La Diosa Aurora

Aurora era una joven de 17 años que vivía en un pequeño pueblo rodeado de bosques y montañas, donde su manada de lobos se encontraba en perfecta armonía con la naturaleza. Ella era una chica dulce y amable, con una sonrisa siempre en su rostro y un corazón lleno de bondad, con actitud positiva y realista.

A pesar de tener una vida feliz y llena de amor por parte de su familia y sus amigos, Aurora siempre se sentía como una chica invisible. A pesar de ser parte de una manada tan unida, siempre parecía pasar desapercibida, como si nadie realmente la notara  aunque eso a ella no le importaba.

Sus amigos lobos eran fuertes y valientes, con habilidades impresionantes que los destacaban entre los demás. Pero Aurora, a pesar de ser una excelente cazadora y tener un corazón tan puro como la luna llena, siempre era la sombra de los demás, viendo como muchos querían solo aparentar con los demás y no valerse por si mismos.

Un día, mientras paseaba por el bosque, Aurora se encontró con una extraña luz brillante, formando una figura de mujer hermosa ,con piel blanca casi plateada. , susurrando palabras que sonaban como ecos en el vacio bosque, "Pronto vas a  descubrir tu verdadero potencial, ten paciencia tus amados te ayudarán a despertarlo".

Aurora  quedando perpleja, pensando que era producto de su imaginación, decidió creer ella tenía un gran poder dormido dentro.

Aurora no podía creer lo que estaba escuchando. ¿Porque necesitaría a sus mates para despertarlo,porque no podía hacerlo ella misma ? Sus  palabras  resonó en lo más profundo de su ser, y decidió confiar en sí misma.

Poco a poco, Aurora comenzó a notar cambios en su vida. Sus amigos lobos la veían de una manera diferente, como si finalmente pudieran verla con claridad. Su familia la miraba con orgullo, admirando la valentía y determinación que emanaba de ella. Se  propuso una rutina estricta, pero a su gusto, se levantaba temprano, corría todos los días, aveces con pesas en los tobillos llegando a hacer 500km día y noche, comía saludable, tenía las mejores notas, destacaba su increíble físico que le tomó mucho esfuerzo, empezó clases de lucha y magia con el padre su gran amigo Alec, quien es un gran guerrero y profesor de magia, ex beta del Alfa.

Entrenaba con Alec cuerpo a cuerpo, aveces con el convertido en su lobo Riuth.

Aurora se volvía más fuerte y segura de sí misma. Aprendió a confiar en sus instintos y a utilizar sus habilidades de caza de una manera que nunca antes había imaginado. Se convirtió en una líder entre su manada, inspirando a otros lobos a seguir su ejemplo, muchos chicos la deseaban y muchas chicas la odiaban.

A partir de ese día, Aurora ya no se sentía inferior que los grandes gerreros, Se había convertido en una fuente de inspiración y orgullo para sus padres.

Desde pequeña, había sido entrenada por su familia para convertirse en una líder fuerte y poderosa,

A medida que pasaban los años, Aurora demostraba ser una estudiante excepcional, destacándose en todas las áreas de combate y estrategia. Su determinación y habilidades la hicieron ganarse el respeto de sus compañeros gerreros y maestros, quienes veían en ella a una futura líder de confianza para el ejército de Feyland.

Finalmente, llegó el día tan esperado para Aurora: su graduación. Con su familia y su mejor amigo, el leal y valiente guerrero Alec,quien ya tenía a su lobo Riuth, se sentía lista para enfrentar cualquier desafío que se le presentara. Sin embargo, lo que más la emocionaba ese día no era recibir su diploma de honor, sino finalmente conocer a su loba, su compañera de por vida.

Desde que era pequeña, Aurora había oído hablar de la conexión especial que existía entre un guerrero y su loba. Se decía que eran almas gemelas destinadas a protegerse mutuamente y luchar juntas en batallas épicas. A pesar de las expectativas y la emoción que rodeaban este encuentro, Aurora no podía evitar sentir cierta aprensión. Después de todo, no todos los guerreros tenían la suerte de encontrar a su mate, y sabía que la decisión de su loba de unirse a ella no dependía solo de su voluntad, Pensaba que todos los hombres eran iguales a los trillizos alfa, (bueno la mayoria) sacando a su gran amigo Alec.Pero sin ellos su poder no despertaría.

A medida que se acercaba el momento de la ceremonia de vinculación, en la que Aurora y su loba se encontrarían por primera vez, los nervios comenzaron a apoderarse de ella. Sin embargo, su confianza en sí misma la mantenían firme y decidida a enfrentar lo que fuera

Para su mala suerte el mismo día de vinculación era su cumpleaños y cumpleaños de los Trillizos quienes los detestaba por ser tan egocéntricos y cobardes.