Fernanda Salas, es una joven llena de optimismo, amante de la lectura y de la vida. Para ella no hay problema que no tenga solución, incluso cuando las cosas van mal en su vida, ella siempre mantiene una sonrisa.
Sin embargo, cuando es despedida de cada uno de los trabajos a los que aplica, ella no puede seguir siendo optimista, más cuando llega a la conclusion que la razón detras de sus despidos es el extremadamente guapo y frío CEO Max Hidalgo.
Fernanda deduce que aquel hombre guapo y rico quiere mantener una relación de sumisión con ella, tal como la de esos CEOs despiadados de las novelas webs.
Pero, ¿ella estará en lo correcto?, ¿será que sus desafortunados encuentros se deben a algún plan malévolo o solo serán casualidades del destino?
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Max: Ella estaba aterrorizada
Estuve estirando mis músculos mientras miraba el paisaje afuera de la ventana del auto. Me sentí un poco estresado debido a que había tenido un día sumamente ajetreado, ya que estaba a punto de realizar una reunión de prensa sobre el nuevo complejo turístico que la compañía iba a construir. Después de todo, este era un proyecto multimillonario por lo que todo tenía que salir bien.
— Lo notó cansado, jefe. Seguro que desea ir al hospital conmigo — me preguntó Fernanda. Había una nota de preocupación en su voz.
— Estoy bien. No te preocupes. Mejor cuéntame acerca de tu hermana — le pregunté.
— Si me lo pregunta así en ese tono tan frío como si estuviera hablando de algún negocio, no sabría qué responder — comentó.
No pude evitar mirar a Fernanda con confusión.
«¿Realmente mi voz era tan aburrida y fría que le daba este tipo de sensación a los demás?»
— Jajaja — soltó una carcajada Fernanda, sus ojos cafés se curvaron en forma de media luna, contuve el aliento por un momento — Solo le estoy tomando el pelo.
— No creo que ser chistosa, haga que ganes puntos en tu trabajo, quizás los pierdas — le dije algo malhumorado.
Aunque mi mal humor solo era en el exterior porque lo que había dentro de mi corazón era diferente a lo que mostraba. Ya que no podía negar que me agradaba la personalidad juguetona de Fernanda. Siempre que estaba a su lado no existía ningún momento aburrido para mí. Se las arreglaba para mejorar mi estado de ánimo, a veces solo con un comentario fuera de lugar o con alguna de sus locuras porque siendo sincero la chica tenía zafado más de un tornillo. Sus ideas eran tan extrañas y divertidas que a veces no podía evitar preguntarme la razón por la que ella aún estaba viva.
Fascinante.
Tal vez por eso mi trato hacia ella era diferente, porque me hacía sentir vivo.
— No se enoje. Bien, bien. Le hablaré de mi hermana. Ella se llama Angélica, tiene 11 años, casi 12, es una niña muy dulce y linda como una princesa de cuento de hadas. A mi hermanita le encantan las canciones infantiles, sobre todo las de Barbie, para ella nunca pasarán de moda. Su último cumpleaños lo hice con esa temática. Ella estaba tan feliz…
Mientras Fernanda hablaba pude deducir que ella adoraba a su hermana, esa niña a la que no conocía era su mundo entero. Por lo que no pude evitar pensar en lo que sucedería si algo le llegara a pasar a Angélica. No me lo podía imaginar. Por lo que me prometí a mí mismo buscar la forma de ayudar a que su hermana encuentre un tratamiento factible y eficaz.
— ¿Y su salud ha mejorado? — le pregunté.
— Sí, todo es gracias a usted. Aunque aún estamos buscando a un donante, ya que su tipo de sangre es único en el mundo, ella es una de las “afortunadas” que posee el tipo de sangre dorada, además de que su HLA tiene una combinación rara, por lo que es complicado encontrar un donante así que su tratamiento es poco convencional y experimentar por eso debe estar siempre bajo observación.
— ¿Espera, dijiste que tiene sangre dorada? — pregunté escéptico.
¿Acaso me estaba tomando el pelo?
— No la tiene literalmente dorada — soltó una risa — Es así como se le llama a su tipo de sangre. Su nombre científico es Rhnull.
— ¡Oh! Nunca había escuchado del tema.
— Yo tampoco, aunque su sangre sea así no es un impedimento para buscar un donante, la cuestión es que su HLA no es compatible con nadie, ya que presenta características raras, si no fuera por ello mi hermana ya se hubiese curado — dijo bajando la cabeza, pude ver lo triste y frustrada que se sentía por la situación de su hermana.
— Tu hermana se pondrá mejor — le dije — Ella parece ser una niña valiente.
— Lo es.
Tras decir aquello, un silencio cómodo descendió sobre nosotros. Mientras miraba el reloj de mi muñeca no pude evitar pensar en Andresito.
— Conocí una vez a un niño que estaba enfermo, su enfermedad era extraña, nunca antes vista — mencioné con los ojos cerrados, pude sentir la mirada abrasadora de Fernanda sobre mi cuerpo — Muchos doctores especularon que quizás no llegaría a los 18 años, algunos incluso decían que no viviría más de tres años. Pero sus padres no se rindieron ante estas palabras. Ellos buscaron alrededor del mundo una cura para la enfermedad de su amado hijo. Al final, su búsqueda y las ganas de vivir de aquel niño tuvieron su recompensa. Ya que ahora ese niño goza de salud y fortaleza. Así que no te desanimes, tu hermana va a mejorar.
Abrí los ojos para que pudiera ver la sinceridad con la que decía estás palabras. Aunque sabía muy bien que yo no era Dios para saber la vida y la muerte de alguien, al menos, quería que esta hermosa mujer que estaba a mi lado mantuviera su esperanza inquebrantable. A veces un “todo estará bien”, “todo va a mejorar”, “no te rindas” podía hacer la diferencia en la vida de alguien. No es porque estas palabras iban a solucionar todo mágicamente, sino por la confianza y la calidez que transmiten.
— Eso espero porque ella es mi mundo, mi todo. Solo la tengo a ella. Y ella me tiene a mí. Si algo le llegara a pasar no sabría qué sería de mi vida — en cuanto, Fernanda dijo estás palabras pude notar el dolor y la desesperación en su voz.
Ella estaba aterrorizada por el futuro podía verlo. Fernanda estaba herida, su corazón estaba roto. Detrás de esa apariencia brillante y llena de vitalidad existía una mujer frágil y vulnerable que se sentía sola en el mundo, tan sola como yo me siento en este momento.