Dalia Grantt, en un momento de vulnerabilidad y despecho, hace lo inesperado y con esa acción acaba con el orgullo y con el corazón de su marido, ella luchará por ganarse su perdón, pero el orgulloso Deimon se resistirá hasta el final.
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CAPÍTULO 7
Él le arrojo de nuevo la toalla a ella y se lanzó a la piscina, ya que el agua estaba fría y le ayudaría a calmarse más rápido.
Ella soltó una carcajada al ver la reacción tan sorpresiva de él ya que salpico toda a la Vilma con el agua.
__ Disculpa al joven Vilma, gracias puedes retirarte dijo Dalía, tratando de no soltar la carcajada delante la mojada sirvienta.
La sirvienta se retiró no sin antes lanzar una mirada fulminante a Deimon, que al darse cuenta se sumergió en el agua ocultando la pena.
__ Ven a nadar conmigo amor, Le dijo a Dalía arrojándole agua con la mano.
__ Voy pero primero avísame si ya el tiburón se convirtió en pececito nuevamente, dijo ella riéndose y burlándose de él.
__ Si ya y no es ningún pececito, oíste abusadora con la cara roja de la vergüenza. Ambos rieron y ella se metió a la piscina y lo abrazo a Deimon por la espalda, y le dijo:
__ creo que así estaré a salvo, ambos rieron, él se volteo, la beso y nadaron un rato.
Luego Vilma les aviso que el almuerzo estaba listo, Dalía le pidió que lo sirviera en la mesa que estaba en el área de la piscina, su intención era seguir disfrutando ahí de ese día con su novio.
Después del almuerzo, apareció Trevor y sin avisar se lanzó a la piscina, mojando nuevamente a Vilma que se encontraba recogiendo la mesa, ella se retiró furiosa y cuando Trevor salió del agua fue que se percató de lo que había hecho, tomo una toalla se secó un poco y fue a disculparse con ella, se sintió mejor cuando la encontró en la cocina riéndose y contándole a todos los demás lo ocurrido, ahí se enteró de que Deimon la había mojado momentos antes, ahí el entendió porque ella se había enojado.
Dalía y Deimon se fueron a duchar y a cambiar, él quería ir a su casa a descansar, le dijo a ella que mañana pasaría por ella para invitarla a cenar, ella asintió con la cabeza, se besaron y se despidieron.
Cuando Deimon llego a su Pent House, se recostó en el sofá, cayó en cuenta en el lio en que se había metido por obedecer ciegamente a su corazón dándole rienda suelta a ese amor repentino que había sentido por Lía.
Realmente él estaba comprometido con una chica llamada Melissa James en Los Ángeles desde hacía 6 años. Claro él tenía dos años que no veía a Melissa, habían perdido el contacto porque lo último que supo ella se había ido a España e incluso le habían llegado rumores de que ella tenía otra pareja.
En realidad ese compromiso fue acordado entre sus padres, a él nunca le importo lo que ella hiciera con su vida, aunque en un arranque de adolescente ella le había entregado a Deimon su virginidad, pero al ella haber tenido otras parejas posterior a esto, para él eso ya no tenía valor alguno.
El único vínculo importante que él sentía con ella era que desgraciadamente para Deimon Melissa era hermana de su mejor amigo Darío, con quien Deimon siempre fue inseparable hasta que se mudó a New York, dejando toda su vida anterior atrás, aunque lamentaba no haber roto el compromiso en ese momento, ya que aún Melissa se paseaba mostrando su anillo de compromiso descaradamente.
Deimon suspiro y pensó: “debo aprovechar el día de mañana y viajar a Los Ángeles para tratar de ver donde estoy parado respecto a ese compromiso.”
Ya que no permitiría que eso se convirtiera en un obstáculo entre Lía y él, porque él jamás en los cinco años de amistad le había mencionado a Lía nada de aquel compromiso ni de Melissa y por eso sentía que él había traicionado la confianza de su amistad y que ella pudiese molestarse con él.
Aunque a él le tranquilizaba saber que si su suegro Charles Grantt lo había investigado y no había salió a relucir ese compromiso era porque ambas familias también lo daba por terminado.
Al día siguiente Deimon tomo un vuelo directo a los Ángeles a visitar a sus padres, tenía dos años de no verlos ya que la última vez habían discutido por que lo querían obligar a volver allá y él se había negado dando su palabra de que volvería a tomar posesión de su herencia cuando terminara su carrera y se casaría con Melissa.
Pero ahora toda su vida había dado un giro inesperado y se encontraba ansioso de no saber cómo reaccionarían sus padres al saber que por lo menos dos años más tardaría en volver.
Y según sus nuevos planes volvería casado con otra mujer.
Por su parte, Lía y Trevor partieron hacia el aeropuerto allí los esperaba el jet de la familia para llevarlos a California al Monte White específicamente para practicar alpinismo, se prepararon se colocaron los trajes y el equipo y empezaron a ascender con la ayuda de los guías, se sentían los dueños del mundo con cada paso que daban hacia la cima, a estos hermanos le encantaban estas aventuras y muy a pesar de lo que pensaba Deimon, Trevor no estaba dispuesto a dejar que él le robara su compañera de aventura, no importaba si se casaban o no.
Cuando Deimon llego a casa de sus padres Jonás y Marisa de Miller, ambos lo recibieron con un cálido abrazo, a la vez su padre le informaba al mayordomo que bajara el equipaje de su hijo y lo llevara a su habitación de siempre.
En este momento Deimon supo que estaba en problemas y que ese cálido abrazo seria lo único bueno que recordaría de esa visita.
__ No padre, no he venido a quedarme.
__ La sonrisa desapareció de cara de ambos, pero se adelantó su madre y le dijo:
__ ¿Qué paso? Hijo ya te graduaste ¿qué te retiene todavía en New York? Pregunto su madre con cara de asombro.
Invitándolo a tomar asiento para escuchar con detalle la respuesta de su hijo
__ He aceptado trabajar dos años como Vicepresidente de Grantt Cars, creo que esta experiencia será fundamental para complementar mi carrera y así aprovecho de hacerme de contactos importantes antes de regresar aquí.
