Alfa, Yo No Seré Su Amante

🌼Hola mi lector@s, buenas tardes, espero y estén bien, como es un capítulo muy largo, por eso solo le daré uno , pues son 2000 palabras y eso es igual a dos capítulos

Sin más que decirles, les dejo aquí 😉 el capítulo

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Mientras Anubis dormía, Marcel le daba el pecho a su hijo de casi un mes de nacido, quien luego de 15 días de haberle dado a luz, estaba demasiado grande, tanto, que parecía un niño de tres meses, cosa rara, ya que según la Nana ese bebé no debe estar de ese tamaño, lo que le hace dudar un poco de sí misma.

«Estoy loca o este bebé está más grande desde hace 15 días, pero sea lo que sea, ese bebé es mío » piensa ella mientras alimenta al pequeño Nicolás, quien dejó de comer para sonreírle a su madre y eso hace que su corazón se le llene de amor por ver esa sonrisa lechosa.

Cuando el bebé dejó de sonreír, ella le colocó el pecho otra vez, y esté empezó a alimentarse de su madre otra vez, y en poco tiempo se quedó dormido.

Ella al ver aquello, también lo hizo, pues debe descansar ya que al día siguiente debe ya de ocuparse de unos asuntos en la mansión, tales como la contabilidad y esas cosas.

* * *

Dos años pasaron luego de esa noche, en dónde nuestros protagonista no se llegaron a ver, ya que el marqués al comenzar un nuevo negocio con su nuevo socio Anubis Salvatore, no pudo viajar a la fronteras, y solo tenía comunicación con ella mediante cartas.

Recibía la carta mediante un artefacto mágico que compró al templo, el cual hace que dicha carta llegué a su mensajero, y éste no tiene que llegar a la mansión para traer o llevar dicha correspondencia.

El marqués en ninguna de sus cartas ha comentado sobre su sucio, el cual tiene viviendo bajo el mismo techo desde hace mucho tiempo, quien por alguna razón que solo el conocé, no tolera que ninguna mucama de la mansión le sirva, y por eso el marqués se vio en la necesidad de sustituir las mucamas, por personas de confianza de su socio.

Los negocios con su nuevo socio y amigo fueron un éxito, y el vino que lograron elaborar, es de primera calidad.

Los cultivos de uva se daban en el marquesado, ya que la tierra de dicho lugar era apta para tales fines, pues no solo eran de color negro, sino que allí mismo se obtenía el agua suficiente, sin la necesidad de hacer un poso, pues el marquesado tenía un lago propio, y de allí se obtenía el agua.

El asunto con la ex marquesa y su hija se supo por el imperio

¿De qué manera?

Bueno, el marqués a los días de ellas estar desaparecidas dió parte al emperador, y fingió que ella desapareció con su hija y el amante de ésta, y que a la hora de marcharse, se fueron con una gran fortuna del marquesado.

Lo que una semana después de su desaparición, el carruaje del marqués fue encontrado quemado y dentro de este también estaban ambas mujeres como un carbón, en claras señales de que sufrieron un salto y que los mismos bandidos la quemaron tras cortar su cuellos, luego de llevarse todo lo que tomaron del marquesado.

El marqués fue informado de tal cosa, y él fingió estar muy triste por la noticia, pero gracias al apoyo de su nuevo amigo, se pudo reponer rápido de su "dolor"

Por supuesto que todo fue un teatro, ya que él mismo había matado a esas dos mujeres malas, pero eso nadie a parte de sus hombres sabía (claro según él) la realidad es que Anubis sabe todo y se divierte con ver lo buen actor que es dicho hombre, y el por su cuenta investigó como era la vida de su amada dentro de la mansión, y entonces fue que comprendió el proceder el marqués y se alegra, ya que si dicho no lo hacía, el entonces tomaría cartas en el asunto, y tal cosa sería malo.

De alguna manera el imperio se enteró de la situación, y fue tan grande el revuelo, que aquellos chisme llegaron a oídos de Marcel, quien se sintió aliviada, pues ella gracias al destino, ella no se tiene que manchar las manos con cosas insignificante como esas, pero él que no se salva de una muerte espantosa, es el barón Román Casio, ese hombre le debe una vida y la de su hijo. Y el en compañía de Susana se burlaban del marqués, sosteniendo una relación amorosa.

Marcel también aprovechó el tiempo y se fortaleció al máximo, y al ya ser lo bastante fuerte, ha tomado la decisión de regresar con su padre, ya que según le cuenta él en las cartas que le manda con el mensajero cada semana, tiene un nuevo negocio de vinos, lo que significa que apenas tiene tiempo de respirar.

Marcel tiene pensado ir en secreto, para ver su reacción.

Ella con su regreso tienen planeado darle una sorpresa a su padre, por eso, ese mismo día desde que el sol se dejó ver, en compañía de la Nana Mary, Nuria y su doncella, ella se subió con su equipaje en compañía de su pequeño hijo, el cual se veía como de 4 años, y para que nada le acontezca en el camino, 10 guardias bien armados se irían con ella a caballos.

El niño no solo se veía grande para su edad, sino, que él era muy inteligente, y ya a esa edad sabía leer y escribir correctamente, él era todo un genio.

Si bien era un poco travieso, ¿pero que niño de esa edad no lo es, que niño nunca le ha escondido los lentes de lectura a las abuelas de la casa? Quizás ninguno, pero Nicolás si lo hace, y debido a eso se queda sin postres por ese día y como castigo mayor, tiene que ayudar a alimentar las gallinas, las cuales terminaban huyendo de él.

–¿Mami, vive lejos el abuelo?– pregunta por segunda vez Nicolás, ya que lleva más de medio día subido en un carruaje.

– Nico, ya has preguntado lo mismo 10 veces, y te dije que el abuelo vive a tres días de camino – dice ella mirando a su hijo de dos años, y aún no se hace a la idea de que un niño de esa edad sea tan inteligente y a su vez tan travieso.

–¿Mamá, no existe un carruaje más rápido? Esto es horrible, me duelen las pompis – dice este fastidiado ya que nunca había salido de la mansión, y menos se ha montado en carruaje.

Antes tales palabras, las mujeres se empezaron a reír, provocando que el pobre niño se sonroje.

–No hijo, este es el modo en el que podemos llegar más rápido – dice ella mientras toca el cabello rubio de su hijo, quien bufo cuando escucho eso.

Una hora más tarde, todos hicieron parada en una posada, ya que la noche se empezaba a ver.

Nicolás no se durmió mientras estaban andando, ya que al ser su primera vez fuera de la mansión, todo lo que veía era nuevo para él, lo único que no fue de su agrado, fue el andar subido a un carruaje.

Al llegar a la posada alquilaron las habitaciones para todos.

Para el día siguiente, después del desayuno, retomaron nuevamente el camino, ya que por alguna razón, Marcel ese dia sentía la necesidad de regresar al lado de su padre.

Cuando fue el tercer día, en horas de la tarde el carruaje llegó a las afueras de la propiedad del marquesado, y allí unos guardias le recibieron, estos al ver a la joven ama, estaban todos felices, y le cedieron el paso enseguida.

Cuando el carruaje entró a la propiedad del marquesado, Marcel sintió un escalofrío por todo su cuerpo, y su corazón estaba latiendo tan fuerte, que la joven se tocó el pecho.

"¿Qué es esto que siento?" Piensa ella para sí misma, mientras ve por la ventana del carruaje, lo bien cuidada que está la propiedad.

10 minutos más tarde el carruaje se detuvo en la mansión, y de él salieron todos lo que dentro de él andaban, los guardias tomaron el equipaje de todos, y empezaron a entrar también al junto con Marcel.

Desde que ella puso un pié dentro de la mansión, sintió como un olor a pinos y madera, y su piel se erizo al instante, ya que la única vez que recuerda ese olor tan exquisito, es cuando tiene los sueños lujuriosos con aquel desconocido sin rostro.

Ella tragó con dificultad, y siguió con su andar al segundo piso, ya que allí estaba la oficina de su padre, cuando estaba por tocar la puerta de la oficina, la puerta de esta se abrió en par en par, y de él salió un imponente hombre de más de dos metros de altura, ojos verdes, cabellos rubio como el sol, labios rojos como la cereza, la belleza de bello espécimen no se compara con ninguna otra que ha conocido.

Marcel hasta se olvidó hasta de lo que iba a hacer a esa oficina, y se quejó embelesada como una tonta.

Cuando pensó hablar para no quedar como una tonta, o mejor dicho intentar hablar, el bello hombre la tomó de sorpresa y la arrincono a la pared, y como un descarado sin remedio, empezó a oler con fervor el cuello ajeno y mientras lo hacía, dejaba allí besos lujuriosos sobre aquella zona.

Aquellos besos eran tan lujuriosos que hacían que su piel se calentará como una antorcha, ella quería hablar, o quizás golpear al descarado bello espécimen, pero de su boca no salían más que sonidos de disfrute, mismo que fue callado por un beso arrebatador del hombre.

El corazón de la joven se sentía acelerado, a tal punto, que lo podía escuchar.

Aquel desconocido le siguió besando, y ella como pecadora que es, se entregó en los brazos de la perdición, y dejó que le profanen la boca.

Como si estuviera siendo poseída por la lujuria, la joven cerró sus ojos y empezó a disfrutar tal cosa tan atrevida, pero un pensamiento fugaz llegó ella, y se vio obligada a abrir los ojos.

– Tu... Descarado, déjame ir – dijo en un hilo de voz, mientras separa sus labios hinchados de la boca del devorador.

–No quiero, te he esperado por mucho tiempo como para dejarte ir, muñequita, se que no me conoces, pero yo deseo que seas mía, no te resista – dice él sin dejar de oler a la joven, quien estaba roja como un tomate, pues aquel beso tan atrevido le hicieron mojar su ropa interior, y ahora este hombre la olfatea como si ella fuera un perfume.

Estaba por hacer una protesta por el atrevimiento del hombre, cuando en eso llega su hijo y la interrumpe.

– Mami, tengo hambre, será que puedes darme de comer – dice el niño con una voz inocente, lo que hace que el hombre dejará ir a la mujer que está destinada a ser de el, claro, solo por ahora, ya que aquella diosa será suya para siempre.

Luego de dejarla ir, Anubis se dió un giro y vio al pequeño, que por su aspecto, se da cuenta que es su hijo.

La emoción lo embriagó totalmente, y su lobo al ver al niño lo reconoció como su cachorro, ya que este tiene su aroma, y el de su madre

"Al fin tengo a mi familia" piensa él para luego ir a dónde está el niño, y así colocarse a su altura

– Hola pequeño he escuchado que tiene hambre, si deseas podemos ir juntos, pues yo también tengo hambre – dice este con una sonrisa, y el niño con los ojos busca ayuda de su madre, ya que está le ha dicho que no debe de hablar con personas desconocidas.

Ella al ver la mirada de su hijo, fue allí y lo cargo.

– No se preocupe, no tiene que hacer eso por el niño, para eso tiene a su madre, será mejor que... – dice ella con una mirada penetrante, dándole a entender "no se acerque a mi".

Luego de mirarlo, ella se fue de allí, y lo dejó en el mismo lugar en donde estaba, ya que tenía que darle de comer a su hijo.

* * * * * * * *Nota

Ya le di el encuentro, ahora falta lo mejor

Nos vemos el viernes si Dios quiere, este capítulo es muy largo y por eso solo regale uno