Blanca Como La Nieve

—¿Cuándo pensaban decirme qué soy una loba? — solté sin más preámbulos. La cara de mis padres era un poema.

—¿Cómo sabes? — preguntó mi padre.

—Porque me he transformado— sentencié.

—¡Dios mío!, ¿Cuándo? —preguntó mi madre.

—¿Realmente importa cuándo?, la cosa es que me transformé sola y aterrada porque a mis padres no les pareció oportuno comentarme que era una loba—

—Cariño pensábamos que a estas alturas ya no te transformarías así que decidimos que lo mejor era no decirte nada y que siguieras pensando que eras humana como nosotros. Pensamos que era mejor que no supieras nada de ese mundo— explicó mi padre sentándose en el sofá.

—¡Oh, sí, claro! Ha sido mucho mejor transformarme y entrar en celo sin tener ni puñetera idea de lo que me pasaba —grité indignada.

—¡Demonios!, ¿Has estado en celo?, ¿cómo?, ¡por dios!, ¿estás bien? —mamá me abrazó con la cara desencajada.Podía notar lo triste y culpable que se sentía.

La cara de mi padre lucía igual de desolada. Al instante el sentimiento de ira se desvanecido. Ellos siempre me habían querido y cuidado. Me habían dado una infancia feliz, una educación, unos estudios. Siempre habían hecho lo que era mejor para mí y estaba segura de que, aunque esta vez se equivocaron, la decisión de no decirme nada también fue pensando en mi bienestar.

—Estoy bien, afortunadamente mi mate me encontró y cuidó de mí. —

—Ya sabes lo de los mates y las parejas destinadas— dijo papá entredientes.

—No le hagas caso, solo está celoso de que otro hombre ocupe el corazón de su niña ahora— mamá sacudió la mano despreocupadamente en dirección a papá. — Es maravilloso que hayas encontrado a tu pareja cariño. Y, ¿cómo es?, ¿te trata bien? —

—Es un encanto y sí, me trata muy bien. Por cierto —me giré hacia papá para soltar la bomba— vendrá esta noche a conoceros.

Comimos los tres en la cocina, mamá estaba entusiasmada con la idea de conocer a Kai y no paraba de hacerme preguntas sobre él. Papá, sin embargo, no paraba de resoplar y supe que no se lo iba a poner fácil esta noche. Pensé que quizás sería bueno estar en un ambiente más neutral así que decidí que cenaríamos fuera,así papá tendría que controlarse y no matar a Kai en el primer descuido. Al parecer mi padre estaba al tanto de lo que sucedía en el celo de los lobos. Tener que ponerle buena cara al que había tenido sexo desenfrenado con su niña hasta unas pocas horas antes sobrepasaba el límite de mi padre.

Lina vino a casa y se autoinvitó a la cena. Según ella estaría bien que hubiera una persona neutral para suavizar la situación y que mejor que ella. Quedamos en que las dos iríamos en su coche a recoger a Kai al hotel y luego nos reuniríamos con mis padres en el restaurante.

El rubio me había anotado su número de teléfono en un papel,lo saqué del bolsillo del pantalón y lo memoricé en mi recién recuperado móvil. Iba a llamarlo pero me decidí por mandarle un mensaje para informarle del cambio de planes.

"Hola, soy Samara. Al final vamos a cenar fuera. Iré con Lina a recogerte al hotel."

"Hola muñeca" mi corazón empezó a latir más rápido y un cosquilleo se instaló en mi estómago.

Era increíble como esas dos simples palabras me habían afectado. Ya no estaba en celo pero la necesidad de estar junto a mi pareja, de verlo, de simplemente rozar su piel, seguía estado presente de igual manera.

"Hola Kai. Voy a tener que buscarme yo también un apodo para nombrarte"

"Claro, te puedo echar una mano con eso. Puedes llamarme guapo, encanto, bello, atractivo, precioso, dios... Con lo de dios me he pasado un poco quizás" me puso un emoji de una carita pensando.

"¿Quizás?, creo que hay alguien que se lo tiene muy creído. Me parece que te hace falta una cura de humildad, 'cosita' "

"Ja,ja,ja, muy graciosa muñeca. "

"Sí, definitivamente te llamaré cosita"

"Ni se te ocurra llamarme eso"

"¡Oh, vamos!, yo tampoco elegí que me llamaras muñeca así que no me hagas un berrinche"

"Te llamo muñeca porque eres tan bonita que no pareces real. Además sé que te gusta que te llame así y que cada vez que escuchas esa palabra salir de mis labios un cosquilleo se apodera de tu bajo vientre."

¿Cómo era posible que supiera justo lo que estaba sintiendo en estos momentos?. Tenía que ser el vínculo de pareja del que Kai me había hablado. Sí, me gustaba que me dijera muñeca, mi centro se humedecía cada vez que me llamaba así con su voz más ronca de lo normal debido a la excitación. Aunque él ya lo sabía yo no iba a confirmárselo.

"Como te dije antes, te lo tienes muy creído cosita"

"Bueno, ya que mi mate no me hace ningún cumplido tengo que elogiarme a mí mismo para no tener baja autoestima" puso un emoji de carita triste.

No pude evitar reírme.

"Muy astuto, rey del drama. No sabía que necesitabas motivación externa, pensaba que tú solo te bastabas."

"Un elogio siempre es bien recibido y más si es de mi preciosa pareja"

Mis mejillas se calentaron y deseé con todas mis fuerzas tenerlo delante para poder besarlo.

"Me encantaría que estuvieras aquí y poder besarte"

"A mí me encantaría besarte y hacerte muchas cosas más. Me tienes loco muñeca"

¿Como podía ser tan dulce y a la vez tan jodidamente sensual? Kai alteraba todos mis sentidos.

"Estoy usando toda mi fuerza de voluntad para no ir al hotel ahora mismo y descubrir que cosas me harías"

"No me tientes muñeca. No quiero darle motivos a tu padre para que me despelleje en la cena."

"Creo que ya es tarde para eso, sabe lo del celo"

"Fue un placer muñeca, nos vemos en otra vida"

"Vamos, eres un lobo, no me digas que te da miedo un humano"

"No me da miedo un humano, me da miedo 'tu padre' . Si sabe realmente lo que conlleva el celo debe querer matarme"

"No es para tanto. Le dije que afortunadamente fuiste tú el que me encontraste y cuidaste de mí"

"Esperaba tener más tiempo para ganarme su confianza antes de que, bueno, de que supiera las cosas que le hago a su hija" emoji avergonzado.

"Bueno, también sabe que su hija te hace cosas a tí así que estáis a mano"

"No es lo mismo"

"Si te sirve de consuelo mamá está deseando conocerte. Se puso como loca cuando le dije que mi pareja me había encontrado"

"Tu madre ya me cae bien"

El timbre de la puerta de casa sonó y escuché la voz de Lina saludando a mamá.

"Lina ya está aquí. Voy a arreglarme. En 40 minutos pasamos por tí"

Me mandó un pulgar arriba y varios besos. Dejé el móvil sobre la mesita de noche y me metí corriendo en la ducha. Si Lina descubría que ni siquiera estaba duchada me iba a echar la bronca.