El ceo frío, busca una niñera de confianza para su pequeña hija, la chica escurridiza como Anastasia busca un trabajo con buena paga.
¿Ambos encontrarán lo que buscan?
Alexander Meyer, es un hombre frío lleno de rencor y más con las mujeres dulces y cariñosas.
Descubre en esta historia, a un papá que fue engañado por su esposa con su propio hermano..
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Las barreras del Ceo
Alexander
Durante la madrugada me despierto al escuchar el llanto de mi bebé, salí corriendo de mí habitación a la suya, entré de repente un tanto asustado, encuentro una escena en dónde Anastasia la abraza fuerte entre sus pechos tratando de calmarla.
_____ ¿Qué pasó? ____ pregunté afanado.
_____ Tuvo una pesadilla, ya se está calmando. Tranquilo____ Susurró ella, con una voz dulce y calmada que transmite paz y seguridad.
_____ Papi ____ Exclamó Lucía, al extenderme sus pequeños brazos, está más que claro que cuando la agarré, no se pudo evitar el contacto con Anastasia, sentí su calor en ese diminuto tiempo y fue como sí una electricidad recorriera todo mi cuerpo.
___¿Qué me está pasando? ____ Me pregunté en mis pensamientos.
No me agrada nada de que ella esté actuando más de lo que está en el escrito, verla cumplir el papel de madre me aterroriza, por el simple hecho de que su amor y ternura sea como un maldito lazo que me enreda y no voy a dejarme ser atrapado por ello, ella solo está cumpliendo sus labores y no puedo malinterpretar las cosas.
_____ Ya puedes retirarte ____ Le dije sonando frío.
____ No papito, yo quiero que Anna se quede aquí ___ Dijo Lucía con esa dulzura a la que no resisto.
____ Eso no es posible mi vida____ Le dije, tratando de persuadir.
_____ Por favor ___ Suplicó.
_____ Está bien ___ Contesté, nervioso por dentro aunque por fuera mi rostro luce todo lo contrario.
______ Yo los quiero a los dos, por favor quédense conmigo____ Suplica Lucía.
_____ Cariño, ella se puede quedar aquí en este sillón que está pegado a la cama ____ Expliqué.
_____ No, no yo quiero dormir en el medio y ustedes serán mis muros de protección ___ Insistió, llamándo mí atención su asombrosa inteligencia y astucia.
Noté a Anastasia extremadamente nerviosa, y no sabía cómo reaccionar ante esta petición de la niña, nos tomó de sorpresa y no pudimos zafar de ella.
Me recosté juntamente con la niña y no me salía palabras para decir, ¿Cómo pudo mi hija de seis años meterme en este lío?
_____ Ven Anna ____ Exclamó la pequeña invitándola con sus deditos a recostarse a su lado.
______ Permiso ____ Dijo ella por fin.
Lucía tomó nuestras manos al mismo tiempo y las colocó sobre su barriguita, nos miró a los dos con una dulce sonrisa que liberó toda la tensión que había entre ella y yo.
El contacto visual no tardó en hacerse presente; sin embargo, me niego a mostrarle algún afecto o cercanía, decido mantener mi postura a pesar del incómodo momento.
En la mañana despierto sintiendo un pequeño peso tibio en mi pecho, observé de inmediato y era la mano de Anastasia, hice un movimiento para ver si ella despertaba, al contrario a eso; ella movía la mano hasta el punto de convertirse en una caricia, ella seguía profundamente dormida abrazada a Lucía, mi bestia devorador interno comenzaba a despertar y obviamente no podía tener el control sobre eso.
Me levanté de inmediato y regresé a mi habitación, me di una ducha y luego me alisté para ir a trabajar.
Anastasia
Me estiré con los ojos aún cerrados, un aroma dulce infantil invadió mi nariz, abrí mis ojos grandes y me encuentro en la cama de Lucía, no tardé en recordar el embarazoso momento que pasé anoche. Jamás creí posible que podríamos compartir la misma cama, aunque a él no le importó mucho que digamos.
Traté de disimular el rubor de mis mejillas, cuando sentí sus manos tan cerca de la mía, ojalá no lo haya notado, Bueno en fin; sin más que decir me levanté y empecé mi día con mucho ánimo, aunque sin darme cuenta el señor gruñón es uno de los principales motivos, pensar en su rostro ya se me hizo costumbre, ahora es un poco más difícil verlo cada día; sin embargo, el contrato es un refrescante balde de agua fría que me hacen volver de mis pensamientos cada vez que me encuentro pensando en él.
Rápidamente, me despabilé, desperté a la niña y la alisté para llevarla a la escuela. Estando listas bajamos al desayunador.
______ Buenos días___ saludamos al unísono con Lucía.
Mientras ella se toma su desayuno, el señor gruñón se pone de pies, y me pide hablar a solas con su ceño fruncido, me pregunto ahora que habrá pasado para que tenga esa misma cara de amargado, le seguí los pasos algo confundida.
_____ Siéntese ___ Ordenó.
_____ Sí señor. ¿Ocurrió algo? ____ pregunté seria.
_____ No puede volver a pasar lo de anoche, usted incumplió las reglas del contrato ____ Dijo dejándome sorprendida.
_____ pero usted estaba ahí y no dijo nada___ Contesté.
_____ Usted debió negarse a la petición de la niña, no tiene por qué cumplir todos sus caprichos ____ Gruñó.
_____ No fue un capricho, ella tenía miedo; tiene seis años, no puede ser tan duro y todo por lo escrito en un estúpido papel ____ bufé mientras me coloco de pies sin tener el control de mis palabras.
Él se me arrimó para dejarme las cosas aún más claras.
_____ No me desafíe, señorita Johnson, ¿Qué se ha creído? No me falte al respeto____ Advirtió mientras me miraba profundamente con esos ojos en llamas, ya no puedo reconocer si era por la rabia o porque se sentía absolutamente atraído por mis labios.
______ No lo desafío, solo tenga un poco más de consideración hacia su pequeña; recuerda que no tiene madre y ella trata de depositar sus miedos en mí____ Expresé.
______ No le permito sermones, no eres su mamá, y como dije en un principio nunca lo será; respete su posición ___ Aclaró.
____ Entendido señor, como usted lo ordene____ contesté con mis ojos aguados frente a su cara.
Me retiré inmediatamente de su despacho y corrí en dirección al baño, respiré profundo y una vez lista proseguí a hacer mi labor.
No podía obedecer del todo a las órdenes de Don gruñón porque la niña y yo nos teníamos mucho afecto.
En la tarde jugamos al té de señoritas en la gran sala de la casa, cuando de pronto fuimos interrumpidas por un hombre al cual no sentí llegar, Lucía corrió hacia él gritando "Tío" supuse que podría ser el hermano de Don Gruñón.
_____ Hola Princesa, cuánto has crecido___ Exclamó con una enorme sonrisa.
_____ Hola, soy Noah Meyer ____ Me habló tras dirigirse a mí con mucha amabilidad.
_____ Hola señor, mi nombre es Anastasia Johnson y soy la niñera de esta Princesa ____ Contesté sonriente.