Nunca Supe Ver Quien Eras

Cuando llegamos al aeropuerto vi que Nika no mentía, en realidad íbamos a viajar en avión privado y me llegué a sentir tan fuera de lugar, que no puedo explicarlo, mis padres no eran pobres, pero venia de clase media y mi vida siempre fue sencilla, por lo que sentía un choque con todo esto.

Respiré profundo y me subí al avión para darme cuenta del lujo que había adentro, Nika se comportaba como siempre y se sentó invitándome a sentar a su lado, ella era la prueba de que se puede ser una buena persona sin importar cuánto dinero tengas.

La escuché hacer un montón de planes para nosotras, mientras sentía que mi cabeza daba vueltas de tanta información.

-Nika, un momento, tu sabes que para mi lo más importante es conseguir un empleo y remodelar mi casa, no quiero ser un estorbo para ti y tu hermano, por lo que no puedo seguirte a todos esos planes que estás haciendo – ella sonreía

-No te preocupes, voy a hablar con mi hermano para que te consiga un empleo, me parece bien que trabajes en nuestra empresa y así seguiremos estando juntas – amaba a Nika, pero a veces sentía que me asfixiaba

-No quiero que hables con tu hermano, ya es mucho con que me acepten una temporada en su casa, no quiero generar más problemas, ni pedir más favores… y hablando de tu hermano, creo que no me has dicho las normas de su casa – en ese momento la vi fruncir un poco el ceño

-¡Cierto!, no te había dicho lo más importante, mi hermano es un poco quisquilloso y debes saber que hay un horario para las comidas, es muy estricto con eso, si vas a llegar tarde debes avisar para que los guardias te dejen pasar a la casa después de cierta hora, por ninguna razón debes entrar a su habitación o a su estudio, detesta que estén revisando sus cosas y… - se quedó un rato pensativa, se veía que estaba pensando en cómo decirme lo siguiente

-No tiene una novia fija, aunque casi siempre sale con Amelia, por lo que me dijo que me olvidara de que él y tu pudieran tener algo – hizo un mohín como de niña pequeña

-Tu hermano es lindo, pero no estoy buscando nada con nadie en este momento y creo que ese adonis es demasiado para mí, solo me sirve para echarle un ojito de vez en cuando – Nika comenzó a reír conmigo y cambiamos el tema

Aunque yo seguía pensando en las cosas que Nika me había dicho, ya estaba acostumbrada a los horarios de la residencia, pero más allá de eso hacía tiempo que nadie controlaba que hacía o que dejaba de hacer, a la vez que no entendía que se creía ese imbécil, bueno si estaba, pero no me le iba a lanzar a sus brazos así como así.

Llegamos a tierra, a mi amada ciudad S, bajamos y me sentía de la realeza, tenia muchos planes por delante, aunque habíamos decidido descansar hoy para comenzar mañana a trabajar en todos mis objetivos.

Nos subimos en una camioneta negra enorme y pude ver unos hombres enormes encargándose de todo.

-No te preocupes por nada, mi hermano solo es un poco excesivo con el tema de la seguridad – Nika había notado mi nerviosismo e intentaba tranquilizarme

El camino la paso viendo el paisaje y detallando como había cambiado la ciudad durante el tiempo que estuve fuera, sin saber en que momento me dormí, hasta que sentí a Nika moverme para despertarme informándome que estábamos llegando.

Me asomé por la ventanilla del auto y solo veía vegetación de lado y lado, para casi de inmediato estacionarnos frente a una casa enorme, nunca en mi vida había visto una casa tan grande, emanaba lujo y magnificencia por donde la vieras.

Al llegar pude ver al hermano de Nika, me miró y me saludó de una manera bastante escueta, mientras que a Nika le daba un gran abrazo que me hizo sentir un poco de envidia, por lo que me regañé a mi misma, aunque debo afirmar que me gustaría llegar a casa y que alguien me esperara.

Entramos a la casa y tengo que decir que si por fuera era hermosa, por dentro es mucho más, el vestíbulo principal es enorme y el piso es de mármol pulido, es tan brillante que puedes ver tu reflejo fácilmente en él, mientras que en el techo hay una araña enorme que le aporta sofisticación.

Nika me da un recorrido por la casa y casi no puedo ni cerrar la boca, quedo embelesada viendo cada detalle de la casa, notándose que cada artículo en ella ha sido seleccionado y pensado para mostrar el poderío y la riqueza de los que viven dentro.

Obviamente, Nika me muestra los lugares a los que no debo ir y yo los memorizo, pero el problema es que saber que no debo entrar allí me enciende la curiosidad, me muestra su cuarto y en ese momento va llegando Victor para mostrarme mi habitación.

Esta un poco alejada de las de ellos, se encuentra a dos habitaciones de la de Nika, pero no lo pienso mucho, ya que pensé que me darían la habitación de invitados y resulta que me quedaré como si fuera uno más de ellos.

La habitación es enorme, creo que mi casa es del tamaño de esta habitación, la cama es demasiado grande, creo que una familia entera podría dormir allí, las paredes tienen un color crema que aporta tranquilidad y el baño, parece sacado de un hotel cinco estrellas.

-¿Qué te parece? – pregunta Nika con una gran emoción en su rostro

-Es hermosa, en ninguna de mis sueños habría tenido una habitación así, gracias – le doy un abrazo a Nika casi con lágrimas en los ojos

-En realidad, es a mi hermano a quien debes agradecer, fue él quien se encargó de arreglar esta habitación para ti – sabia por donde iba ese comentario, pero debía agradecerle a su hermano y eso lo sabia

-Gracias, señor – Víctor estaba serio, pero había algo en su mirada que me generaba intriga

-No es nada, cualquier amiga de mi hermana siempre será bienvenida en esta casa y por favor, solo dime Víctor – escuchar su voz me hacia sentir en otro lugar, respiré profundo y solo asentí

No creía poder decir su nombre en voz alta, había algo en ese hombre que me hacía sentir diferente y tenerlo tan cerca será todo un martirio, pero debo mantenerme tranquila y hacer únicamente lo vine a hacer.