Esta es la historia de seis personas, cuyas vidas se pondrían de cabeza por los azares del destino y el propio propósito de sus existencias. Amores, engaños, traiciones, pérdidas y rivalidades. Irán dando lugar al desenlace tal vez fatídico de algunos de ellos. ¿Quién será el último en quedar en pie? ¿quién se alzará con la victoria sobre aquello que los amenaza y sobre ellos mismos?
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Isis
Hace dieciocho años, una noche dónde la luna se alzaba con un brillo más resplandeciente de lo normal. Nacía una pequeña muy especial. Ya que eran lobos, pero vivían en el mundo humano el parto fue atendido por una bruja blanca amiga de la familia. Ella presenció el extraño hecho, la pequeña en la frente tenía una marca brillante, era una luna.
Luz: ¿que es eso?, ¿por qué mi hija tiene esa marca?
Esperanza: nunca vi nada igual, pero esto solo debe significar una cosa. Los dioses han elegido a esta niña para algo especial.
Pablo: ¿entonces nuestra hija podría estar en peligro?
Esperanza: puede ser, deben ser cuidadosos. Nadie debe saber lo que pasó esta noche.
Como si fuese el mayor secreto guardado la marca desapareció. A los pocos días la familia se mudó del lugar, estableciéndose en una pequeña cuidad humana. Abrieron un pequeño restaurante, pasando completamente desapercibidos. Hasta que llegó el momento en que esa niña cumpliría los dieciocho. La familia previendo esto, viajó a lo profundo de un bosque, el cuál quedaba cerca de donde vivían y no era muy visitado. Hace mucho los humanos han perdido el amor por la naturaleza, así que era perfecto. No habría nadie merodeando en los alrededores.
Luz: ¿crees que ya estamos lo suficientemente lejos?
Pablo: si, este lugar servirá
Isis: ¿estás seguro?
Pablo: no te preocupes, nadie te verá aquí.
Isis: *la luna se alza en su plenitud. Siento mi cuerpo doler como nunca antes lo había sentido. Mi ropa se rasga, mis manos se entierran en el suelo hasta que todo cesa de golpe, ya no siento dolor. Pero veo el mundo con otros ojos que no son los míos*.
¿?: [bien hecho, he esperado mucho para conocerte.]
Isis: [¿eres mi loba?]
¿?: [si, soy Aria, tu y yo nacimos para ser reinas]
Isis: [¿reinas?]
Aria: [si, debemos prepararnos para lo que se avecina.]
Cuando la transformación se completó, sus padres miraban a una hermosa loba blanca de ojos verdes como esmeraldas. Esto solo les confirmaba lo especial que era su hija, solo las lunas portaban lobas blancas y esta era de un blanco tan puro, tan brillante como aquellos lobos que servían de guardianes de su diosa. El tiempo pasó con rapidez Isis hizo de ese bosque su lugar de entrenamiento, necesitaba preparar su cuerpo para estar a la par de su loba. Debían fortalecerse y controlar sus dones, pues no era ordinaria sino una de las hijas directas de la luna y su batalla empezaría el día que encontrarán a su compañero.
Luz: Otra vez te has quedado mirando hacia la nada.
Isis: no pasa nada, mamá.
Luz: siempre dices lo mismo, a veces me preocupas.
Isis: tal vez solo espero algo.
Luz: pues no te vendría mal esperar en la cocina, con la pila de platos sucios. No se lavarán solos ¿verdad?
Isis: jajaja está bien, está bien, enseguida me pongo en ello.
La joven trabajaba en el restaurante de la familia, llevaba una vida común. Hace dos años había conocido a su loba y la responsabilidad que venía con ella. Sabía mejor que nadie que esa paz acabaría en cualquier momento. Aunque su vida ahora era sencilla, el destino que le deparaba el futuro era todo menos ordinario. Así que disfrutaba esos pequeños momentos de tranquilidad.
Nadir: *partí hacia la ciudad Blue Sky. Kris tenía razón el problema no era tan grave, así que se resolvió pronto. Disfruté de los paisajes y la soledad por primera vez en mucho tiempo, agradecí incluso el silencio. Por suerte mis padres están ajenos a toda la locura en que se ha convertido mi vida. Están de viaje por el mundo, disfrutando la libertad y la compañía del otro. Si supieran como es mi vida ahora, volverían de inmediato. Veo un pequeño restaurante, sería buena idea una comida sencilla. Al entrar, el olor más delicioso que he olido, es ella, mi compañera. Pero mi reacción es más intensa que con las demás. La encontré, realmente la encontré. Voy hasta el origen de ese aroma a frutas frescas. Es preciosa, me mira como si me esperara*. MÍA.
Isis: MÍO.
Nadir: *con solo verla me siento mejor, ya nada me aflige*.
Isis: he estado esperándote hace mucho.
Nadir: yo también.
Ambos congeniaron de inmediato. Se sentían a gusto el uno con el otro. Pero ella ignoraba el hecho de que no sería la única y el evitaba contárselo. Hasta que llegó el momento de partir, no podía evitarlo más. Tendría que contar la parte incómoda de esa historia de amor que recién comenzaba.
Isis: ¿qué es eso que quieres decirme?, pero lo evitas desde el día que nos conocimos.
Nadir: sabes quién soy, ya te lo he dicho, tengo responsabilidades que cumplir y no puedo ausentarme por mucho tiempo, además...
Isis: ¿además?
Nadir: necesito que me acompañes, no solo tú, tu familia también o podrían correr peligro.
Isis: lo sé, pero eso no es todo.
Nadir: no verás yo...
Isis: ¿qué evitas decirme?
Nadir: haaa ... yo tengo más de una compañera.
Isis: ¡¿qué?! ¿acaso me engañas?
Nadir: no es eso, sino que la diosa me dio más de un vínculo.
Isis: ¿me estás diciendo que tengo que compartirte?
Nadir: no es eso. Ya debes saber por tu loba que tenemos un propósito por cumplir, el cuál aún no es claro.
Isis: si, lo sé, ¿pero que tiene que ver eso con lo que me acabas de decir?
Nadir: todo, para enfrentar ese mal que se avecina y que intentará destruirme a través de tí, la diosa me ha dado seis compañeras.
Isis: ¿seis?, entonces ¿soy una sustituta?, todas lo somos.
Nadir: no, eres la única. Si algo te pasara moriría, pero no sucedería lo mismo con las demás. Ellas están para ocultarte.
Isis: entonces, tienes tantas mates para que no puedan encontrar fácilmente a la verdadera.
Nadir: si
Isis: eso es algo injusto para todas, ¿ellas lo saben?
Nadir: es injusto, pero ese pensamiento desaparecerá una vez que las conozcas, y no, no lo saben.
Isis: ¿cómo sabes que soy yo?
Nadir: lo sé, el vínculo con las demás es tan débil que solo sirve para identificarlas.
Isis: ¿de verdad no sientes nada por ellas?
Nadir: tengo fuertes sentimientos por ellas, las odio. Odio a esas mujeres con tal intensidad, que la única razón por la que aún respiran es por tí. Porque su existencia te protege.
Isis: parece que la has pasado mal.
Nadir: no tienes idea del infierno en el que estoy viviendo.
excelente autora