M E X I C A NA

Yola estaba hecha un manojo de nervios, después de que Susana llegara con los papeles de adopción en la mano, preguntó: Qué pasó Madre?. Por qué no viene esa mujer contigo?.

Me entregó los papeles de adopción ya en regla y podemos pasar a recoger a Caro. Hoy ya va a dormir en casa.

Yolanda abrazó a su Madre y no pudo contener las lágrimas, Gracias Madre, eres la mejor. Pero aún no le he pagado a la chica.

No te preocupes Hijita linda, ya todo está resuelto, anda, vamos por tu hija.

Si Madre, vamos rápido.

Tranquila hija, nadie se la va a llevar.

Ya la quiero tener conmigo Madre. Nuestra casa es el mejor lugar para mi niña.

Toma en cuenta hijita, que el proceso de entrega de Caro, todavía va a tardar un poco.

Madre, no me atormentes, ya quiero abrazar a Caro.

Lo mismo que yo hijita, pero debes aprender a ser paciente.

Está bien, Madre. Pero no me dejes aquí sola, hoy te necesito a mi lado, mucho más que nunca.

Mi lugar está aquí con mi niña. Claro que no te voy a dejar sola. Nunca mi amor, ni a ti ni a Caro.

Te quiero Madre. Eres lo máximo.

Las lágrimas traicionaron el rudo carácter de Susana y con toda la emoción, respondió: Te amo hijita mía, siempre voy a proteger y cuidar a mis dos niñas.

Pero, vamos hijita, antes que sea más tarde.

Si, Madre chillona, vamos por tu nieta.

Ahí estaba la Directora del orfelinato y tenía en brazos a Carolina, la bebé estaba durmiendo plácidamente, esa forma de dormir de los bebés. No tienen deudas, solo beneficios, poco a poco la misma vida irá mostrando como se adquieren las deudas, y todas, más bien, casi todas se van a tener que pagar. Ahora todo es comer, dormir y jugar, si, el juego de la vida, apenas va a comenzar para Carolina Rosales, hija y nieta de Yolanda Rosales y Susana Rosales, respectivamente. Una inocente criatura que, con el paso de los años se va a convertir en una mujer poderosa y temida, respetada y odiada. Pero nunca doblegada.

La Directora entregó a la bebé en brazos de Yolanda.

Bienvenida a mi vida hija mía. Ya te amo, me voy a encargar de darte la mejor vida. Mira a tu Nana, se llama Susana y ella también te va a educar. Vas a ser una mujer de punta a punta.

Bienvenida a nuestras vidas, querida Carolina, vamos a que conozcas tu casa.

Vamos hijita.

Yolanda entregó la niña a Susana y firmó todos los documentos que le fue mostrando la Directora.

Al terminar las firmas, se marcharon a casa, eran las mujeres más felices de Navolato, esa niña solo trajo dicha al hogar de Yolanda y Susana.

Las recibió Rosita, una mujer ya madura que fue la nana de Susana.

Mira hijita, te presento a Rosita, ella fue mi Nana y es totalmente confiable, aquí tienes la prueba.

Jajajaja, Madre, no te conocía la faceta de presumida.

Yo también tengo lo mío querida hijita.