Aragon Fayna conoce en su nuevo año de estudiante a Dragon Edan, un arrogante, frio y ególatra que solo vela por si mismo, sin importarle nadie mas, hasta que ella se puso bajo su mirada una joven que se mudo a ese lugar frio al no poder vivir en un lugar calido al tener la temperatura corporal mas alta de la normal.
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Capitulo 7- Atentado a la familia Aragon
Fay llegó a su casa y al ingresar le pareció raro ver a sus hermanastras sentadas en la sala sin sus celulares en la mano y como que miraban la televisión.
-¿Qué hacen?. Les pregunta viendo como se comían las uñas y sus piernas temblaban.
-Nuestro padre vino. Le pregunto Morena con la voz cortada.
-No ... Y Luisa. Le pregunto Fay.
-Se fue al salon. Le dijo Clara y vio Fay que una lágrima le salía a su hermanastra.
-Ya digan... ¿Qué les pasa?... Están raras. Les dice Fay hasta que ve que salen dos tipos apuntando hacia ella y sus hermanastras se ponen a llorar histéricas.
-Shhh... ¿Qué se les dijo?. Dijo uno de los hombres con máscara negra y vestidos de negro.
Fay se asustó al verlos, le temblaban las piernas.
-No ... No tenemos efectivo. Les dice Fay al creer que querían robar.
-No queremos efectivo ... Sino a vos. Le dice uno de los hombres .
-¡¿QUÉ?!. Pregunta sorprendida.
-Agradece a tus hermanas. Le dice enseñando lo que publicaron.
-Ahora vas a comportarte o ellas morirán. Le dice amenazando con el arma.
-Hola niñas ... Su madre... Iniciaba el padre al ingresar recibiendo un disparo en el hombro.
-NO... PAPÁ. Grita Fay llorando arrodillada cerca de él, le apoyo sus manos en la herida queriendo retener el sangrado.
Morena y Clara lloraban abrazadas temblando muy asustadas.
-YA CÁLLENSE O LES DISPARO. Les grita el otro hombre.
El ambiente era tenso, el padre le hace gestos a Fay con los ojos hacia su arma.
Uno de los hombres aumento el volumen de la televisión y puso en el canal de música.
En eso que él se giro a hacerlo Fay tomo el arma de su padre y le entrego en su mano, él padre disparo contra los dos sujetos ante los gritos de las mellizas.
-Fijate si salió la bala. Le pidió el padre a Fay que no dejaba de llorar.
-Si. Le responde sollozando.
-Cuaterizala. Le pide.
-¿Cómo?. Le pregunta ella llorando.
-Tu puedes. Le dice agarrándole la mano y apoyando en su hombro. Fay lloraba afligida.
-PONGAN LA CALEFACCION. Les grita como puede el padre a las mellizas que se incorporan temblando haciendo lo que les pide sin dejar de llorar.
El calor empezó a afectarle a Fay cuya respiración se volvió dificultosa.
-SALVA A NUESTRO PADRE. Le gritan las mellizas a Fay mientras usaban el móvil de él para llamar a emergencias.
La temperatura de ella aumentó.
-SALVA A NUESTRO PADRE. Le gritaban enérgicas sollozando.
****
-Algo pasa en la casa de Fay. Le avisa Francisco a su hermano. Salen y ven a la ambulancia y a las autoridades ante su casa.
Edan sale corriendo y ve a Fay manchada de sangre llorando.
-FAY ... ¿QUÉ SUCEDIO?. Le pregunta angustiado y ella se le abraza llorando. En eso ve que sacan en camilla al padre de ella.
-Debe acompañarnos... Debemos asegurarnos que no le pasó nada. Avisa el de la ambulancia, mientras ven que llevan a las mellizas en otra.
-Voy contigo. Le dice Edan al notar que ella no se le despegaba y temblaba.
En el hospital le hicieron las curaciones a su padre, a ellas las revisaron sin encontrarle ningun daño.
-Tranquila hijita... Estoy bien. Le dice su padre.
-Venian por mi papá... Ellas publicaron que yo era la que tenía la mayor temperatura. Le comenta angustiada Fay.
-¡¿Qué?!. Pregunto sorprendido mirando a las mellizas con severidad.
-Lo sentimos. Dijeron en coro las mellizas.
-Se terminaron las redes para ustedes... Miren lo que provocaron. Les reto molesto.
-Tranquilo. Le dijo Fay al ver que le dolió al moverse.
En eso llegó Luisa corriendo afligida, estaba en la peluquería cuando la policía la llamo contactandola por lo sucedido.
-Oh... ¿Qué te paso?... Mira como te dejaron. Le dijo llorando abrazada a él.
-Esto no hubiera pasado si las mellizas no estuvieran tanto en las redes... Nos expusieron a todos. Les dice enojado.
-No puede ser... More... Clara... ¿Qué hicieron?. Les pregunto la señora Luisa con la voz ahogada.
-Lo sentimos. Repetían en coro llorando.
- Vamos a tener que vivir en la base. Anuncia el señor Aragón.
-No... No podemos vivir ahí. Chillan las mellizas.
-Por su descuido paso lo que pasó ... Así que no tienen voz ni voto. Les dice molesto su padre .
-Querido... Se que fue una situación difícil... Decia la señora Luisa, al no querer vivir en la base.
-DIFICIL... DIFICIL... CASI ME MATAN... UN CENTIMETRO MAS Y ESTARIA MUERTO... ES TIEMPO QUE MADUREN... TRABAJEN DE VERDAD... YA NO TENDRAN PARA SUS GASTOS... VAN A HACER TRABAJO DE MEDIO TIEMPO Y ESTUDIAR. Comenta molesto.
-Señor... Debe estar tranquilo... Por favor...Deben retirarse. Les pidió la enfermera, al escuchar como elevaba la voz.
-TERMINAMOS DE REVISAR SU CASA Y DE OBTENER LAS HUELLAS...PONDREMOS CUSTODIA ENFRENTE DE SU CASA... LE AVISAREMOS PARA LLEVARLAS... LA ESTAN LIMPIANDO. Les aviso el oficial.
Fay vio que Edan seguía ahí esperando por ella, por lo que se alejo de su madrastra que hablaba con las autoridades.
-¿Cómo está tu padre?. Le pregunto Edan cuando ella se aproximó, le acariciaba el brazo a modo de consuelo.
-Debe quedarse... Va a mejorar... Por suerte el proyectil paso limpio según dijo el doctor. Le conto con la voz ahogada.
-¿Qué vas a ser?. Le pregunto Luisa a Fay.
-Voy a quedarme. Le dijo Fay.
-A nosotras nos llevan para cambiarnos... Luego venimos. Le dijeron.
-No quieres ir a refrescarte y cambiar tu ropa. Le pregunta Edan.
-No... Quiero estar con mi padre. Le responde ella angustiada.
-Fayna... Ve a descansar. Le indico el doctor al salir.
-Quiero saludarlo antes. Le dijo ingresando a ver de nuevo a su padre.
-Fay... No te aflijas... Voy a estar bien. Le dice su padre al verle la cara.
-Prometeme que no morirás. Le pidió, él suspiro hondo besando su frente.
-Te lo prometo. Le dijo.
-Si no es problema... Puede quedarse con nosotros. Le dijo Edan.
-Gracias... Le haría bien estar con amigos. Le dijo el señor Aragón, al conocer al padre de Edan que es parte de las fuerzas también.
Llegaron a la casa, ella suspiro mirando de reojo su casa.
-Voy a ir a cambiarme. Le avisa a Edan señalando su ropa sucia.
-Si ve. Le responde.
Ella ingreso vio la pared por dónde ingreso la bala que atravesó a su padre, contempló que las alfombras ya no estaban. Subió las escaleras como si llevará grilletes por sus tobillos. Ingreso a su cuarto y en cámara lenta que despojo de sus prendas, suspiro hondo viéndolas con la sangre impregnada de su padre, sus labios temblaban al rodar las lágrimas por su mejilla, se puso bajo la regadera a enjuagar su cuerpo, dejándose caer al deslizarse por la pared llorando al aún sentir la agonía por lo sucedido. Se le hizo revivir el miedo que padeció cuando tuvo el incidente con su madre, esa puerta que cerro bajo diez candados, para que no la vuelva afectar, se le hacía presente, los temblores en las manos, la sensación de falta de aire, las yemas de los dedos se le arrugaron por estar tanto tiempo bajo el agua.
-FAY. El llamado de su madrastra en la puerta la trajo de vuelta a la realidad.
-Si. Respondió con la voz ahogada.
-Vamos a estar en mi cuarto, si quieres estar con nosotras. Le dijo.
-No... Estoy bien. Le responde Fay.
-Te quedas en tu cuarto. Le consulta.
-Si. Le dijo con tal que la dejé sola.
-De acuerdo. Le respondió y escucho cuando se alejo, ella salió de la regadera, se seco lentamente y salio a cambiarse.
Miro su closet suspirando pesado, tenía sus ropas asignadas por cada día, pero eso ahora le molestaba, tomo un conjunto cerrándo molesta al recordar lo que le dijo el especialista.
"Haz una rutina, sigue un orden y así tu mente volverá a a tener un orden"
"¿Qué clase de consejo idiota?. Se preguntó.
Se terminó de cambiar, tomando el cepillo para deslizarlo por su cabello, sentía los brazos pesados al no siquiera querer pasárselo.
-¿Por qué tardas?. La sobresalto Edan en su ventana.
-Me mataste del susto. Le dijo agitada.
-Vamos... Quédate un rato con nosotros. La ánimo.
-Bien. Le respondió resignada.
-No te olvides tu campera. Le indico Edan, ella la agarro sin ganas saliendo por la ventana atrás de él.
Ni bien ingresaron en la casa de él, la recibió el señor Dragan.
-Fayna... Se lo de tu padre ... Él es un hombre fuerte... Va a salir de esto. Le dijo al verla entrar.
-Si... Gracias por su hospitalidad. Le responde ella.
-Podemos armar una pijamada en la sala y ver películas. Propone Francis bajando las escaleras.
-Crei que dormías. Le dijo su padre.
-Es buena esa idea. Comenta Fay, al no querer que Francisco se de cuenta de lo mal que estaba.
-Traere las bolsas de dormir. Dice Francis corriendo entusiasmado.
Fay trato de mantenerse en calma, pero lo que le pasó la tenía muy alterada, observaba como Francis miraba la película entusiasmado y a ella le costaba respirar de la angustia. Edan lo noto, le tomaba la mano, apretándola entre las de él, ella largaba el aire despacio. Cuando Francis se durmió Edan la invitó hacia la cocina para hablar.
-Lamento... Qué deban apagar la calefacción. Le dijo acongojada.
-Eso no importa. Le respondió Edan. -Puedes desahogarte conmigo. La incentiva, ella exhaló pesadamente.
-Fue orrible... Me querían llevar a mi... Dispararon a mi padre... Y él les disparó... Aún retumba él sonido del arma en mi cabeza. Le dice mordiéndose los labios.
-Es una suerte que nadie murió de tu familia... Pero ¿Por qué venían por ti?. Le pregunto Edan
-Por... Por algo que publicaron More y Clara. Le responde con la voz ahogada. En eso escuchan voces que provienen de la casa de ella y miran por la ventana y ve como su madrastra junto a sus hijas salen con bolsos subiendo todo a su vehículo, sus gestos corporales indicaban que estaban nerviosas y se iban sin decirle nada a ella.
-¿Se van?. Pregunta asombrada Fay al no poder creer que se vayan así.
-Al parecer si. Le dice Edan.
-Por eso se aseguro que me quedaría en mi cuarto. Reflexionó Fay, mordiéndose los labios.
-¿Cómo tomara esto tu padre?. Le pregunta Edan.
En eso ven que cruzo una patrulla dando la vuelta a la manzana.
-Vaya... Con eso me siento muy segura. Dijo Fay con ironía.
-Mi padre es fuerte... No sé cómo lo hace... Pero siempre logra mantenerse de pie. Reflexiona Fay.
*
*
-Mamá ¿estás segura de esto?. Le pregunta Morena nerviosa.
-Si hija... He soportado mucho... No vale la pena seguir haciéndolo... Oh ¿quieren vivir en la base?... Dónde imponen reglas y horarios... No podrán tener vida social... Deberán estar alejadas de todo... Yo no puedo reducir mi vida así. Expreso indignada.
-Creimos que adorabas al señor Aragón... Hasta nos hiciste decirle papá. Le comenta Clara.
-Todo tiene un límite... Y les conseguiré una mejor vida... No sé preocupen. Les dice.
-¿Cómo?... ¿Con que plata?... Se necesita mucha... Y solo lo teníamos con el señor Aragón... Me acostumbré a lo que nos aportaba. Comenta Morena.
-Pero no escuchaste que las pondrá a trabajar... Que les cortaba el beneficio... Y no permitiré que mis niñas arruinen sus uñas. Expresa frustrada.
-Y si vienen atrás de nosotras. Pregunta angustiada Clara.
-No lo harán... Quieren a Fay. Les dice.
-¿Por qué no le avisamos?. Pregunta Morena
-Que tanto les preocupa... No era que ni la soportaban. Les dice Luisa.
-Si... Pero hemos convivido tanto ... Qué la verdad... Nos acostumbramos a ella. Le respondió Clara.
-¿Qué les pasa?. Le pregunta frunciendo el ceño
En eso ven que se les atraviesa un vehículo haciendo que Luisa frenará de golpe y las mellizas gritaran aterradas.
Bajaron unos hombres que las obligaron a descender apuntandole con un arma.
-Tranquilas... Todo va a salir bien. Les decía Luisa a sus hijas que lloraban histéricas.
-Vaya... Vaya... Así que te vas sin despedirte. Se bajó del interior del vehículo uno de traje.
-¿Lo conoces?. Le preguntaron sus hijas al ver la cara de su madre.
-Asi que no le has dicho... Qué mal de tu parte. Dijo el hombre.
-No debo decirle nada... Porque no eres nada. Grita Luisa.
-No estás en posición de decir eso ... Habíamos tenido un trato... Y por lo que veo... No quieres cumplir. Le recordó.
-¿DE QUE HABLA MA?. Grito angustiada Morena.
-A caso te encariñaste con el uniformado. Le pregunto con sarcasmo.
-No tiene nada de especial su hija... Es solo una enferma ... Debes olvidarlos. Grito Luisa frustrada.
-¿Qué sucede madre?... ¿A caso lo conoces?. Le pregunta Clara confundida abrazada a Morena.
-SUBAN. Les ordeno el tipo con la voz grave.