Ella es una hermosa y sexy profesora
Él, es un guapo y persistente alumno.
Un apasionado romance nace entre ellos dos.
¿Qué pasara cuando todo se descubra?
¿Es amor lo que los une? ¿ O solo es la pasión y el deseó?
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¡Ayuda!
Su mente estaba nublada por aquel apasionante beso, jamás se había sentido así, o más bien nunca la habían besado con tanta intensidad, pero a la vez con delicadeza, los labios del chico eran suaves y esqusiitos. Justin no quería parar de besarla, sabía que si lo hacía la burbuja de pasión en la que estaban se iba a romper, pues ella reaccionaria y se alejaría, no quería que eso pasara, pero el oxígeno de su pulmones acabo y tuvieron que terminar con aquel beso. se detuvieron, pero solo los separaban centímetros, él aún la sostenía por su cintura y ella tenía su brazos colgados en su cuello, se miraron a los ojos, por varios segundos, tratando de interpretar lo que el otro estaba pensando, sin decir ni una sola palabra. Depronto el ambiente fue interrumpido por el tono del celular de ella. quién reacciono del trance en el que estaba y empujó al chico, el cual se alejo varios centímetros, Camila tomo su celular, miro al chico y luego le dió la espalda.
Justin sonrió, pero no dijo nada y camino hacia su morral.
- Diga. - hablo Camila.
- Camila, mi amor que bueno que respondes. - se escuchó la voz de un hombre del otro lado de la línea, Camila maldijo el no haber visto la pantalla del celular.
- ¿Qué quieres? - cuestionó. sintio a Justin moverse en el lugar y tuvo que aguantar las ganas de voltear a verlo.
- Quiero hablar contigo, linda, te extraño, ¿ Podemos vernos hoy? - cuestionó el hombre. Camila rodó los ojos.
Justin la miro por última vez, la noto tensa y frunció el ceño. ¿Con quién estaba hablando?
- Tú y yo no tenemos nada de que hablar. - la escucho decir.
La vio intrigado, ¿Estaría hablando con su novio? No, ella era soltera, al menos eso era los que sus redes sociales decían.
- Por favor linda, arreglemos las cosas, se que me equivoqué y que debí de ser más atento y comprensivo contigo, estoy dispuesto a cambiar a qué las cosas sean distintas ahora. - hablo el hombre, Camila se sentía en un aprieto, Justin estaba aún en el aula, ella no quería hablar de más y que el chico se enterara de lo que estaba pasando.
- No me interesa, ya acabo. - dijo y colgó se mantuvo de espalda no queriendo darle la cara al chico. Su celular volvió a sonar y lo ignoro.
Justin, no dijo nada, aunque moría de ganas por saber con quién hablaba, decidió dejar pasar aquello, estaba seguro que más adelante lo averiguaría, sin decir nada, salió del aula.
Camila soltó el aire al escuchar la puerta cerrarse, dió la vuelta y comprobó que el chico se había ido. ¡Dios solo a ella le ocurrían estas cosas! exclamó para Sus adentro y comenzó a recoger sus cosas apresuradamente. escucho la puerta abrirse y todo los ojos, este chico no se cansaba.
- Que se le olvidó señor Mill... - guardo silencio cuando en vez de Justin vio a Máxine, la chica que coqueteaba constantemente con Justin. - Señorita O'connell, ¿Qué se le ofrece? - cuestionó sonriendo.
La chica la miro de arriba a bajo y enarco una de sus negras cejas. - Ví salir a Justin de aquí, ¿Qué hacían ustedes dos solos en el salón? - cuestionó la chica. Camila sintió pánico al pensar que tal vez la chica vio algo, pero supo enmascararlo.
- No entiendo por qué pregunta eso señorita O'Connell, el joven Miller me estaba preguntando algo hacerca del trabajo que les dejé. - responde tranquila. - Su pregunta es algo mal intencionada, ¿No cree? - cuestiona, la chica la mira en silencio y luego sonríe apenada.
¿La profe tenía razón, en qué estaba pensando por Dios? ¿Que la profesora de francés y Justin tenían algo? Puaf, eso era de locos el no se fijaría en una mujer mayor,¡ Por favor!
- Lo siento, es que.. - hablo la chica nerviosa. - El me gusta mucho y no me pela y se me ocurrió algo loco, pero usted olvídelo, lo siento. - se disculpo la joven.
- Está bien señorita O'Connell, esta vez pasaré por alto su altanería, pero tenga cuidado para la próxima. - dijo y paso por el lado de la chica. - Y una cosa más. - comento, la chica la miro. - No ande detrás de un tonto que la ignora, usted es una joven muy linda y estoy segura que muchos chicos están locos por usted. - aconcejo y luego salió del aula.
Pero el es el chico que me gusta a mi. - susurró la chica.
Dos días después Camila iba por los pasillos de la escuela, los cuales estaban solos, ya las clase habían terminado hace hora y media, ella se había quedado en la sala de profesores calificando algunos exámenes y trabajos. se detuvo al sentir que alguien la seguía, miro hacia atrás y no había nadie.
- Está paranoica Camila. - se dijo así misma y continuo caminando.
Salió de la escuela y camino hacia el estacionamiento donde estaba su auto, al llegar a este y poner la mano en la manija del auto, alguien tapo su boca.
- Soy yo amor. - hablo esa persona, Camila abrió los ojos al sentir aquello y reconocer aquella voz. - No voy hacerte nada, solo quiero hablar contigo, ¿decuerdo? - comento esa persona.
Camila asintió temerosa, conocía el carácter de aquella persona, si lo impacientaba se pondría violento y ella no quería provocarlo, un terror invadió su cuerpo al recordar la última vez que lo hizo enojar, o más bien que el se enojo por ella no haber reaccionado como el quería.
- Muy bien vas a venir conmigo y vamos a hablar y resolver nuestros problemas, decuerdo amor. - dijo y Camila asintió. - Esa es mi chica. - susurro el hombre y pasó su lengua por la oreja de esta, Camila sintió náuseas al sentir aquello.
Sin quitar la mano de su boca, el hombre llevo a la chica hasta el auto de él, entonces abrió la puerta del copiloto. - Entra hermosa y no hagas nada imprudente. - dijo. Camila hizo lo que él le pidió, entro al auto y se sentó del lado del pasajero. - el tipo cerro la puerta y miro hacia todos lados, luego rodeo el auto y se adentro en el lado del conductor.
- Ahora sí, tu disculparas hermosa, pero es que no me dejaste otra opción. - dijo y la miro sonriendo. - No te preocupes, solo hablaremos, resolveremos nuestras diferencias y veras que todo volverá a ser como antes. - dijo y poso su mano en la pierna de Camila mirándola con lujuria. Camila no dijo nada, solo asintió y paso saliva, estaba aterrada y en silencio rogaba que alguien la ayudará a salir de ese infierno. No quería volver a pasar por aquello.
uff. tarde meses, pero ya prometo actualizar más seguido.
Celeste romance prohibido II, es también muy bonita
🌹 excelente 🌹 excelente 🌹 excelente 🌹 enganchada 👏👏👏♥️♥️ con tu bella atrapante historia de amor 🤩😍🥰😘♥️🌹🇨🇴🌹🇨🇴🌹