"Amaya Dalys, única hija y heredera del Ducado Dalys es caprichosa y casi toda la nobleza la odia por ser una megalómana justificada"
Esa es la conclusión a la que llega la nueva Amaya Dalys, sin embargo, esto no es lo que realmente le causa problemas. Si no su irrompible matrimonio con el Marqués Axel Hackett.
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UN PECULIAR AMANECER
Amaya y Axel habían terminado de darse un baño y fueron encerrados en su habitación por los sirvientes que los atendieron.
Ni bien entraron se quedaron en blanco al ver la habitación medio oscura con velas dando la mínima luz. Sobre la cama, dónde había pétalos de rosas en forma de corazón. Toda la habitación tenía un aroma dulce y una botella de vino con un par de copas aguardaban en una pequeña mesa.
Axel muy enojado miró a su esposa que solo pudo agarrarse la cabeza frustrada pensando en el único culpable de ordenar hacer esto.
[Tío, por el amor al cielo. ¿No tenías mejores cosas que hacer que ordenar esto?, gobiernas todo un Imperio ¿Sabes?, seguro que hay cosas mejores que requieren de toda tu atención]
Ella caminó primero adelante y sacudió las mantas de la cama borrando el corazón de rosas.
«Haha..., no me esperé esto, mi tío... Hum..., hablaré con él al regresar»
Axel también caminó a la cama y ayudó a sacudir los pétalos de rosas.
«¿No sospechaste cuando te hicieron usar esa ropa?»
«¿Mi ropa?»
Amaya miró el pijama que traía, era como un vestido escotado y extremadamente corto, combinaba con el chal transparente que traía en sus hombros.
«¿Es malo?»
«...» [¡¿Y me preguntas si es malo?!]
Ella agarró su ropa para mirar el lindo diseño.
«pensé que estaría bien usar una pijama si voy a compartir habitación con usted, aunque no me gusta usarlas. De hecho, suelo dormir desnuda»
Esa información innecesaria congeló al Marqués, detuvo la sacudida que daba al cubrecamas con un...
«¿Qué?»
«¿Usted nunca ha dormido desnudo?»
«¡Por supuesto que no!»
«¿De verdad?»
«nunca»
Axel estaba un poco estresado a diferencia de Amaya que estaba fresca como lechuga al hablar de algo tan íntimo como si no fuera nada.
Porque en su anterior vida disfrutaba dormir de esa manera, incluso cuando llegó a ocupar el cuerpo de Amaya, se quitaba el pijama luego de ser atendida por las sirvientas.
«usted se lo pierde, es una experiencia agradable, al menos para mí. Cómo sea, estaré usando pijama por el momento»
Se metió a su lado de la cama de forma despreocupada y Axel se sentó frente a la mesa agarrando su frente, como si todavía estuviera digiriendo lo que escuchó decir a su esposa. Entonces, observó la botella de vino y sirvió un poco.
Miró un momento su reflejo en la copa y bebió todo de un trago.
«Haha...» [¿No tiene miedo de que lo difunda entre las demás aristocráticas?, si se llegan a enterar... su reputación estaría en juego]
Se levantó y se acercó al borde de la cama en dónde su esposa estaba dormida, aunque se había movido tanto, que la cama estaba desordenada.
Observó las manos de su esposa tratando de quitarse la pijama mientras fruncía el ceño como si realmente estuviera incómoda.
En ese momento las velas se apagaron porque tenían un reloj de vela, dejando la habitación a oscuras.
[La Amaya que conocí era ofrecida frente a mi, pero jamás dijo algo que dañara su reputación y de ese modo tomara una debilidad suya para alejarla]
Agarró las mantas y cubrió a su esposa hasta el cuello.
[Realmente, ya no le interesa atraparme]
***
A la mañana siguiente, Amaya despertó muy animada. La luz del sol entrando por la ventanas la hicieron sonreír sin más.
Eso duró unos segundos porque sintió a alguien moviéndose a su lado. Todo su cuerpo se erizó y miró a su lado, quedando petrificada al ver al Marqués durmiendo ahí con el cabello desordenado.
[Cierto, me case y estoy en mi luna de miel. No te espantes Amaya, no te espantes, sólo es tu esposo]
Tomó aire para calmar su agitado corazón y se levantó de la cama, cubrió a su esposo con las mantas hasta el cuello.
«parece que no descansaste muy bien»
Acarició una vez su cabello marrón y se fue de la habitación. En dónde Axel abrió los ojos enojado.
[¿Cómo voy a dormir bien si te mueves como lombriz?, ¿Cuántas veces tuve que taparte para que no te de un resfriado?]
Bostezo y se acomodó para dormir...
[De todas formas, no intentó nada. Menos mal]
***
Ni bien Amaya salió, vio su equipaje y la de su marido ya en la sala, buscó una de sus maletas y sacó un simple vestido invernal.
«he oído que aquí suele hacer mucho frío. Así que traje ropa abrigadora»
Ella misma tomó un baño, ella misma se cambió la ropa, se maquilló y peinó.
«se siente tan bien hacer las cosas por ti misma»
Agarró una cartera llena de monedas de oro y salió de aquella suit, en dónde tuvo una enorme sonrisa al cruzar miradas con el recepcionista.
«oh vaya, que casualidad»
Artur se inclinó.
«no es casualidad mi señora, estoy aquí para atenderlos en todo momento»
«entonces, justo a tiempo. Mi esposo sigue dormido, pero quiero ir de compras ¿Podría ayudarme?»
«con mucho gusto señora»
«perfecto, vámonos. Llévame al mercado de Argotán»
«si señora»
Amaya salió del hotel y la mañana era realmente espléndida para un lugar cubierto de nieve. Incluso ahora caían pequeños copos.
«¿Desde que hora empezó a nevar?»
Preguntó muy emocionada al mismo tiempo que elevó sus manos con guantes para agarrar unos cuantos copos de nieve.
«Desde hace tres horas»
«Ya veo»
Artur caminó con un...
«El mercado está por aquí señora»
***
A las diez de la mañana, Axel despertó de su sueño. Al abrir los ojos notó que estaba solo en la habitación.
«... Amaya»
Se levantó de su cama y salió preguntando:
«¿Amaya?»
Pero sólo el silencio le respondió y empezó a preocuparse al mirar a todo rincón posible.
«¿Amaya?, esto no es divertido»
Afiló la mirada y sus hermosos ojos verdes se fijaron en la zona del equipaje, dónde claramente estaba un poco desordenado.
[Pues no parece que haya huido, la maleta en dónde está su joyero está intacta así que tampoco entró un ladrón]
Se despreocupó un instante después.
«tal vez sólo salió a dar un paseo, no veo su bolsa de monedas- ¿Huh?»
Nuevamente la ansiedad se apoderó de él haciendo que afilara una vez más la vista.
[¿Dar un paseo?, ¿Ella sabe comprar cosas o ubicarse?, ¿Y si se pierde?]
Se agarró la cabeza estresado.
«maldita sea, ¿Qué estoy preguntando?, por supuesto que se va a perder y va a ser estafada, ella no sabe absolutamente nada de como hacer esas cosas, joder»
Tambien rebuscó en sus maletas y sacó un traje nuevo y abrigador. Fue al baño y tomó una ducha, se cambió y acomodó su cabello.
«siento que algo me falta-¡!»
Caminó una vez hacia sus maletas y abrió una larga y fina caja de roble. Sonrió al abrirla.
Pues dentro estaba una hermosa y refinada lanza, cuyo filo te ponía la piel de gallina. El tallado en el mango era el de un dragón chino recubierto de oro con ojos de diamante.
La sacó con cuidado de la caja y con sus dedos la hizo girar como hélice hasta hacer parar la punta de la lanza en el suelo, en dónde terminó rompiendola un poco..
«... Que todo vaya a la cuenta del Emperador»
Se colgó su lanza detrás de su espalda con gran habilidad y llevando una bolsa con monedas de oro, abrió la manija de la puerta.
[¿Por qué tenías que salir sola?, ¿No podías despertarme?]
patan