Cautiva

Cuando llega a la bodega, ya lo esperaba Persi en la puerta, que es su jefe de seguridad y uno de sus hombres más leales.

Persi- Sea bienvenido jefe. Ya preparamos todos sus herramientas, señor.

Lorenzo- Bien, entonces tratemos nuestro huésped de la mejor manera posible.

Sin más ingresa a la bodega y se encuentra con Rafael atado a la pared, con unas cadenas de la muñeca y los tobillos, con los brazos y las piernas separados, con un pedazo de tela en la boca y tan solo en ropa interior.

Lorenzo se acerca a él y le quita la mordaza de la boca, luego camina hacia una esquina, toma una silla y se sienta frente a Rafael mientras uno de sus hombres le acerca un puro, lo corta, lo enciende y comienza fumarlo.

Rafael- Señor, por favor déjeme ir, se lo suplico. Yo no quise hacer...

Lorenzo- Shhh, hablas demasiado Rafael. Me dices que no quisiste hacerlo, pero cuando te vi ahí no parecías tener intenciones de soltarla.

Rafael- Señor por favor, y- yo le juro que no lo volveré a hacer, eso no se volverá a repetir.

Lorenzo- claro que no se volverá a repetir algo como esto, porque yo me encargaré de que nunca vuelva a pasar algo así, y tú serás un ejemplo para los demás.

Rafael- Señor, por favor No lo haga, Le juro que me iré de este lugar y nunca volverá a saber de mí.

Lorenzo- vaya, bien cobarde resultaste ser como para rogar de esta manera tan desesperada, pero cada error tiene sus frutos, y todo se paga en esta vida, y tú debes pagar por tu error.

Se levanta, se acerca a Rafael y apaga su puro en su rostro, haciendo que el hombre se retuerza del dolor, luego comienza a desahogar toda su ira en él al ver esa escena donde Eileen estaba apunto de ser abusada, odiaba que golpearan a las mujeres por lo que le hicieron a su madre, luego de un rato al ver como Rafael estaba casi desmayado, toma un frasco de alcohol y comienza a tirarle en la herida haciendo que vuelva en si.

Lorenzo se acerca a la mesa que estaba en una esquina donde había todo tipo de juguete de tortura, como él solía llamarlos.

Se quita el saco y queda solo con una camisa blanca y un chaleco de vestir en color negro, se coloca unos guantes del mismo color

Toma una pequeña navaja que estaba encima de la mesa y se acerca a Rafael y coloca la navaja en su entre pierna, Rafael comienza a temblar, ya que sabía que es lo que iba a suceder. Lorenzo comienza a subir su navaja todo su abdomen hasta llegar a una de sus manos haciendo un corte, dejando caer un hilo de sangre.

Lorenzo- ¿Con cuál mano la golpeaste? ¿Con esta?(Dice sosteniendo su muñeca y clavando la navaja en la Palma de su mano, haciendo que el hombre pegue un grito de dolor) ¿o habrá sido con la otra? Dice quitando la navaja de su mano y acercándose a la otra hasta hacer lo mismo que con la anterior, Luego vuelve a bajar en su entre pierna y le clava la misma navaja en sus genitales haciendo que el hombre pegue un grito y se retuerza del dolor, esos gritos eran como música para los oídos de Lorenzo, él estaba segado, había despertado el demonio de su interior.

La sangre comienza a caer como cascada por sus piernas hasta manchar el suelo.

Lorenzo- Rafael, alguna vez te comenté de la tortura de las mil cortadas que aprendí en Rusia?

Es una de las torturas que más me gustan.

Dice acercándose a la mesa de sus herramientas, toma una pequeña navaja bañada en oro y se acerca a Rafael, comienza a hacer pequeñas, pero precisas y profundas cortadas en todo su cuerpo haciendo que el hombre agonice. La sangre comienza a marchar y esparcirse por todo su cuerpo, haciéndolo irreconocible.

Rafael comienza a sentir frío y su cuerpo se vuelve blanco por la pérdida de sangre. Una hora después Rafael muere.

Lorenzo- ESCÚCHENME MUY BIEN TODOS! SI ME ENTERO DE QUE ALGUNO DE USTEDES VUELVE A LEVANTARLE LA MANO A ESA MUJER O CUALQUIER OTRA, LES JURO QUE YO ME ENCARGARÉ QUE CONOZCAN EL MISMO INFIERNO EN PERSONA! Ahora limpien este asqueroso lugar y desháganse del cuerpo

Hombres-SI SEÑOR!! Respondieron todos al unísono y sin más contratiempos comenzaron a limpiar la bodega con cloro para quitar cada Mancha de sangre, y el cuerpo lo tiraron en una toma llena de ácido haciendo que la carne se desprenda de los huesos hasta no quedar ningún rastro.

Lorenzo sale del lugar y se dirige a su auto hasta que recibe una llamada de Rosa.

Lorenzo- Dime Rosa.

Rosa- Joven, la muchacha ya ha despertado.

Lorenzo- Bien, salgo para allá.