Lágrimas De Cristal

Alejandra: *ya han pasado seis meses, mentiría si dijera que estoy de maravillas. Ya no queda rastro de la mujer que una ves fui. Ahora me acompaña un semblante enfermizo, un color pálido y contrariamente a mi estado el embarazo marcha bien. La única preocupación es hasta cuándo mi cuerpo resistirá. Omar no se ha despegado de mi lado siempre me anima y puedo ver la alegría en su rostro cada vez que los bebés se mueven en mi vientre al escuchar su voz. Mi cuerpo ha perdido mucho peso y mi vientre sobresale tanto que parece una pelota y aún así dice que soy la mujer más hermosa del mundo. Y aunque lo oculta se que está triste. Kent viene a visitarme todas las semanas, no me dió detalles pero dijo que el asunto de mi familia se había resuelto y que no debía preocuparme por ellos nunca más. Hoy también viene y es perfecto ya que necesito un favor.*

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Kent: *la encuentro entretenida con su teléfono*. ¿Qué lees?

Alejandra: hola, una novela. La enfermera me recomendó una aplicación y ese ha sido mi pasatiempo hasta ahora. La verdad es muy entretenido.

Kent: me alegra escucharlo, vine a ver como te encuentras.

Alejandra: lo sé te esperaba, te debo mucho pero necesito otro favor.

Kent: ¿que dices? no me debes nada, te ayudo con gusto ¿qué necesitas?

Alejandra: se que no me queda mucho y me preocupa Omar. Por favor cuida bien de él y de los niños.

Kent: lo haría aunque no me lo pidieras. La verdad me agrada mucho ese muchacho y se que sera un golpe duro para todos, pero sobre todo para él.

Alejandra: mi único arrepentimiento es no haberlo escogido. No estaría en esta situación ahora, pero no se puede cambiar el pasado.

Kent: hay alguien que quiere conocerte, era amigo de tu padre. Le dije que pediría tu opinión, la verdad es una persona peligrosa y se mueve en un mundo muy turbio. Pero gracias a el llevamos ante la justicia a tu familia.

Alejandra: si es amigo de mi padre entonces es bienvenido.

Kent: se lo haré saber, ¿qué harás con la empresa y negocios de tus padres?

Alejandra: quiero dejarlo de patrimonio para mis hijos y para Omar.

Kent: me parece bien. Me encargaré de todos esos temas legales.

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Omar: ¡oh! al fin alguien la ha separado de la pantalla del teléfono. Comienzo a creer que he sido remplazado por un personaje de una novela.

Alejandra: no exageres, tu eres mi mas querido protagonista.

Kent: jajajaja se nota que están de buen humor, bueno ya debo marcharme. En estos días esa persona vendrá a visitarte.

Alejandra: esta bien, lo recibiré con gusto.

Omar: ¿un visitante? tengo que ponerme celoso.

Alejandra: para nada, es un amigo de mi padre. Ahora ven aquí, sabes que mi mayor antojo son tus brazos.

Omar: como ordene mi reina

Alejandra: jajajaja así es.

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Omar: *estoy en el balcón y veo salir a dos personas de un auto. Supongo que son las visitas así que iré a despertarla. La muevo un poco.*

Alejandra: mmh ¿qué sucede?

Omar: creo que el amigo de tu padre ya llegó.

Alejandra: entonces ayúdame a llegar a la sala.

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Dimitri: es un gusto conocerte al fin. Soy Dimitri Ivanova y el es mi hijo Noha.

Noha: hola, gracias por recibirnos.

Alejandra: el gusto es mío, siéntense. Kent me dijo que eras amigo de mi padre.

Dimitri: así es, pero antes que nada tu eres Omar ¿no?

Omar: sí, gracias por su ayuda.

Dimitri: no hay de qué, he venido con mi hijo ya que necesitarás su ayuda.

Omar: ¿su ayuda?

Noha: sí, Kent se puso en contacto conmigo por el tema de los bienes. Te ayudaré a limpiar las ratas de la empresa Danvers.

Omar: ¿eh?

Alejandra: te dejaré a cargo de todo lo que poseo, de todas maneras de nada me sirve ahora.

Omar: eso les pertenece a tus hijos.

Alejandra: y a tí que eres su guardián, sé que velarás por ellos.

Omar: ¿estás segura? no quieres hacer otro arreglo. Estaré de acuerdo con lo que digas.

Alejandra: esta bien así, está vez elegí con sabiduría.

Noha: acompáñame quiero mostrarte algo.

Alejandra: ve, no te preocupes.

Omar: esta... bien.

Dimitri: se ve que es un buen muchacho. Otro no habría puesto tantas objeciones.

Alejandra: lo es, Kent me estuvo diciendo que fue gracias a tu ayuda que mi familia está en la cárcel.

Dimitri: así es.

Alejandra: sé en que mundo te mueves.

Dimitri: ¿te molesta tratar con alguien como yo?

Alejandra: para nada y ya que has venido a verme debiste apreciarlos mucho.

Dimitri: así es, les debo mucho a tus padres.

Alejandra: por eso creo que puedo hacer está petición tan descaradamente. El día que muera me preocupa dejarlos atrás y que den problemas en un futuro, preferiría que se fueran conmigo.

Dimitri: sin duda eres como tú madre. Ella era la persona más amable que pudieras conocer, pero si alguien cruzaba la línea contra los suyos no le temblaba la mano para hacerlo pagar. No te preocupes el día que partas yo mismo los enviaré al infierno. Pero por ahora están de paseo prolongado en el purgatorio.

Alejandra: no sabes cuan feliz me hace escuchar ésas noticias.

Dimitri: *sonrío. No es tan apacible como parece y he visto mucho ese brillo de maldad para no reconocerlo. Se nota que es su hija*. Bueno me marcho, te dejaré descansar y no te preocupes nosotros siempre velaremos por ellos.

Alejandra: eso me tranquiliza.

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Omar: ya se fueron. Me sorprendiste con esa decisión, no era necesario llegar tan lejos.

Alejandra: no te preocupes por eso ahora y aprovechemos este momento. Pronto tendré que estar tiempo completo en el hospital.

Omar: lo sé. *Voy hacia ella y la abrazo, se vuelve pequeña en mis brazos. A veces temo sostenerla fuerte, se ve tan frágil. Aunque solo físicamente, desde que supo lo que pasaría no la he visto amedrentarse y eso es algo admirable. Yo en su lugar ya habría enloquecido.*

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Olivier: he venido a llevarlos. Ya está lista la habitación, la he mandado a acomodar para que ambos se queden. Se que no te querrás apartar de su lado.

Omar: te lo agradezco. *Ya han pasado dos meses desde que está internada y ha sido el tiempo más difícil que he tenido. En dos ocasiones su corazón se detuvo y tuvieron que reanimarla, por suerte sobrevivió pero se que estuve tan cerca de perderla, de verla morir sin poder hacer nada y eso me llena de impotencia. Todas las noches rezo y pido un milagro, se que el tiempo se acaba. Ésta noche será la cesárea, los médicos no quieren prolongarlo más. Ya los bebés estan formados y lo suficientemente fuertes. Con ocho meses hay menos riesgos para ellos, pero lo que me destroza es que es posible que no sobreviva a la intervención y si lo hace solo le quedarán días. Su cuerpo está muy débil, según los médicos es un milagro que haya resistido tanto.*

Alejandra: no estés triste, sabíamos que pasaría. Yo ya he logrado mi meta. Así que ahora, tengo la confianza para decidir sus nombres.

Omar: ya te has decidido. *Ya que era incierto si sobrevivirían aún no había elegido sus nombres.*

Alejandra: si, que tal Alexis y Alexa Harris Danvers

Omar: ¿lo dices en serio?, quieres que lleven mi apellido.

Alejandra: sí, tu serás su padre. No quiero que sepan nunca de la existencia de Julián.

Omar: el puede buscarlos un día.

Alejandra: no, no lo hará. Me he asegurado de eso. Pero quiero que concedas mi último deseo.

Omar: si está en mis manos, haré lo posible.

Alejandra: se feliz, reconstruye tu vida y vívela con plenitud.

Omar: me pides algo muy difícil, no quiero perderte.

Alejandra: lo sé, pero no hay nada qué hacer y se que es difícil lo que te pido. Pero no te cierres, permítete volver a empezar. Sabes si existiera otra vida, me gustaría volver a encontrarte.

Omar: *no puedo evitarlo. Me acomodo en su pecho y lloro como si fuese un niño y le digo entre lágrimas*. No te prometo nada, pero lo intentaré. *Me quedo así, ella solo acaricia mi cabeza hasta que somos interrumpidos por la enfermera. Ya es hora, la veo marchar por el pasillo hasta el quirófano. Me siento en la sala de espera hasta que me avisen para prepararme, ya que estaré con ella. Aún en ese frío pasillo me reconforta no estar solo mientras pasan los minutos que parecen eternos y veo como mi mundo se derrumba. La quise desde la primera ves que la vi y con el paso de los años nunca pude olvidarla. No importa cuantas relaciones tuviera. Y cuando al fin nuestros caminos se alinearon, tengo que verla morir así.*

Kent: no te preocupes, no estarás solo.

Dimitri: se fuerte, para que cumplas lo que te ha pedido.