Su nombre es Arjuna Zaid Abdullah Al-Fatih. Es el heredero de Al-Fatih Group, una empresa gigante originaria del Medio Oriente con alcance mundial. Sin embargo, para la familia Adipura, Arjuna es solo basura recogida por Natasha Adipura.
Sucia, humillante y repugnante.
Arjuna acepta ser tratado como un esposo y yerno inútil en esa familia. Sin embargo, Arjuna comienza a mostrar su poder cuando alguien se atreve a molestar a Natasha.
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Capítulo 7
Feliz lectura....
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El cielo anaranjado acompañaba el rugido de la motocicleta de Arjuna, que avanzaba a una velocidad errática. El tráfico de la capital obligaba a Arjuna a detenerse con frecuencia.
Una leve sonrisa se dibujó en su atractivo rostro al escuchar las quejas de Natasha, salpicadas de resoplidos de molestia.
Puede que Natasha se estuviera arrepintiendo de haber decidido volver a casa con Arjuna. Ella, que no estaba acostumbrada a montar en moto, no tuvo más remedio que rodear la cintura de Arjuna con los brazos por miedo a caerse.
"Comamos algo primero", dijo Arjuna mientras dirigía su moto hacia un restaurante.
"¿Aquí? ¿De verdad quieres llevarme a comer aquí?", preguntó Natasha con un gesto burlón.
"Tasha, no podría llevar a mi mujer a comer a la calle. Pide lo que quieras. Seguro que estás harta de comer mi comida todos los días", dijo Arjuna mientras se quitaba el casco a Natasha.
Natasha lo miró con enfado. Quería llegar pronto a casa y darle la buena noticia directamente a su padre. Sin embargo, no podía negar que también tenía hambre.
Natasha entró en el restaurante con aire confiado. Pero toda su seguridad se vino abajo al darse cuenta de que algunos de los comensales susurraban y la miraban.
Todo debía de ser por el aspecto tan corriente de Arjuna. Lo malo es que al tipo se le había metido en la cabeza traerla a este restaurante de lujo.
"Siéntate. Voy a llamar al camarero", dijo Arjuna. No tuvo tiempo de levantarse, un camarero se acercó a ellos y les ofreció la carta.
"Quiero esto, esto y esto para beber. ¿Y tú?", señaló Natasha rápidamente antes de preguntar a Arjuna.
"Lo mismo", añadió Natasha al camarero, que se retiró.
"Vaya, apuesto a que ni siquiera sabes lo que he pedido", se burló Natasha.
"Sí, je, je. Me alegro de que me conozcas tan bien", dijo Arjuna con indiferencia, dejando a Natasha sin palabras.
"Tasha, ¿fuiste a esa empresa para hablar de negocios?".
"Sí. ¿Y tú? ¿Qué hacías allí?", preguntó Natasha con recelo.
"Quería serte útil aunque fuera un poco, por eso fui a la oficina de Al-Fatih Group", respondió Arjuna.
"Me dejas asombrada con tu confianza en ti mismo. ¡Guau! Estoy segura de que allí solo eras un recadero, y te enorgulleces de ello. Increíble", dijo Natasha en tono burlón.
Arjuna sonrió levemente y sacó algo del bolsillo de su camisa. Un anillo envuelto en un pañuelo de papel. Natasha enarcó las cejas cuando Arjuna le pidió que le tendiera la mano.
"¿Para mí?". Natasha pareció mirar el anillo con asco.
"Por supuesto. Es solo para ti. Acéptalo, no te he dado nada durante nuestro matrimonio".
"Me daría comezón en el dedo ponerme un anillo barato como ese. ¿Sabes?, el señorito Al-Fatih me ha regalado un bolso caro como regalo de nuestro encuentro, ¿y tú? ¿Me regalas esta baratija como regalo de bodas? ¡Oh, Dios mío!, qué mala suerte la mía. ¿Por qué te pedí que te casaras conmigo?". Natasha pareció ponerse a pensar, lo que hizo que Arjuna esbozara una sonrisa.
"Este es el anillo de mi difunta madre, Tasha. Un anillo que también le regaló mi difunto padre. De acuerdo, si no lo quieres, me lo guardaré. La próxima vez te compraré uno mejor", dijo Arjuna mientras volvía a envolver el anillo en el pañuelo de papel.
"Dámelo. Me lo pondré luego", pidió Natasha con brusquedad.
Arjuna pareció muy contento y le dio el anillo a Natasha.
La comida ya estaba servida. Arjuna intentó comportarse para no avergonzar a Natasha. Una llamada telefónica de Adipura hizo que Natasha saliera a hablar. Arjuna llamó al camarero para pedir la cuenta y pagar.
"Tengo que irme ya. Date prisa, papá me espera", dijo. Sin esperar más, Natasha se levantó y se dirigió a la caja. Pensó que no quería pasar vergüenza dejando que Arjuna, que no tenía dinero, pagara la comida que acababa de pedir.
"¿Cuánto es la mesa número 5, señora?", preguntó.
"Ese caballero ya ha pagado, señorita", respondió el empleado que estaba al lado de la caja, señalando a Arjuna, que se acercaba.
Natasha se volvió con el rostro confundido. ¿De dónde había sacado Arjuna dinero para pagar?
***
En la residencia de Adipura....
En la habitación de Joshua, Inge y sus dos hijos parecían estar hablando seriamente de algo. El rostro de Inge estaba tenso, y sus dedos se retorcían.
"Mamá, ¿cuánto crees que puede conseguir Tasha de inversión de esa empresa?", preguntó Kania.
"No lo sé. Tal vez mil millones o incluso diez mil millones. No lo sé, Kania. No conozco a nadie allí. Lo que sí sé es que es nuestra mayor amenaza", siseó Inge.
"Ojalá me hubieran enviado a mí, estoy segura de que habría conseguido una gran cantidad. A cambio, habría pedido el puesto de directora financiera y habría echado a Natasha", se lamentó Kania.
Un criado llamó a la puerta y les pidió que se reunieran en el salón. Unos instantes después, Adipura entró en la habitación con el rostro alegre.
"Cariño, ¿qué buenas noticias hay? Pareces muy contento", preguntó Inge suavemente mientras le rodeaba el brazo a Adipura.
"Esta vez Natasha ha estado a la altura de las circunstancias. Ha conseguido una inversión de un billón del Grupo Al-Fatih. Increíble. Por fin puedo presumir de ella como mi hija", dijo Adipura con orgullo.
Inge y sus dos hijos se quedaron impactados al oír la cantidad que había conseguido Natasha. ¿Un billón?
"No es de extrañar, papá. Natasha fue la que causó los problemas en la empresa, si ella también los soluciona, ¿qué tiene eso de especial?", dijo Kania espontáneamente.
Kania bajó la mirada inmediatamente al percatarse de la penetrante mirada de Adipura. Adipura se levantó y le pidió a Joshua que lo siguiera a su despacho.
Al llegar a casa, Natasha fue directamente al despacho de Adipura. Pasó junto a Kania e Inge, que la miraban fijamente desde el salón.
Adipura aplaudió suavemente cuando Natasha entró en la habitación. Con una amplia sonrisa, dijo: "Estoy orgulloso de ti. Has conseguido resolver el problema de nuestra empresa. Un billón... ¡guau! Es fantástico, Tasha", la elogió.
"Yo tampoco esperaba que aceptaran mi petición, papá", dijo Natasha mientras sonreía a Joshua, que estaba sentado a su lado.
"El señorito Al-Fatih debe de estar interesado en ti, Tasha. Divórciate de ese desgraciado cuanto antes", espetó Adipura.
"Es imposible, papá. Esta ha sido nuestra primera reunión, y el divorcio... Arjuna se niega", respondió Natasha.
"Desagradecido", gruñó Adipura.
"Señor, ¿qué dirá la gente si Natasha se divorcia de Arjuna tan pronto? Seguro que pensarán mal de nuestra familia. ¿Y si le damos a Arjuna la oportunidad de volver a trabajar en la oficina?", sugirió Joshua.
"¿Qué quieres decir? ¿Como qué? No, papá. Solo me serviría", espetó Natasha.
"Entonces hazlo tu asistente personal", dijo Adipura rápidamente.
"Ya tengo a Rama. No puedo confiar en ese inútil", respondió Natasha en tono agudo.
"Deja que te ayude en casa y en la oficina. No lo olvides, aunque sea un desgraciado, sigue siendo un hombre. Su orgullo se verá muy afectado si sigue pisándote los talones. Además, así podrá ver lo cerca que estás del señorito Al-Fatih. De ese modo, él mismo te pedirá el divorcio", dijo Adipura, que parecía muy seguro de su razonamiento.
"Tiene razón, señor. Yo también pienso lo mismo", añadió Joshua, devolviendo la sonrisa a Natasha.
Natasha lo miró con enfado. Estaba segura de que Joshua no se había tomado bien su éxito en la obtención de la gran inversión.
"Eres un perdedor patético", se burló Natasha de Joshua. Se levantó de su asiento y salió de la habitación.
