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Cuando Pase La Tormenta

Cuando Pase La Tormenta

Status: En proceso
Genre:Amor tras matrimonio / Malentendidos / Traiciones y engaños / La Vida Después del Adiós / Divorcio / Amor en la madurez
Popularitas:7.3k
Nilai: 5
nombre de autor: @ngel@zul

Una mujer de mediana edad que de repente se da cuenta que lo ha perdido todo, momentos de tristeza que se mezclan con alegrias del pasado.
Un futuro incierto, un nuevo comienzo y la vida que hará de las suyas en el camino.

NovelToon tiene autorización de @ngel@zul para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

Lo que no sabía

Esa tarde mientras organizaba un poco la casa y revisaba el calendario de la heladera, algo me hizo detenerme en seco. El círculo en rojo destacaba entre las anotaciones cotidianas: “Cumpleaños de los gemelos – 15 días”. Me llevé una mano a la frente.

—¡Las compras! —Todos los años Charles y yo nos hacíamos cargo juntos de ese momento especial. Desde las decoraciones hasta los regalos, era una especie de tradición que teníamos y me di cuenta de que estábamos a contra reloj con eso.

Así que una vez que dejé todo listo, tomé mi bolso, chequeé que tuviera todo lo necesario y salí de casa decidida a buscarlo en la oficina, tenía tiempo para llegar antes de que terminara su hora de trabajo y así poder ir juntos a hacer las compras. No lo llamé. Nunca fue necesario avisarle de nada, nunca lo era, cada vez que surgía algo de último momento simplemente pasaba por él a la oficina y hacíamos lo que teníamos que hacer. Además, después de aquella discusión telefónica que lo vi tener por la mañana, tenía el presentimiento de que algo estaba mal, sentía la necesidad de averiguarlo aunque no sabía como.

Pedí un taxi y me senté en silencio todo el camino, observando las calles pasar como si buscara respuestas en cada semáforo, en cada peatón que cruzaba apurado.

Cuando el taxi frenó frente al edificio de oficinas, bajé con una mezcla de ansiedad y determinación. Ajusté la correa de mi bolso al hombro y miré hacia la entrada principal. Justo entonces, una mujer que cruzó la vereda frente a mí, saliendo de otro coche llamó mi atención.

Algo en ella me resultó familiar. Era atractiva, elegante, con una presencia llamativa. Tenía el móvil pegado al oído y caminaba como si el tiempo no fuera un obstáculo para ella. Su melena oscura le rozaba los hombros y sus labios se movían con firmeza.

Pasó a unos metros de mí, sin reparar en mi presencia. Y justo en ese instante, escuché su voz.

—¡No importa, Charles! —le escuché decir —Ya estoy aquí, vas a tener que atenderme sí o sí.

El mundo pareció detenerse. Esa voz.

Me quedé paralizada, con los ojos fijos en ella mientras se alejaba. No era simplemente familiar… esa era la misma voz que escuché en el almacén, reclamándole a mi esposo por haberse ido sin decirle nada. Esa voz femenina que ya me había dejado una espina clavada en el pecho.

La seguí con la mirada mientras entraba por la puerta del edificio, como si le perteneciera. Como si tuviera derecho a estar allí.

Un cosquilleo me recorrió los brazos, y sentí una mezcla de rabia, confusión y miedo. ¿Quién era esa mujer? ¿Qué clase de relación tenía con Charles? ¿Y por qué me daba la sensación de que su presencia no era algo nuevo?

Me acerqué despacio a la entrada, deteniéndome justo antes de que las puertas se abrieran para mí. No sabía si entrar de inmediato o esperar. No sabía si enfrentar o seguir observando.

Lo único que sabía con certeza era que mi corazón latía con fuerza, y que todo lo que había intentado reprimir desde la cabaña… estaba volviendo con más fuerza que nunca.

Después de analizar por un buen rato que hacer, decidí no quedarme allí. Ingresé al edificio, cuando lo hice pude ver que las puertas del ascensor se cerraban y no fue difícil darme cuenta de que ella iba en él.

Me acerqué al mostrador de la recepcionista, me pareció raro no ver a Lorena, la chica que siempre estaba allí.

—Buenos días, señora. ¿Qué necesita? —? Me preguntó, obviamente no me conocía.

—Buenos días — repliqué —Soy la esposa del licenciado Smith —dije pronunciando el nombre del socio de mi esposo, ya que si decía que venía a ver a Charles probablemente ella le avisaría antes de que yo llegara a su piso.

—Déjeme que la anuncié —me dijo, y entonces con temor de verme descubierta improvisé una mentira —¿Puedo pedirte que no lo hagas? —ella me miró sin comprender —te explico por qué, resulta que hoy es nuestro aniversario de bodas y vine a invitarlo a cenar juntos, es una sorpresa.

La muchacha se me quedó viendo unos minutos, pero finalmente me sonrió y prometió no avisarle nada. Así que le agradecí con una sonrisa y me dirigí al ascensor.

El ascensor comenzó su lento ascenso, y con cada número que se iluminaba en el panel, mi respiración se volvía más pesada. Sentía las manos frías, húmedas. El corazón golpeaba fuerte en mi pecho, no solo por lo que podía descubrir… sino por lo que ya temía saber.

Nunca, en veinte años de matrimonio, me había sentido así. No con Charles. No con ese hombre que sabía cómo calmarme con una sola mirada, que conocía mis silencios, que se reía de mis tonterías y cuando me abrazaba me hacía sentir que el mundo era un lugar seguro en sus brazos.

Pero ahora… ahora el mundo se sentía extraño.

Cuando el ascensor se detuvo en el piso de su oficina, tragué saliva. Las puertas se abrieron con un sonido suave y mecánico. La pequeña recepción estaba vacía, la secretaria que siempre me saludaba con una sonrisa amable no estaba en su escritorio. Todo estaba en silencio… demasiado.

Mis pasos fueron lentos y medidos mientras me adentraba en la sala de espera. Me detuve allí, inmóvil, intentando escuchar. Murmullos. Muy leves. Alguien hablaba dentro. Eran voces. Una de ellas… la de Charles. La otra… femenina. La misma que había escuchado en el almacén, y esta vez no era el teléfono. Estaba con él. Allí. A solas.

Me acerqué a la puerta entreabierta y pegué la oreja con cuidado. Al principio solo eran palabras sueltas, frases que no lograba distinguir del todo. Mi respiración se contenía a la espera de una señal, una confirmación.

Estuve a punto de alejarme, de dar media vuelta y huir de esa escena que comenzaba a volverse demasiado real, cuando el tono de las voces cambió. Ya no eran susurros. Había tensión. Y fue entonces cuando la escuché, nítida, directa, como una cachetada.

—¿Y qué pensaste? —dijo la mujer con un dejo de indignación en la voz— ¿Que si le pedías el divorcio en la cama te lo iba a dar más rápido?

Mi cuerpo se tensó de golpe. Sentí un nudo subir desde el estómago hasta la garganta. Todo se paralizó. El aire pareció abandonarme.

Dentro de la oficina, Charles respondió algo. No entendí bien, era una excusa, su voz sonaba débil, fuera de lugar. Como si ni él mismo creyera en sus palabras.

Di un paso atrás, tambaleante. Sentía que el piso se movía, como si el mundo se hubiera inclinado levemente sin previo aviso. Me apoyé en la pared y cerré los ojos. Una lágrima traicionera escapó sin permiso, resbalando por mi mejilla.

El aniversario, el viaje, las palabras dulces, las caricias… ¿todo eso pasó mientras alguien más lo esperaba?

No sabía qué hacer. No sabía si entrar y gritar, o si salir corriendo y fingir que jamás había subido a ese ascensor.

Lo único que sabía era que algo se había roto.

Y que, por primera vez en dos décadas, ya no estaba segura de quién era el hombre con el que compartía mi vida.

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Guillermo Peralta
ke lindo ojalá se den una oportunidad ambos
Alicia Marin Silva
poco a poco Alessandro baja las barreras🤔🤔
Emperatriz Reales
Esta novela me encanta
Clemen Franco Arevalos
Uffff q capítulo fuerte y de mucha tristeza!! 🌹🇵🇾💐
Alicia Marin Silva
Alessandro sal a la luz eso puede ayudarte ,,ayudarse mutuamente ella está saliendo de un abismo también
Emperatriz Reales: A veces tenemos q dejar la puerta o la ventana abierta así sea una hendija, para q la luz entre en tanta oscuridad
total 1 replies
Emperatriz Reales
Te amo sam, pero sigo con ella mientras tu
Emperatriz Reales
Ella piensa mucho, q deje ese hombre con su frialdad, total es un frizer
Emperatriz Reales
Bueno cada quien carga su cruz acuestas, q se dedique a sanar y salir adelante
Emperatriz Reales
Quien sabe q mas va perder charles por oji alegre
Emperatriz Reales
Lo q ella d3be hablar con sus hijos, son casi adultos y deben saber, no entiendo eso de ocultarle las cosas a los hijos
Milagros Suarez
Se le tan bonito, pero no entiendo que pasa para que él, le sea Infiel según un comentario que leí y además el mismo título de la historia, Cuando Pase La Tormenta
Seguiré leyendo
Gracias @Angel @azul
Gloria Esperanza Mondragon
felicitaciones, está muy buena la novela
mariela
El problema es que cuando una base de una relación se rompe como es la confianza no hay forma de volver a confiar en esa persona y más después de haber pasado por tanto Charles tiene que asumir que no la amabas tanto y tienes todavía una relación con la tal Annette así que asume que destruiste tu matrimonio y la relación con tus hijos.
mariela
Massimo Moretti estás luchando contigo porque Samantha está derribando ese muro que tienes alrededor y tienes miedo de perder el control porque que pasó en tu pasado para ser un hombre tan frío y neutral.
mariela
Charles perdiste a Samantha ahora quien se está colando en sus pensamientos es el frío y serio de Massimo Moretti será que se curan mutuamente de sus corazones magullados veremos qué pasará.
Alicia Marin Silva
vamos por más capítulos
Alicia Marin Silva
excelente
Yohana patricia Aguancha
Y la crisis de los 40 que no enrede con la cuñada
mariela
Charles perdiste no solamente tu matrimonio de 20 años ahora también el respeto y confianza de tus hijos por esa mujer.
Alicia Marin Silva
al principio es un amor muy bonito sigo leyendo 😌
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