se les presentara.
Mientras caminaban, se encontraron con un grupo de niños jugando en el césped, riendo y correteando entre ellos. La alegría y la inocencia de los niños llenaban el aire, y Mariana no pudo evitar sentir un nudo en la garganta al recordar los momentos difíciles que habían dejado atrás.
Pablo la abrazó con ternura, comprendiendo sus pensamientos sin necesidad de palabras. "Estamos aquí ahora, juntos. Y eso es lo que importa."
Alguno
Mientras preparaban la cena juntos en la cocina, compartieron historias y recuerdos de sus vidas en Santa Lucía. Aunque algunos de los recuerdos eran dolorosos, también había momentos de felicidad y camaradería que atesoraban en sus corazones.
Después de la cena, se sentaron juntos en el sofá, contemplando el resplandor de las luces de la ciudad desde la ventana. La noche estaba tranquila y serena, y Mariana sintió una sensación de paz y gratitud llenar su corazón.
"Estoy agradecida por todo lo que tenemos," dijo Mariana, mirando a sus amigos con cariño. "No sé qué haría sin ustedes."
Pablo la abrazó con fuerza, sintiendo el amor y la conexión que compartían. "Somos una familia, Mariana. Siempre estaremos juntos, pase lo que pase."
