Ciegas De Amor

...DANNA Y ALMA...

Nos enfrascamos en nuestras ocupaciones hasta que llegó el fin de semana y todo fue un desastre de nuevo. Tuvimos unas citas pésimas que nos causaron risa pero nos consolamos con lo que siempre nos decía nuestra madre cuando algo no nos salía ni en el primer ni en el segundo intento. La tercera es la vencida, así que no teníamos que desanimarnos.

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...DANNA...

Me fui a mí cita, llegué puntual y él estaba en la mesa, lo vi de lejos y pensé ¡Que hombre! Un pensamiento me recorrió completa al notar su cuerpo cuando se levantó al identificarme y cuando presté atención a su boca me invadieron las ganas de saber cómo se sentiría un beso suyo.

-"Danna controlate"- me reprendí y me calmé

Llegué a él quien me miró a detalle y pude identificar que la primera impresión que tuvo de mí fue realmente buena. Su saludo fue bastante cariñoso y me abrazó tomándome por sorpresa. No me agradó que se tomara tantas libertades y esa confianza que sin dudas yo no le había dado pero aún así no dije nada y solo sonreí, tal vez él era así.

Nos presentamos correctamente y ordenamos después los platillos. Él no era obsesivo con las calorías, ya era un punto a favor.

-Cuentame Danna, ¿Que hace una hermosa mujer como tu en una aplicación de citas?- fue directo y me sonroje por el cumplido

-Soy una mujer muy ocupada Jack, no tengo demasiado tiempo en mí día a día para socializar y creí que esta era una buena oportunidad- sonreí y él devolvió el gesto

-De verdad que soy muy afortunado al estar aquí contigo y me gustaría que aceptaras volver a salir conmigo en una segunda cita si gustas

Todo iba saliendo tan bien pero a mí hermoso ceniciento a la medianoche se le acabó la magia, o mejor dicho, se la quitaron de un buen golpe que me dolió hasta a mí.

Yo estaba muy conforme con mí cita tan adorable y a la salida del restaurant una mujer se acercó muy furiosa a nosotros haciendo que él se pusiera pálido de repente, ¿Acaso la conocía?

-¡CÓMO TE ATREVES A VENIR CON ÉSTA FRANCISCO? NUESTRO HIJO ESTÁ ENFERMO Y TU DE IDIOTA PERDIENDO EL TIEMPO DETRAS DE UNA MUJERZUELA!- la mujer le gritó, lo golpeó y me insultó a mí todo en un mismo momento

-No soy ninguna mujerzuela- me defendí ofendida- ¿Quién es ella Jack?

-¿Jack? Éste no es otro que Francisco, solo quería divertirse, aunque salga con varias siempre vuelve a mí, ¿Verdad cariño?- la mujer se rió y luego pareció solucionar su situación con él mientras que yo entendía cada vez menos lo que acababa de suceder

(.......)

Llegué a casa molesta porque todo parecía estar bien y él de verdad me había engañado, ¿Cómo era eso posible? Parecía tan encantador y era tan apuesto, hasta su nombre combinaba con su hermoso rostro.

Alma me vio y comprendió que todo había salido de la patada cuando me arrojé en su cama mientras me sacaba los zapatos lanzandolos con descuido al suelo, algo que solo hacia cuando estaba frustrada o enojada.

-¿Cómo te fue?- me preguntó aún sabiendo que todo me fue pésimo pero sin tener detalles

-Me engañó, fui una estúpida. Tendremos que tener cuidado con quienes salimos. Si hubieses estado ahí seguro le pegabas al Ceniciento ese

-¿Ceniciento?, ¿No era Jack?- me vió confundida

-Todo fue bien, comimos, disfrutamos, reímos. Era precioso, educado, estaba bien vestido, podría haber sido modelo, no sabes que escultura de hombre pero cuando llegó la medianoche y salimos del restaurant no sabes que vergüenza pasé con las pocas personas que caminaban allí casualmente- me cubrí el rostro con las manos

-Cada vez entiendo menos

-Una mujer hecha una furia vino a nosotros y le pegó no imaginas como. Le dijo que su hijo estaba enfermo y que el perdía el tiempo con una mujerzuela, ¿Puedes creer que me insultó la fulana esa? Y eso no es todo, no había tal Jack, se llamaba Francisco

-Al menos tu cita no fue aburrida- le habría lanzado con el zapato- Ya cálmate, mejor dime qué hiciste

-¿Que iba a hacer? Le pregunté a "Jack" que estaba pasando- hice comillas

-¿Que te dijo? Déjame adivinar, que no la conocía, que estaba confundida- la hice callar y respondí

-Me dijo ella que no era Jack y que él siempre hacia esas cosas pero que realmente él la amaba a ella y que siempre por eso volvía a su lado. Él ni respondió y se fue con ella, ¿Lo puedes creer?

Estaba más que indignada y mí hermana se reía como una tonta. Yo había pasado la humillación de mí vida mientras que ella estaba muerta de risa.

Tomé mí teléfono y bloqueé en la aplicación al tal Jack. Agradecía no haberle dado mí número personal, de solo pensar que su novia, esposa o lo que fuera me llamara con insistencia para reclamarme ya me daba pesar.

-Bueno como diría mamá, la tercera es la vencida. Seguro allí encuentro al hombre de mis sueños- afirmé con decisión

-Espero que no te equivoques, yo mañana te contaré que tal la mía. Peor que la tuya dudo que sea y espero que no sea un mujeriego, ya sabes que los odio- hizo una mueca de desagrado y me retire a descansar