La protagonista, Elyssia Thalassian, una noble elfa de Evergreen, se ve atrapada en el vórtice de estas tensiones milenarias. Comprometida con el príncipe elfo, Aldarion Galadrim, su mundo se desmorona cuando una tragedia desata la ira entre vampiros y hombres lobo, poniendo en peligro la ya frágil paz. En un acto desesperado por evitar la guerra, el rey elfo ofrece la mano de Elyssia al príncipe vampiro, Damien Nocturne, en matrimonio, una decisión que altera el destino de todos los involucrados.
Elyssia, arrancada de su amor de infancia y lanzada a un mundo oscuro y desconocido, debe navegar la política de sangre y poder para encontrar su lugar. Mientras lucha por reconciliar su deber con su corazón, descubre que las verdaderas amenazas a su mundo y a su felicidad provienen no solo de las antiguas enemistades, sino también de secretos oscuros y lealtades divididas.
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Capítulo 8, Preparativos nupciales
Mientras la manada se acercaba sigilosamente a las inmediaciones de Lúmenor, Elyssia se encontraba en su habitación, rodeada por la efervescencia y la emoción de sus primas gemelas, Adelina y Elara. Las dos encantadoras jóvenes elfas estaban ocupadas preparando a Elyssia para su gran día, sus manos ágiles y expertas moviéndose con gracia mientras vestían a la novia con un elegante vestido de seda y encaje.
El vestido es de un blanco puro, como la nieve recién caída en el bosque de Lúmenor en una mañana de invierno. Está confeccionado en seda suave y delicada, que cae en pliegues suaves y fluidos alrededor del cuerpo de Elyssia, envolviéndola en una aura de elegancia etérea.
El corpiño ajustado está adornado con intrincados detalles de encaje, que se entrelazan en patrones de hojas y flores, evocando la belleza natural del bosque encantado de Evergreen. Las mangas son largas y delicadas, hechas de encaje transparente que se ajusta suavemente alrededor de los brazos de Elyssia, añadiendo un toque de romanticismo y feminidad a su atuendo.
La falda del vestido cae en cascadas de tela suave, creando una silueta elegante y esbelta que resalta la figura esbelta de la novia. La parte trasera del vestido se abre en una elegante cola que se extiende majestuosamente detrás de ella, como un rastro de estrellas brillantes en el cielo nocturno.
—Oh, Elyssia, estás absolutamente radiante —exclamó Adelina, su voz llena de admiración mientras ajustaba el velo de la novia—. El príncipe Aldarion será el hombre más afortunado del reino al tenerte como esposa.
Elyssia sonrió con gratitud, su corazón lleno de emoción y anticipación por lo que el día traería consigo.
—Gracias, queridas primas —dijo con suavidad—. Estoy tan emocionada de finalmente casarme con Aldarion y comenzar nuestra vida juntos.
Elara sonrió con complicidad, sus ojos brillando con la misma emoción que los de su prima.
—¡Y nosotras también estamos emocionadas! —exclamó, su voz llena de alegría—. De hecho, hemos estado hablando y… nosotras también queremos casarnos pronto.
Elyssia se giró hacia sus primas con sorpresa, sus ojos brillando con interés mientras las escuchaba.
—¡Oh, eso es maravilloso! —exclamó con entusiasmo—. ¿Con quién planean casarse?
Adelina y Elara intercambiaron una mirada cómplice antes de responder.
—Bueno, aún no lo tenemos todo planeado, pero… tenemos algunas ideas —dijo Adelina, su voz llena de misterio.
—Si… bueno, tenemos algunos —explicó Elara, mientras peinaba el hermosos y dorado cabello de Elyssia —. Estábamos pensando en que puede ser Faelon Silvamir y Thalor Cielodoro, o tal vez Lorien Hojasombra, Eldarion Vaelaris o Thranduil Brisaveloz, pero no lo sabemos.
Elyssia rió con alegría, emocionada por el futuro de sus queridas primas. Todos esos hombres eran jóvenes valientes, honorables y de noble cuna
—Estoy segura de que con cualquiera de esos hombres a los que elijan encontrarán a alguien que las haga tan felices como Aldarion me hace a mí —dijo con sinceridad—. Y cuando llegue el momento, estaré aquí para ayudarlas en todo lo que necesiten.
Las tres primas se abrazaron con cariño, compartiendo un momento de amor y apoyo mutuo mientras se preparaban para el día más importante en la vida de Elyssia. Con la promesa de amor y amistad entre ellas, se enfrentaron juntas al futuro, listas para lo que el destino les tenía reservado.
En la sala del trono de Lúmenor, el rey Elario y el príncipe Aldarion estaban ocupados recibiendo a los aldeanos y campesinos que buscaban audiencia con ellos. La sala resonaba con el zumbido de las conversaciones y las peticiones de los visitantes, el rey había aceptado ver a los súbditos aunque era el día de la boda de Aldarion con la futura reina de Evergreen, cuando de repente, la atmósfera se cargó de tensión con la llegada imponente de Thorgal y la manada del norte, liderados por Lucien, el embajador de Nocturnia.
Thorgal, con su mirada feroz y su presencia dominante, exigió con voz firme:
—Queremos la paz entre nuestros pueblos. Y para tenerla queremos la cabeza del príncipe Aldarion por la muerte de Astrid, mi hija.
El príncipe y la guardia real se pusieron en alerta, desenfundando sus espadas en preparación para la batalla que se avecinaba. Aldarion, con determinación en sus ojos, desafió a Thorgal:
—Adelante, vengan por mí si se atreven.
Pero antes de que la situación escalara aún más, Lucien intervino con calma, su voz suave pero llena de autoridad.
—Hay otras formas de llegar a la paz, Thorgal —dijo con serenidad—. Como embajador de Nocturnia ante la manada del norte, me ofrezco como intermediario.
Aldarion frunció el ceño, pero escuchó con atención las palabras de Lucien. El embajador propuso un acuerdo de paz que hizo que todos en la sala contuvieran el aliento.
—Para alcanzar la paz, Evergreen deberá ceder el valle de Lirien a la manada del norte —explicó Lucien—. Además, deben entregar la mano de Lady Elyssia al príncipe Damien de Nocturnia como símbolo de alianza y compromiso. No hay que olvidar que Astrid estaba comprometida con el príncipe Damien y usted —apunto al príncipe —, la mato.
El príncipe Aldarion se tensó, su mano apretando con fuerza el mango de su espada mientras miraba desafiante a Thorgal.
—Sobre mi cadáver —declaró con determinación.
Torak, el hijo de Thorgal, se transformó en lobo, preparado para la batalla, pero su padre intervino rápidamente, poniéndose delante de él para protegerlo.
Lucien sonrió con malicia, advirtiendo:
—Un enfrentamiento aquí sería una declaración de guerra contra Nocturnia, y todos en esta sala morirían.
El rey Elario, ante la perspectiva de un derramamiento de sangre, se vio obligado a tomar una decisión difícil. Con un suspiro resignado, dijo:
—No, no habrá un enfrentamiento —dijo frente a su hijo para evitar que este iniciara el enfrentamiento. Suspiró y continuó: —. Evergreen acepta el acuerdo que nos proponen.
La sala del trono quedó sumida en un silencio sepulcral mientras todos absorbían el impacto de lo que acababa de suceder. Las consecuencias de este acuerdo resonarían a lo largo y ancho del reino, alterando el curso del destino para siempre.
amistad, confundiéndolos con amor de pareja, al menos de parte de ella. Y es lógico que se confundan , teniendo en cuenta que se criaron juntos
Veremos que les depara el futuro