Alexander es un joven príncipe, que debido a sus responsabilidades está obligado a contraer matrimonio a sus veintiún años.
Para su buena suerte, o no. En su Reino existe una regla que le da la posibilidad de tener un mes para sí mismo, un mes en el cual él dejará de ser quien es para convertirse en una persona común.
Ahora bien, ¿Qué pasará durante ese mes? ¿La vida de Alexander cambiará a causa de lo que está por vivir?
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La víspera del cambio
Capítulo 6:
Los días en Aureum transcurrían entre deberes, reuniones interminables y la sombra constante de las expectativas. El joven Alexander cumplía con cada una de sus obligaciones como heredero al trono, pero su mente estaba cada vez más ocupada por una fecha que se acercaba rápidamente: su cumpleaños número veintiuno. Esa sería la ocasión en la que finalmente tendría la oportunidad de pedir su mes de gracia, esa tradición que ofrecía a los príncipes una oportunidad de experimentar el mundo exterior, fuera de las cadenas e imposiciones de su posición como futuro rey.
Aunque su decisión de pedir el mes seguía firme, la incertidumbre no lo abandonaba. Las posibilidades de lo que podía encontrar fuera del palacio eran emocionantes, pero también lo llenaban de nervios. Sería la primera vez en su vida que saldría del reino y no estaría rodeado de guardias, consejeros y los interminables protocolos reales. ¿Cómo sería la libertad? ¿Qué encontraría más allá de las doradas puertas del palacio?
Ethan notó el creciente nerviosismo de Alexander mucho antes de que él dijera algo. Siempre tan observador, el amigo más sensato del príncipe se encargó de distraerlo de sus preocupaciones cuando las reuniones se volvían demasiado largas o cuando las noches de insomnio comenzaban a hacer mella en su ánimo.
— Alexander, deberías dejar de analizarlo todo este asunto— dijo Ethan una tarde mientras caminaban juntos por los jardines del palacio. El aire fresco y las flores en pleno esplendor contrastaban con la pesada atmósfera en la mente del príncipe— El mes será lo que tú quieras que sea. No necesitas tener todas las respuestas ahora, no hay necesidad de que programes que vas a hacer o como lo harás, amigo.
Alexander asintió, aunque su expresión seguía tensa.
— Lo sé, Ethan. Pero… siento que este mes será mi única oportunidad de vivir algo real, de ser quien en realidad soy.— replicó él— Y al mismo tiempo, no sé si sabré qué hacer con esa libertad.
Ethan puso una mano en su hombro, mostrándole el apoyo silencioso que siempre había caracterizado su amistad.
— No tienes que hacerlo solo. Lucas y yo estaremos contigo, asegurándonos de que no te pierdas nada… ni te metas en demasiados problemas.
El comentario provocó una ligera sonrisa en Alexander.
— ¿Y Lucas? No lo he visto en todo el día.
— Seguramente está tramando algo, como siempre— respondió Ethan, rodando los ojos— Me dijo que era “un plan especial para celebrar tu cumpleaños”, pero conociéndolo, probablemente implique alguna de esas locura suyas a las que nos tiene acostumbrados.
— Es admirable la paciencia que le tiene su padre— comentó Alex con una sonrisa.
— Eso solo es una muestra de lo mucho que ese hombre lo ama, a pesar de que su hijo es un completo desastre— replicó Ethan y ambos sonrieron.
En efecto, Lucas estaba ocupado en su propio rincón del palacio, dando instrucciones a los sirvientes con una energía que solo él podía tener. Había decidido que la celebración del cumpleaños de Alexander no podía ser un evento formal y aburrido como todos los anteriores. Quería que fuera una noche para recordar, una que marcara el inicio de ese mes tan esperado.
Cuando los tres se reunieron esa noche en el salón privado, Lucas no perdió tiempo en expresar su entusiasmo.
— Alex, sé que tienes tus dudas, pero déjame decirte algo: ese mes será la mejor experiencia de tu vida. Y para asegurarnos de que empiece con el pie derecho, estoy planeando una fiesta en la víspera de tu cumpleaños. Nada de reuniones aburridas con políticos y nobles. Solo nosotros, un grupo reducido de personas confiables y una noche llena de diversión.
Alexander arqueó una ceja, cruzándose de brazos.
— ¿Y qué opina la reina de esta idea?— indagó Ethan, quien era más qué consciente de que los cumpleaños de Alexander siempre eran estrictamente protocolares.
Lucas hizo un gesto despreocupado con la mano.
— ¿La reina? Oh, bueno… técnicamente, aún no le he informado. Pero no te preocupes, manejaré los detalles.
Ethan suspiró, llevándose una mano al puente de la nariz.
— ¿Lucas, recuerdas lo que hablamos sobre no cruzar ciertas líneas?
— Relájate, Ethan. No estoy planeando quemar el salón del trono. Solo quiero que Alex tenga una noche que no olvide.
A pesar de sus preocupaciones, Alexander no pudo evitar sentirse agradecido por la energía contagiosa de Lucas. Entre él y Ethan, siempre lograban equilibrar su mundo, recordándole que incluso en medio de las responsabilidades y la incertidumbre, había espacio para la alegría y la camaradería.
A medida que la fecha de su cumpleaños se acercaba, Alexander comenzó a sentir una mezcla de emoción y nostalgia. Sabía que el mes de gracia no solo significaría un cambio temporal en su vida, sino también un paso hacia lo desconocido, un espacio donde podría descubrir quién era más allá del título de príncipe heredero.
En la víspera de su cumpleaños, mientras contemplaba la ciudad iluminada desde los balcones del palacio, Alexander tomó una decisión firme. Le comunicaría a su madre la decisión que había tomado, y sin importar lo que le esperara, aprovecharía cada instante de ese mes para encontrar un respiro, un fragmento de libertad y, quizás, un poco de felicidad.
En lo que refiere al festejo que Lucas estaba preparando, el joven solicitó poder hablar con la reina, le explicó sobre sus intenciones de celebrar el cumpleaños de Alexander de una manera diferente y aunque ella comprendió que aquel descabellado plan no era más que una manera de Lucas por demostrar su afecto por su hijo, le refirió que no podía hacerse como él quería, que tal vez más adelante, antes de que Alexander fuera coronado podrían festejar como él quería.
. veremos!!
Pobre Charlotte, enamorada de Ethan y tener que guardar su sentimientos
Eso sí super la historia me encanta