Mi Jefe Es Padre Soltero

Después de eso fui a la habitación de las niñas para darme un baño refrescante. Las niñas me dieron un cambio de ropa nuevo aunque la ropa era de la niñera que me prestó su ropa.

Termine de vestirme y cuando salí del baño encontré a mi jefe sentado en la cama por lo cual me asusté al verlo. Estaba con su hija Elizabeth, creo que estaba esperando a que saliera del baño.

—¿Que hacen aquí? Casi me matan del susto.

—No queríamos hacer eso Jane -dijo la pequeña Elizabeth- quería decirte que mañana habrá una presentación y te quiero invitar a que veas como bailo.

—Oh cariño, eso es fantástico, pero no puedo -dijo con un tono de tristeza.

—Tranquila no trabajarás mañana, tienes dos días libres ¿De acuerdo? -dijo mi jefe.

No es que no quisiera estar con las niñas y ver sus presentaciones, pero necesito ver a mi hermana en el hospital, me necesita aunque ella cree que no, tengo que estar con ella.

—Esta bien, pero Elizabeth, pequeña -dije tomando sus dos manos- necesito estar con mi hermana mañana, es muy importante.

—Yo me encargaré de los pagos y todo eso Jane, tu disfruta estar con mis hijas.

—Lo siento señor, pero mi hermana es muy importante para mí, no puedo dejarla sola el día de mañana, es importante.

—Mandare a alguien de confianza con ella, tu hermana entenderá.

—Usted entienda que no necesito que un desconocido esté con ella -dije molesta- Necesito sin falta estar con mi hermana, solo pido un día o dos y ya.

Mi jefe y Elizabeth no parecían entender nada de lo que yo decía.

—Por favor muñeca, perdóname, pero necesito estar con mi hermana.

—Pero no verás nuestro baile Jane -dijo Elizabeth triste.

—Puedo ir yo en su lugar -hablo la niñera un poco nerviosa.

—Es una excelente idea, ella irá por mi y grabará un vídeo para que después lo vea yo.

—¡No! -dijo molesta Elizabeth- Yo quiero que vayas tu, no ella.

Vi como las lágrimas de Elizabeth salían y su voz se quebrantaba al hablar. En serio quería que yo vaya con ella.

—La niñera está con tu hermana, déja que esté con ella, no le importará si no estás con ella.

Lo que dijo mi jefe enserio me enojo, pero al ver la quería de la pequeña me tranquilizó, pero aún así estaba enfadada con mi jefe.

—Cariño solo estaré por un rato y luego me iré -dijo con una voz dulce.

—Pero yo quiero que te quedes -dijo Elizabeth frunciendo ligeramente el ceño- Quiero que estés conmigo todo el día, te quiero presentar a mis amigas.

—Cariño lo sé, pero también tengo una familia y necesito estar con ella.

—Pero papá dice que la niñera está con ella, no le va a pasar nada si tú no estás -dijo soltando algunas lágrimas.

—Cariño lo siento, pero... -no pude terminar de hablar porque Elizabeth me abrazo.

—tienes que venir conmigo porque le dije a mis amigas que tú eres mi mamá, no quise hacerlo pero ellas me estaban molestando mucho de que no tenía mamá.

—Ay cariño, ¿Por qué no me dijiste eso? -dijo su padre preocupado.

—Es que estabas muy ocupado y no quería distraerte.

Me enoje y me puse triste al escuchar eso de Elizabeth, no sabía que estaba pasando por esto, me dolió mucho emignar que la molesten por no tener una madre. Entiendo el sentimiento, mi madre estuvo en mi infancia, pero muy pocas veces, cuando venía solo era para pedirle dinero a papá y el no es un santo tampoco.

El estaba en casa la mayoría del tiempo solo cundo la niñera estaba, los dos tuvieron una aventura por lo cual mi madre lo descubrió y se enojo bastante que mató a la niñera.

El final feliz fue que mis padre fueron a la cárcel y nunca los volvimos a ver, nos adoptaron una familia agradable pudimos vivir muy bien ahí hasta que yo cumplí la mayoría de edad y decidí irme de la casa.

Se que eran unas personas amables, pero pensé que estaba aprovechando de su amabilidad y eso no me gustaba, no quería que ellos se sientan presionados a cuidarnos a mi y a mi hermana. Muy pocas veces los visitamos y les envío dinero como recompensa por lo que nos cuidaron.

—Por favor Jane, por favor quédate hasta que termine todo -rogo Elizabeth.

—... Está bien, pero está es la única vez que lo hago, recuerda que yo tengo a mi hermana, necesito cuidarlo.

—...

Se notaba que Elizabeth no estaba contenta con eso, me imagino que no le agrada mi hermana, pero nunca se conocieron ¿Cómo puede caerle mal?

—No quiero, ella ya tuvo mucha atención de ti y ya no necesita más -Dijo Elizabeth frunciendo el ceño.

Me di cuenta que era arrogante como su padre y era... era... era algo más, pero no encuentro la palabra. Espero que su otra hija no sea igual que su padre.

—Tranquila Elizabeth, por favor respeta la decisión de Jane -dijo mi jefe jalando despacio el cabello de su hija para que deje de abrazarme.

—Pero papá -miro molesta a su padre.

El jefe le devolvió la mirada y Elizabeth salió enojada de la habitación, incluso pateó la puerta para salir, su hermana que estaba afuera se sorprendió al verla así, supongo que Isabela nunca la había visto así.

Isabela entro a la habitación y se dirigió hacia donde estaba y me dió una sonrisa.

—¿Vas a ir mañana? -me pregunto Isabela- Mañana haremos un especial y quitemos que lo veas.

—... Solo me quedaré un ratito, tengo una hermana a quien tengo que cuidar.

—Ohh... entonces solo quedate hasta que nuestro baile termine y luego te vas.

—Bueno, si puedo hacer eso, pero si se me hace tarde tendré que irme ¿Lo entiendes?

—Si, no te preocupes, entiendo.

Había olvidado que la más razonable de las hijas de mi jefe, Era Isabela, ella es la comprensiva, la que me entiende y no hace un berrinche, amo a Elizabeth, pero a veces se porta como una niña pequeña aunque es una niña pequeña y la entiendo, pero a la vez no la soporto... pero la amo mucho.

Las amo a las dos.