En un mundo lleno de magia, Aarón es un joven que vive en un pequeño pueblo con su familia, el solo desea tener una vida como la de sus padres, encontrar a una mujer a la cual amar y que lo ame y tener una hermosa familia, ya que si bien ellos no son ricos, ni viven en grandes mansiones, tienen lo suficiente para vivir una buena vida y ser felices, pero todos sus planes cambian cuando descubre que él es el portador de un poder antiguo y que sus destino esta entrelazado al de otras tres personas, quienes juntos deberán salvar su mundo del dios Daotan, un dios maligno que solo busca el dolor y la muerte de todos los seres vivos.
En el camino por dominar sus nuevos poderes y comprender su nuevo papel, Aarón descubrirá que el amor no está descartado de su vida y talvez sea ella a quien necesité para poder lograr su destino.
Esta es la primera historia de la tetralogía Los 4 Guerreros de los Elementos
NovelToon tiene autorización de Maria Guadalupe Vazquez para publicar essa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.
Capítulo 6
NARRADOR
Los tres salieron de la habitación, dejando a los hermanos en ella, y se dirigieron al pequeño comedor de la casa.
La casa familiar de Ersa, no era muy grande, cuando ella y su esposo se casaron la vivienda solo constaba de dos habitaciones, la de ellos y una un poco más grande que funcionada de comedor, sala de estar y cocina, cuando Chantal nació y con la llegada de la madre de Arlo, el esposo de Ersa había construido dos habitaciones más, que actualmente son usadas como la habitación de los hermanos y de Ersa, ya que la habitación principal fue cedida a Chantal y Arlo cuando se casaron.
Chantal comenzó a levantar las sillas tiradas en el suelo y ayudo a sentar a su esposo y a su madre, puesto que de los tres ella era la que se encontraba en mejores condiciones, y en silencio atendió el golpe de su madre, y las heridas de su esposo, Arlo dejo a su esposa trabajar y una vez ella hubo terminado fue cuando decidió hablar
- ¿Quién es mi padre? – le preguntó Arlo a Ersa, esta pregunta siempre estuvo en su mente desde pequeño, sobre todo desde que en una ocasión oyó hablar a Ersa con su esposo sobre su origen, y si bien no escucho nada, le había quedado claro que aquella que consideraba una segunda madre, sabía más de lo que decía, pero por más que pregunto ella nunca le dijo nada sobre sus orígenes
- Arlo, mi pequeño, yo nunca te mentí cuando te decía que no sabía quién era tu padre, ya que tu madre nunca me lo dijo, pero es verdad que te oculte mucha información, pero si lo hice fue porque tu madre me lo pidió, pero dada las circunstancias actuales, ya no puedo seguir guardando su secreto – comenzó a hablar Ersa – como ya sabes hace casi 40 años tu madre llego a la aldea sola y embarazada, nadie la quiso ayudar solo Tellus y yo nos apiadamos de ella y la aceptamos con nosotros, yo en ese tiempo acaba de dar a luz a Chantal, por lo que pasaba todo el día en casa, lo que me dio la oportunidad de cuidar de tu madre, quién había llegado muy mal, con el paso de los días, ella me contó por lo que había pasado, Omala, tu madre, era sirvienta en una casa noble, ella era muy bella, y eso llamo la atención del señor de la casa, quién al ver que Omala no le hacía caso decidió tomarla por la fuerza, los abusos hacia su persona fueron una constante por varios años, a pesar de vivir un infierno en aquella casa Omala temía escapar por miedo a represalias, pero un día descubrió que estaba embaraza, por lo que decido escapar, por su hijo, por ti, ella deseaba que su hijo viviera y fuera feliz, fue así como llego hasta aquí, pero ella estaba muy herida internamente debido a los constantes abusos, y esa fue la razón por la que no resistió el parto y murió – le cuenta Ersa quien con lágrimas en los ojos mira como su yerno comienza a llorar desconsoladamente en brazos de su esposa
- Soy el hijo de un monstruo – dice Arlo, totalmente devastado al conocer sus orígenes
- No mi amor, eres el hijo de un ángel, tu madre a pesar de lo que había pasado nunca dejo de sonreír, y tú eras la causa de esa sonrisa, ella no quería que te sintieras así, es por eso que nos hizo jurar a Tellus y a mí que nunca te diríamos nada, ella más que nada quería que fueras feliz sin tener cargar con lo que le sucedió, las circunstancias me impidieron mantener mi promesa, por lo que te pido que honres a tu madre y no dejes que esto te afecte, Arlo tú eres un hombre íntegro y lleno de virtudes, nunca lo dudes, de otra manera no te habría dejado casarte con mi hija – le dice Ersa a lo que Arlo sonríe, si bien aún se siente mal por lo que acaba de descubrir, su suegra tenía razón, su madre había dado la vida por él y la mejor forma de honrarla era ser feliz
- Entonces, ¿mi madre nunca te dijo para qué casa trabajaba? – le preguntó Arlo después de un rato
- No, nunca lo hizo, pero ahora salta la vista qué familia era – le contesta Ersa
- Tenemos que ir a la capital y reportar lo que ha sucedido – dice Arlo
- Tienes razón amor, pero ¿Cómo lo haremos?, no tenemos los recursos necesarios para hacer un viaje tan largo – dice Chantal preocupada
- No te preocupes, hija mía, estoy segura de que lo solucionaremos, por ahora no hay que adelantarnos a los hechos, Aaron debe de despertar primero, antes de planear cualquier cosa – les dice Ersa
- Tiene razón madre, mejor voy a limpiar un poco – dice Chantal, quién se dispone a limpiar el desastre de la casa
- Buena idea, hija, Arlo ve a descansar, de todos, tú eres el que más herido se encuentra, usa mi habitación – le dice Ersa a su yerno, a lo que este asiente y se va de allí
Ersa decido ir a ver como estaba su nieto y encontró a su nieta dormida a lado de su hermano y no pudo evitar sonreír, lentamente se acercó a la cama y con total fascinación acaricio la cornamenta que ahora lucia su nieto y al tocarla supo que siempre tuvo razón, con la llegada de Omala, llego la prosperidad de la aldea, ya que como muchos otros, ellos estaban en la miseria debido a los injustos impuestos de parte la familia Kasar, y Ersa siempre sospechó que dicha prosperidad estaba relacionada con la llegada de Omala, y tenía razón, al parecer era la manera en la que el dios Kaayo cuidaba de su guardián, ahora la preocupación de la anciana era hacia los aldeanos, quienes trataron mal a su benefactor sin saberlo y es bien sabido que el dios Kaayo puede ser despiadado, pero bueno eso era algo que no era de su incumbencia, Ersa nunca perdonaría a aquellos que maltrataron a su familia, y si tenían que sufrir por lo que hicieran, que sufrieran, tal vez eso les enseñaría a ser menos idiotas, ya que estaba segura de que una vez que se fueran de la aldea, está ya no sería tan próspera.
Alejando esos pensamientos inútiles de su cabeza, Ersa se dedicó a cuidar de su nieto, descansando solo cuando su hija vino a relevarla. Por su parte, Chantal estaba preocupada, por el hecho de que sabía que de ahora en adelante las cosas se complicarían para toda su familia.
