Victoria Julia Cesare tuvo una buena vida gracias a su tía soltera Grace. Debía salvar ahora a su primo del desastre en el que se metió. No le quedaba otra. La oferta de trabajo en el sur del país le venía como anillo al dedo pero antes tenía un trabajo que hacer y lo haría. Rescatar a su primo de un ambiente de mafiosos peligrosos. Aunque ese ambiente atrajera como mariposa nocturna a la luz.
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Capítulo 6. Un nuevo trabajo.
Hielo y Fuego 6
Elsa Elena Isasa
Capítulo 6 : Un nuevo trabajo.
Victoria ya hacía una semana que estaba en el sur. Si bien era verano, el sur es siempre fresco y el frío desde pequeña, era su aliado.
Su departamento estaba en un tercer piso y la vista de la pequeña pero pintoresca ciudad era hermosa. Sin embargo extrañaba a su tía Grace. Más aún que a su primo.
Había decidido ese viaje cuando la oferta de trabajo llegó con una bonificación importante por gastos de viáticos y traslado. Eso le permitió pagar su más grande deuda con el señor Donato y emprender el viaje.
Su tía se quedó junto a su primo para terminar sus estudios en la capital.
El médico le había llamado y el tema parecía complicado. Y eso le asustaba. Su tía era la madre que nunca tuvo. Temía por su salud ya que las medicaciones y vitaminas no lograban sacarla de ese letargo en que su cuerpo se había metido.
Parecía estar sumida en una gran depresión que le sacaba el apetito y las ganas de moverse como antes.
Según el doctor había que hacer exámenes más complejos y un acompañamiento psicológico.
Su hijo ,que recién aparentemente se había puesto las pilas, la acompañaba a todos lados. Vicky no podía traerla al sur en ese estado. Necesitaba que permaneciera donde hubiera mejores médicos y especialistas competentes.
Mientras veía caer la tarde desde su balcón, trataba de calmar su ansiedad por el tema con conversaciones por video llamada con Grace o Larry.
Era la primera vez que se separaba de su familia.
Luego comenzó a pensar en lo que le esperaba al otro día.
Aún no conocía al dueño de la empresa Sureña “Los Andes" en la que trabajaba. Creía que el siguiente día sería la primera reunión del equipo con el jefe.
El señor Facundo García Riera era su dueño El jefe vendría al lugar en un avión particular.
Vicky desde hacía una semana integraba el equipo de ingenieros y arquitectos que diseñarian las casas y complejos que formarían un barrio de lujo en un lugar paradisíaco con las montañas como fondo.
Facundo García Riera sin dudas era un buen jefe. Le adelantó una suma importante como viáticos, le hizo esperar en el aeropuerto, le proveyó de un Jeep para su traslado de la empresa al lugar de construcción. Era el trabajo que había soñado y dónde podría mostrar todo su potencial y su expertis en la tarea.
Eran 4 personas en el área de mando, ella la única mujer de ese escalafón. Había un ingeniero Valentín , un Especialista en movimiento de suelo Eduardo, un paisajista Luis y ella como arquitecta. Después estaba el personal que trabajaba en la empresa en las construcciones.
En las oficinas de la empresa algunos de informática y la secretaria del jefe mayor. No abundaban las mujeres así que su llegada causó bastante asombro. Esperaban un arquitecto varón, por lo que supo después, fueron varios los propuestos para el cargo.
En realidad no sabía porque el señor Facundo la había elegido. Era una novata. Apenas recibida y con mínimos antecedentes laborales.
La noche iba cayendo sobre ella y el apetito le sacó de sus reflexiones. Decidió bajar a un super que aún estaba abierto para comprar mercaderías y bebidas.
Allí encontró a Luis.
– Hola - dijo Vicky cuando se vió frente a él.
– Hola Vicky. - respondió Luis con una sonrisa amigable.
– ¿Haciendo compras para la cena?- respondió.
– Solo un buen vino. Ayuda a olvidar y conciliar el sueño.
– Y hace bien para el corazón. - respondió.
– ¿Nuestra arquitecta tiene el corazón herido?-
– Que va. ¿Y nuestro paisajista debe olvidar los dolores?
– Tampoco. - dijo con una franca risa.
La sonrisa de Vicky iluminó su rostro.
La charla entre los dos surgió de manera fluida y agradable. Hicieron las compras juntos y caminaron juntos con los paquetes por las calles ya solitarias. Luis la acompañó hasta la entrada de su edificio. Era un tipo agradable y sencillo.
Se despidió con un beso en la mejilla y se fue a su apartamento que no quedaba muy lejos.
Mientras Vicky preparaba un sándwich de jamón y una copa de vino recurrió a su computadora para profundizar en lo que sabía de Facundo García Riera.
Frente a ella estaba el rostro de un hombre elegante y agradable de mediana edad. Vió la foto de su esposa y sus dos hijos . Recorrió lo que la web tenía de la empresa Los Andes. Una empresa de gran porte con muchas sucursales y muchos importantes trabajos ya realizados.
Incluso pudo ver qué “Los Andes” reformó el hotel Estrella del Sur de L Donato entre otros varios trabajos.
¿Donato L…sería Luka?
Buscó Estrella del sur y era de Luka.
Su mafioso tenía un hotel por lo que veía no solo nigth club y casinos.
Quizás algún día desgraciadamente tendrían que volver a toparse. Esperaba con el corazón que eso no sucediera. Ya había pasado las de Caín salvando a Larry de sus garras.
Y apenas salió sin rasguños de las garras de ese lobo feroz. Aunque su mente aún no podía olvidar su boca, sus besos y su aroma.
– ¡Con otra copa de este gran vino ya olvidarás Vicky !- se dijo. Y sé sirvió otra copa brindando imaginariamente con el lobo que le había intentado seducir.
Había conseguido el trabajo que amaba. Estaba a salvo en un lugar frío y casi desierto. La nieve, apenas llegue el crudo invierno comenzaría a caer dejando su blanco manto por esa bella ciudad.
–Estás muerto para mí– murmuró.
Lejos de allí, Luka también brindaba con una copa de whisky y como ella pensaba : –Eres historia Vicky.
Sus ojos despedían fuego. Había en su corazón resentimiento y bronca.
Pobres humanos tratando de salvarse del destino que por casualidad los había unido una noche y que con seguridad los volvería a reunir.