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«El Secuestro» Unidos Por El Destino

«El Secuestro» Unidos Por El Destino

Status: Terminada
Genre:Completas / Equilibrio De Poder / Poder equitativo
Popularitas:1.1M
Nilai: 4.8
nombre de autor: Ana de la Rosa

Dos jóvenes de la misma clase social, pero con diferentes personalidades. Se verán envueltos en una difícil situación. Ambos serán secuestrados, para beneficios de otros. ¿Qué pasará con ellos? ¿Lograrán salir ilesos luego de pasar un proceso traumático? Los invito a leer

NovelToon tiene autorización de Ana de la Rosa para publicar essa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

Capitulo 7

Los padres de la joven no entendían por qué ella cambió con él. Se llevaban muy bien, incluso ellos pensaban que algún día se casarían. Le tenían aprecio a Erick, y le agradaba como pareja de su hija.

Madolyn sonrió con amargura, y le pidió a Erick hablar a sola. Ambos salieron al jardín, dejando a los señores Parker feliz, por su aparente reconciliación amistosa.

La joven estaba realmente molesta, la presencia de Erick le consumía toda su paz. Llegaron a una fuente de agua, él se sentó en la orilla, y la miró.

— ¿Qué quieres? ¿Por qué ahora te aparece cada vez que te da la gana?— preguntó Madolyn, exaltada, de pie frente a él.

— Te amo. Quiero que me perdones. Fui un verdadero estúpido.

— Sigues siendo un estúpido, y ahora más que antes. Erick, tu amor y tú me hacen los mandados.

Él se puso de pie y se acercó a ella.— Sé que aún me amas. Lo veo en tus ojos, en tus labios, y en tu cuerpo que pide a gritos que lo toque.— intentó tocarla y ella lo abofeteó.

— No vuelvas a intentar tocarme. Te odio.

— Madolyn, si te dejé plantada en la iglesia, fue porque no quería hacerte daño. Después de ese día, me di cuenta de que me había enamorado de ti. He pagado mi error con creces.

— De todo lo que pasó, lo que más me dolió fue escucharte hablar con Alondra. Te dejaste convencer por ella, para enamorarme, casarte conmigo, y robarle a mi papá. Al menos tuviste el valor de desistir en cuanto a la boda. Vete, y no vuelvas más.

Madolyn volvió adentro, él se quedó ahí, afligido. Se equivocó y estaba arrepentido. La amaba, quería volver a estar con ella, y está vez hacer las cosas bien.

El día continuó avanzando, dándole paso a una fría noche.

Edgar no había salido de su habitación, no le permitió a nadie entrar, y no probó alimentos. Tales actos preocuparon su madre, considerablemente. Él nunca había adoptado esa postura tan drástica.

Natalia, como mamá abnegada, al fin, no podía seguir aceptando la conducta de aislamiento de su único hijo. Sin importar las veces que Edgar se negara a recibirla, lo siguió intentando. Cada cierto tiempo iba y le tocaba la puerta. En vista de que él nuevamente se negaba abrir, decidió invadir su privacidad. Buscó la copia de la llave de la habitación y entró.

— Caray, madre, ¿por qué entra sin permiso?— dijo él, sin voltear a mirarla. Sabía que la única que se atrevería a ser tal cosa, era ella.

Edgar estaba acostado bocabajo, y no tenía camiseta puesta. Natalia se acercó, se acomodó en la cama, y le acarició el cabello.

— Hijo, mío, ¿qué te pasa?

— Nada.

— Cariño, no te vi llorar cuando murió tu abuelo, te has guardado ese dolor, ¿por qué no lloras y saca todo eso que llevas dentro?

Él volteó y se acomodó en las piernas de su mamá. — No voy a llorar. Si mi abuelo estuviera vivo, me dijera que no vale la pena llorar.

Edgar no lloró, y su madre lo convenció de probar alimentos.

Las horas pasaron, dándole la bienvenida a un nuevo día.

Edgar se despertó, y las escenas del día anterior llegaron a su mente como ráfagas de viento. Sacudió la cabeza y decidió ocupar su mente con trabajo. Se dirigió a la petrolera y empezó a trabajar.

A las diez de la mañana, alguien le fue hacer la visita. La secretaria dejó pasar a esa persona, ya que era muy especial para Edgar, y no necesitaba ser anunciada.

— ¿Podemos hablar?— pidió al entrar a la oficina.

Edgar estaba firmado unos documentos. Al escuchar esa voz, se detuvo instantáneamente. Su corazón se aceleró, más no mostró ninguna expresión. Levantó la mirada, y realmente era deplorable la imagen ante él.

Era Alondra, tenía un semblante pálido. Unas ojeras bien notorias, los labios resecos, los ojos hinchados, el cabello envuelto en un moño, vestida con ropa de descansar, y unas pantuflas. Nada que ver con la modelo, novia de Edgar Lewis.

— Por favor, escúchame. — dijo ella, con lágrimas en los ojos.

Él, con la mano, le indicó sentarse, en la silla, frente al escritorio.

La mujer no sabía por dónde empezar. Esperaba otra reacción de parte Edgar. Tal vez, unos insultos, sacarla a patadas, gritarle palabras ofensivas, o golpearla. Pero el hombre que tenía en frente no mostraba ninguna expresión.

— ¿Vas a hablar, o me seguirá mirando?— preguntó él, en un tono frío.

— Perdóname. Cometí un error, juro que estoy arrepentida. Yo te amo, Edgar.

— ¿Quieres que borre lo que pasó?

— Eso fue un desliz. Estábamos ebrios.

Edgar analizaba cada gesto del rostro de la mujer. Obviamente, sabía que estabas mintiendo. “Maldición, porque demonio no pude notar su falsedad desde antes”, pensó él.

— Ahora entiendo lo que pasó entre Adán y Eva, ustedes, las mujeres tienen el poder del convencimiento.— dijo él, mientras jugaba con el lápiz en la mano.

— Nos amamos. No dejes que nuestro amor muera por un simple error.

Él se levantó y caminó hacia ella. Se le colocó por detrás, respiró su olor, y le susurró.— Hueles a derrota, por ese simple error. Me voy a encargar de que pidas limosnas en las calles, para poder sobrevivir. Tu vida me pertenece y te quiero arrastrándote como un gusano.

Después de decir esas palabras, con total serenidad, volvió a su sillón. Ella continuó pidiendo una segunda oportunidad. Él, sin prestar atención a sus faldas súplicas, llamó a Rodrigo. “Entren a mi oficina”, les ordenó a sus guardaespaldas. Ellos procedieron a entrar inmediatamente.

— Desde hoy, quiero a esta mujer lejos de mí. Si por casualidades de la vida, coincidimos en el mismo lugar, la sacan, o la alejan de mi presencia, así sea arrastra. Es una orden.

— Entendido, señor. — dijo Joel.

Ella empezó a gritar, y ellos la sujetaron por ambos brazos y la sacaron del sitio.

Autora; Si le gusta la historia, por favor, házmelo saber. Gracias ☺️

1
Lilliam España
Muy malo
Kelly Tatiana Mosquera Sánchez
Excelente novela 😃
Kelly Tatiana Mosquera Sánchez
Excelente novela 😃
Anies Zahlane
Excelente
ESTER CRISTINA GOMEZ RIVILLAS
Excelente súper recomendada para las nuevas lectoras
ESTER CRISTINA GOMEZ RIVILLAS
Me encantó la historia de principio a fin felicitaciones autora espero que vuelvas a escribir eres magica con las letras. Un abrazo desde la distancia.
Tomasa Aguirre
Excelente
Tomasa Aguirre
todo lo que le pasó la izo cambiar su modo de tratar a las personas
ESTER CRISTINA GOMEZ RIVILLAS
Eres pero Joel
ESTER CRISTINA GOMEZ RIVILLAS
Joel es bueno en su trabajo
Iris De Chacón
muy hermosa la historia. p
Pobre Samuel, tanta maldad lo hizo cavar su propia tumba
Tomasa Aguirre
Samuel es una bestia sin corazón
Beatriz Rodrigez
Excelente
Tomasa Aguirre
estos 2 se van a enamorar y ellos se van a quedar con un palmo de nareses
Tomasa Aguirre
está muy bueno la trama
Tomasa Aguirre
las 2 son iguales de interesadas y malas mujeres
Tomasa Aguirre
está interesante la historia
Tomasa Aguirre
si quien será la protagonista ?
Filemon Paula
Excelente
Maria Freire
alfil algo de emoción /Facepalm/
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