Sin Lazos De Sangre

Asistente: señor! Al niño lo llevaron a un correccional de menores, está a 5 horas de aquí.

Mariano: cómo? Eso no es para delincuentes? Pensé que estaba en un internado o algo así.

Asistente: no señor! Por lo visto, el hombre lo quiere muerto. Sería el más pequeño del lugar y una presa fácil.

Pago para que lo dejarán meter al niño.

Luna: noo! Por Dios, mi bebé...

Malditos! Son unos bastardos...

Mariano: cálmate! Vamos ahora mismo y Felipe.

Asistente: sí, señor!

Mariano: lleva una de las maletas.

Asistente: si señor.

Varias camionetas llegaron y Luna, junto a Mariano subieron y se dirigieron al lugar.

Ya el niño tendría pocas horas en el lugar y no podían perder tiempo.

Mariano: cómo ese hombre mando a su propio hijo a una cárcel de menores?

Luna: se lo dije! Ellos no quieren a mi bebé.

Mariano: voy a ser claro contigo.

Luna: dígame!

Mariano: si quieres que salve al niño, tiene que ser a mi manera.

Luna: no entiendo.

Mariano: yo vivo en Rusia. No puedo tener hijos y estoy planeando adoptar uno.

Necesito un sucesor, sé que es el hijo de mi ahora enemigo, Pero el niño no tiene la culpa.

Voy a adoptar al niño, lo haré pasar por muerto y me lo llevaré a mi país, crecerá como mi hijo.

Luna: pero...

Mariano: yo no soy un santo, soy líder de una de las mafias más poderosas en mi país.

Tendrá nueva identidad, lo único que te puedo prometer es que estará bien.

Tendrá lo mejor a su disposición y nunca volverá a pasar por lo mismo que su padre le hizo.

luna no sabía que decir, ese hombre quería llevarse a Sebastián y criarlo como su hijo? ¿Que tanta seguridad podía tener en él? No lo conoce.

¿Pero acaso puede ser peor que dejarlo morir en esa cárcel o esperar a que Joseph lo mande a matar? Si es que no lo matan a golpes él y su madre primero.

Luna: señor, acaso usted puede prometerme que mi bebé estará bien?

Mariano: sí! Yo jamás le haría eso a un niño, a mí no me criaron de esa forma.

Claro que tendrá que entrenar, aprender muchas cosas, pero todo está proyectado para ser un gran líder.

Luna: yo no quiero que mi bebé crezca en ese mundo.

Mariano: Qué más le puedes ofrecer? Tú ni su madre eres; al final si ellos te encuentran, te lo quitan y se acabó la vida del niño y la tuya.

¿Acaso eso es mejor?

Luna: Claro que no! Solo prométeme que mi niño estará bien.

Mariano: no seas tan estúpida! No me gusta repetir las cosas tantas veces. Ya te dije que estará bien.

Luna: está bien.

El resto del camino fue en silencio, Luna pensaba en si había tomado la mejor decisión.

Entregar a su hijo a la mafia rusa, Pero no quería dejarlo morir aquí.

Mariano solo pensaba en como decirle eso a sus abuelos y sí ellos estarían de acuerdo con la decisión que estaba tomando.

Ya de por sí es bastante arriesgado criar al hijo de tu enemigo, sin saber si ese niño lo pueda traicionar más adelante.

Pero tampoco podía permitir que lo matarán o que creciera sufriendo todo tipo de atrocidades dentro de ese lugar.

Después de varias horas en carretera, llegaron al lugar.

Mariano le pidió a Luna esperar en él auto, mientras él solucionaba todo.

Su asistente lo acompaño, cuando fueron llevados con el director del lugar.

Este estaba sorprendido al recibir a tan imponente hombre.

Director: dígame señor, qué se le ofrece?

Mariano: sé que trajeron a un niño de unos cinco años a este lugar, quiero al niño.

Director: no sé dé que habla señor?

Mariano le hizo seña a su asistente y este abrió la maleta delante del director. Al hombre casi se le salen los ojos al ver tanto dinero.

Mariano: quizás eso lo ayudé a recordar. Aquí tiene medio millón de dólares.

Director: si señor! Ya recordé cuál es el niño. Es el más joven del lugar.

Mariano: necesito que lo mandé a buscar.

El hombre sin dudar llamó rápidamente a uno de los guardias y mandó traer al pequeño.

Este estaba encerrado en una cerda oscura, aún no lo habían pasado con los demás jovencitos.

El hombre que lo había llevado, dijo que su señor mando a que lo dejarán una semana sin comer y luego lo soltarán con los demás.

Mariano: Cuánto te pagaron?

Director: me dieron diez mil dólares para qué lo aceptará.

Mariano: es un niño tan pequeño, porque lo aceptaste?

Director: señor! El dinero mueve y a mí me mueve el dinero. No me importa lo que hagan o pase con esos mocosos.

Mariano: entiendo! Así va a ser la cosa.

Te daré este medio millón y dentro de algún tiempo, no tan lejano dirás que el chico murió. avisarás a la familia y le mandaras cualquier trapo que consigas.

Me mandarás el mensaje a un número que te voy a dejar, dónde me confirmarás que hiciste lo que te pedí y para ese momento, te mandaré cinco millones.

¿Que me dices?

Al hombre casi le da un infarto al escuchar una suma tan elevada, jamás en su vida había tenido tanto dinero.

Solo por una mentira? Estaría loco si no lo hace.

Director: aceptó! Usted es el que manda.

Mariano: quiero toda la información que tengas del pequeño.

Director: como usted diga.

El hombre salió rápidamente y busco la pequeña carpeta que guardaba la poca información del chico.

El guardia traía al niño que venía llorando y lo dejo en la oficina del director.

Mariano se quedó viendo al pequeño niño, no parecía de cinco años. Más bien parecía una pequeña cosita de unos tres años máximo.

Era delgado y se veían las marcas en su pequeño y sucio cuerpo.

Mariano: entonces quedamos así! Yo no existo y el niño tampoco. Nada de esto pasó y te vas a ganar cinco millones.

Director: Claro que sí! Yo le avisaré cuando le informe a la familia.

Mariano asintió con la cabeza, tomo la mano del niño y salió del lugar.

Luna esperaba impaciente en el auto, hasta que vio a Mariano venir con Esteban.

No sé contuvo y salió del carro rápidamente, mientras las lágrimas corrían por toda su cara.