No, esto no puede ser cierto. Esa mujer no pudo destruir mi vida aún más de lo que ya lo ha hecho. ¿Qué más quiere de mí?, ¿acaso planea mi muerte?. No, si me quisiera muerto lo estaría. Quiere que pase mi vida postrado, arrastrándome como un gusano.
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Último encuentro
Dorian: ¿aún recuerdas mi rostro?.
Alberto: como podría olvidarlo. Pensé que moriría antes de verte orta vez.
Dorian: ¿por qué esa expresión?. Es como si me hubieras estado esperando. Vine a quitarte todo aquello que valoras.
Alberto: es tuyo, todo lo que tengo es tuyo.
Dorian: río con ironía, ¿todo?
Alberto: todo, cuando te fuiste descubrí toda la verdad. No sabes cuánto me arrepiento, te traté injustamente.
Dorian: oh, así que ya lo sabes. Pero no has hecho nada, sigo viendo las mismas caras desagradables rondando como moscas.
Alberto: perdí mi oportunidad de juzgarlos, soy tan culpable como ellos. Pero me alegra verte en pié pensé...
Dorian: ¿que estaría inválido?. No sabes todo lo que tuve que hacer para llegar hasta aquí. Incluso esta noche para estar en pié frente a ti, me he tragado el dolor que me causa cada paso que doy. Pero quería verte, quería hacerte pagar por todo lo que me has hecho, pero al parecer llego tarde.
Alberto podía mirar la frialdad en los ojos de su hijo, que no se compadecía ni porque estuviera en su lecho de muerte. Esa misma frialdad con que el siempre le había mirado. Ya no había cariño, ni anheló en su expresión, solo rencor y le dolía pero no podía reclamar. Él mismo había sembrado lo que ahora recogía, así que de sus ojos salían pequeñas lágrimas.
Dorian: ¿qué pasa?, la enfermedad te ha ablandado.
Alberto: no, es solo que tienes razón en odiarme. Por eso no pediré tu perdón, no lo merezco.
Dorian: así que eres consiente de ello.
Alberto: lo soy, pero aún así estoy feliz de verte antes de morir.
Dorian: ¡no!, !no puedes morir todavía!. Tienes que ver como destruiré todo por lo que trabajaste toda tu vida.
Alberto: creo que no podré complacerte. El veneno que Rosalin me dió pronto cumplirá su propósito y ya te dije que todo lo que tengo es tuyo así quieras destruirlo.
Dorian: si ya no te importa tu empresa o la serpiente de Rosalin y el malnacido de Adrián, entonces tu amante es la que pagará el precio.
Alberto: ella es lo único que no me pertenece. Nunca ha sido mía, siempre la destiné para alguien más. Alzo mi mano y toco su rostro, lo siento tensarse por la sorpresa. Eres idéntico a tu madre. ¿Cómo pude olvidarlo?, se que ella donde quiera que esté no me perdonará. Pero no hay nada que pueda hacer. Espero que aceptes mi último regalo, te lo dejo con la intención de que sane todas esas heridas que yo provoqué. Solo te pido que la cuides, no seas tan tonto como tu padre.
Dorian: ¿pero que está diciendo?. Por tanto tiempo me preparé para este momento y ahora me sale con esto. Venía preparando para su desprecio, no para esto y ¿de que habla? !!!
Siento su respiración más débil, le cuesta tomar aire y su mano cae de mi rostro, pero la atrapo a mitad de camino . ¡No!, ¡no te mueras aún!. ¡No puedo perdonarte!, ¡ódiame!, ¡ódiame como siempre lo hiciste!. Mírame con reproche, no como si fuera lo mas valioso para tí, no estoy ... preparado para esto.
Alberto: lo siento... ya no tengo... tiempo. Eres lo más valioso que tengo, aunque no supe apreciarlo. Se feliz Dorian... es lo único... que pido para ti, se feliz y perdona a este hombre necio que es tu padre. No lo hagas por mi, sino por ti. Deja ir ese odio antes de que te consuma y si alguna vez tienes un hijo, no cometas los mismos errores que yo. Se ... mejor, se tu mismo. Me arrepiento... de no haberte conocido hijo y gracias por venir a ver ....a este viejo.
Dorian: ¡no es justo!, eres un... tramposo. Me sales con esto después de todo lo que pasó entre nosotros. ¿Como... te atreves?. Antes de darme cuenta estoy llorando, lo veo sonreír por ultima ves. Mientras el brillo de sus ojos se apaga y el subir y bajar lento de su pecho se detiene y expira su último aliento. Lo que pensé que encontraría y lo que encontré no fue lo que esperaba. Me ha dejado con un gran peso en el pecho, tal parece que esperaba mi visita para morir. Veo su rostro que está perdiendo color y aún mantiene esa sonrisa. Suelto su mano, me marcho con las ideas revueltas y un nudo en la garganta. Pensé que estaba listo para enfrentarlo. Hubiera sido preferible ver ese rostro severo, inexpresivo, que esa mirada cálida llena de cariño. No se que pensar ahora pero no puedo perdonarlo, no puedo sencillamente olvidar el pasado o todo lo que sufrí y aún sufro habrá sido en vano. No creí que volvería a sentirme vulnerable.
Connor: mi cabeza va a explotar. ¿Cuándo me dormí?, ni siquiera me di cuenta. Miro hacia la cama, Alberto esta muy tranquilo. Alberto, Alberto, me acerco, no, no me digas que tu... Con solo tocar su cuerpo puedo darme cuenta de que ha fallecido hace tiempo, pero aún asi compruebo su pulso para confirmarlo. Pero es extraño que me haya dormido así y por como me siento ahora parece que alguien usó alguna sustancia para provocar el sueño. Al lado de Alberto la cama muestra señales de que alguien estuvo sentado junto a el y por la expresión de mi amigo fue una visita que esperaba. Hay una sonrisa en su rostro y se ve en paz, solo dos personas podrían lograr eso. Así si que tengo la sospecha de quien podría ser. Ahhh como le diré esta noticia de seguro será un golpe duro.
Isabella llevo horas aquí y nada de la figura que todos esperan. Solo el representante de esta misteriosa empresa, pero nada del intelecto detrás de escena.
Miguel: al parecer a quién todos quieren conocer no vendrá.
Isabella: si es asi vámonos, no quiero estar fuera por mucho tiempo. Algo no se siente bien.
Cristofer: señora Isabella me daria unos minutos de su tiempo.
Isabella: usted es el representante de Imperio.
Cristofer: así es, y nos interesa mantener negocios con las empresas Lombardi.
Isabella: no hago negocios con quién no conozco.
Cristofer: si lo dice por mi socio, tendrá la oportunidad de conocerlo. Es solo que a el no le gustan este tipo de eventos. Pero si prefiere podemos organizar un encuentro aparte.
Isabella: esta bien, dejé los detalles con mi secretario yo ya debo irme, si me disculpa. Estoy en mi auto cuando el teléfono suena, ¿Connor? ¿qué sucedió?.
Connor: no te alteres, pero falleció, Alberto falleció.