Lorena siempre ha amado a su esposo, ha sido su único amor desde la época de la escuela; sin embargo, ha descubierto algo terrible.
¿Podrá Lorena soportar todo y volver a empezar?
Gabriel lleva cargando por años una culpa que no logra superar; se muestra frío y distante para que no descubran su debilidad; mientras está inmerso en una carrera política que lo podría llevar a la presidencia.
¿Podrá algún día volver a amar?
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22. Me gustas
Grecia Luján camina de un lugar a otro, en el despacho que le perteneció a su padre; siente una angustia terrible en su corazón; mira el retrato colgado de su padre, el único miembro de la familia, que pudo mostrarle verdadero amor.
- "Lo siento papá, no pude ser fuerte como me lo pediste, lo hice todo mal, a veces ni siquiera puedo mirarme en el espejo, no quiero que nadie se sienta así como yo, por eso quiero ayudar a esas mujeres; no me atrevo a decirle a nadie lo que pasó en ese centro, me da asco, papá. Por eso, quería olvidarlo todo, y aunque ahora sé que esa no es la salida, también sé que no estoy bien todavía; no quiero decepcionar a nadie, pero a veces me siento como cuando no queria decepcionar a mamá", dijo Grecia en voz alta, mientras lágrimas surcaban sus mejillas, ante el recuerdo doloroso que aún la hace sentir culpable.
Grecia se queda en silencio por mucho tiempo mirando el retrato, hubiese dado todo el dinero que tiene por el abrazo de su padre, por volverse a sentirse segura, como si a su lado el mal no pudiera alcanzarla, la inmensa casa se siente asfixiante; pero esa mirada en aquel retrato la devuelve a su niñez, cuando era feliz. Su móvil suena, en la pantalla sale el nombre de "Franco"; aunque no la puede ver, ella limpia las lágrimas de su rostro, respira profundo y responde.
- "Alo, Franco, buenas noches", dijo Grecia.
- "Buenas noches, Grecia. ¿Ya cenaste?", preguntó Franco, sabía que los primeros días después de dejar la residencia de la Fundación Cisneros sería algo difícil.
- "Sí", respondió Grecia, no quería preocuparlo.
- "Grecia, si llegarás a necesitar algo, sean la 1, 2, 3 o 4 de la madrugada, o cualquier otra hora, llámame, iré por ti, estaré para ti", manifestó Franco con cariño.
- "Gracias, lo haré si lo necesito", expresó Grecia.
- "Eres muy importante para mí Grecia, tomate todo el tiempo que necesites para recuperar todo lo que te fue quitado, yo esperaré el tiempo que sea necesario para volver a ganar tu corazón; mientras eso suceda, seré el amigo que necesitas", dijo Franco sinceramente.
Grecia quiere recuperarse, quiere sanar las terribles heridas que lleva en el alma, necesita tener valor para reconocer todo lo que le pasó, por ahora solo es capaz de que está fracturada, se pregunta si Franco seguiría interesado en ella si supiese todo lo que ha hecho desde la última vez que se vieron, cuando aún eran adolescentes y él fue el primer hombre con quien estuvo en su vida; si era sincera con el único que había hecho realmente el amor.
Por otro lado, Magaly está guardando varias de las cosas de campaña en su automóvil, mira al fondo una pareja que se está besando, suspira, hasta el momento, solo habia besado puros "sapos", llegaría en algún momento el "príncipe" de su vida; luego frunció los ojos, y se reprendió "los príncipes no existen Magaly, ya bastante suerte tendría si encontrará al menos un tipo decente".
- "¿Estás bien?", preguntó Tomás, ella retrocede sorprendida. "Tan feo soy que te asusté", agregó.
- "No, si eres bien guapo", respondió Magaly, para luego taparse la boca, cuando notó que sus pensamientos habían salido por sus labios, claros y precisos.
- "Gracias. Eres linda (Esa frase dejó a Magaly como si estuviera volando, estaba haciendo un esfuerzo para no perder la conexión). Quería preguntarte algo antes de que te fueras", manifestó Tomás.
- "Dime", dijo Magaly.
- "Me gustaría invitarte a una cena mañana", manifestó Tomás.
Magaly se quedó mirando sorprendida, acaso ese hombre tan guapo e interesante la estaba invitando a cenar, sentía que había puesto sus ojos en alguien que ha tenido una vida acomodada desde la cuna.
- "¿Solos?, digo ¿solo nosotros dos?", consultó Magaly, ella sabía los comentarios vertidos sobre ella y su excentricidad, era atacada por no seguir los parámetros y para todos, Tomás era un hombre que podría ser considerado un prospecto perfecto para ser pareja, aquellos que ella parecía repeler.
Tomás se acercó, acercó su mano a la de Magaly, no obtuvo rechazo, así que acarició la mano de la mujer que tenía en frente, Magaly le gustaba desde hace tiempo, pero no quería cruzar la línea, pero se dijo a sí mismo que no eran niños y si dejaba pasar tal vez después se arrepentiría, esa pequeña caricia hacían un cosquilleo en el cuerpo..
- "Me gustas, me encantaría que cenáramos mañana y veamos si realmente somos compatibles", manifestó Tomás.
- "Me encantará, ¿nos encontramos o...?", consultó Magaly, aún sorprendida.
- "Te busco a las siete de la noche, ¿te parece?", respondió Tomás.
Magaly solo asintió y sonrió, Tomás le gustaba hace mucho, y escuchar que ella también le gusta se siente maravilloso, quisiera besarlo, pero refrena su impulso, antes había apresurado las cosas y todo salía mal.