Oliver, un chico que oculta ser sigma, es descubierto por Allen, un alfa, quien lo comienza a molestar y amenazar con revelar su secreto. Oliver decide vengarse de una manera que Allen no lo pueda olvidar, pero poco sabría Oliver que Allen terminaría disfrutando aquello, teniendo sentimientos encontrados.
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Mala suerte
POV Oliver
Desde aquel día, decidí que las cosas tomaran un nuevo rumbo. Mi dinámica con Allen había mejorado, y manteníamos una relación como compañeros sexuales, comenzaba a haber una especie de entendimiento entre nosotros, una conexión que iba más allá de las palabras.
Disfrutaba sometiendo a Allen, viendo cómo se esforzaba por ganarse mi perdón y redimirse por sus acciones pasadas. Allen, por su parte, parecía estar dispuesto a aceptar cualquier castigo que yo le impusiera, como si estuviera buscando una forma de expiar sus pecados y demostrarme su devoción, claro que esto dentro de nuestra dinámica sexual. Aunque al principio me costó aceptar sus esfuerzos por redimirse, eso de a poco comenzó a cambiar. Así era nuestra dinámica, llena de altibajos y momentos de confrontación.
Habíamos empezado a socializar un poco más fuera de la cama, y un día, Allen y yo nos quedamos de encontrarnos para almorzar. Mientras compartíamos la comida, en medio de una conversación con intervalos de silencio incómodos, sentí la necesidad de ir al baño. Me levanté de la mesa y me dirigí hacia el baño más cercano.
Después de hacer lo que debía, salí para lavar mis manos. Enjuagué mis manos distraídamente, sumido en pensamientos. De repente, escuché el sonido de la puerta abriéndose y luego cerrándose con pestillo detrás de mí, seguido por la sensación de un cuerpo presionándose contra el mío por detrás.
Un escalofrío recorrió mi espalda y mi corazón comenzó a latir con fuerza en mi pecho. Me giré bruscamente, mi mirada encontrándose con la de un hombre, un alfa, que me miraba con una expresión intimidante.
El miedo me invadió mientras buscaba una salida, tratando de encontrar una forma de escapar de esa situación desconcertante.
El alfa me miró con una sonrisa maliciosa, sus palabras resonando en mis oídos con una intensidad que me dejó sin aliento.
-He notado que últimamente estás bastante cerca de Allen.- Dijo, su tono cargado de insinuación. -Tengo curiosidad por probar lo que Allen come, incluso si es un beta…-
Mi corazón golpeaba con fuerza en mi pecho mientras luchaba contra el pánico que amenazaba con abrumarme. Forcejeé, intentando liberarme de su agarre, pero él parecía más fuerte de lo que esperaba.
Sus feromonas llenaron el aire, nublando mi mente y debilitando mi resistencia, eran esas feromonas que incluso podrían someter a un beta incapaz de percibirlas. Mis sentidos se vieron abrumados por su presencia dominante, dejándome vulnerable a su voluntad.
Un instinto de supervivencia se apoderó de mí, y con un estallido de fuerza desesperada, logre golpearlo en el rostro en un intento desesperado por liberarme de su agarra, sin embargo, mi acción solo pareció enfurecerlo más, volviendo su agarre y feromonas más intensas.
Sus manos se movieron con determinación, deshaciéndose de mis pantalones con una destreza casi cruel. Sentí un escalofrío recorrer mi espalda mientras luchaba contra el pánico creciente.
El alfa no parecía dispuesto a escuchar mis súplicas. Con brusquedad comenzó a invadir mi interior con sus dedos, con una fuerza que me dejó sin aliento, causándome un profundo dolor. La sensación de su erección bajo su ropa presionando contra mi cuerpo me llenó de una repugnancia visceral, pero también de un profundo sentimiento de impotencia.
En medio del dolor y la humillación, una sombría realización se apoderó de mí. Ese era mi karma, el precio que estaba pagando por mis propias acciones y decisiones imprudentes. Así era mi vida, un ciclo constante de mala suerte y malas decisiones que no me daban descanso.
En medio del caos y la desesperación, cuando creí que no había vuelta atrás, la puerta del baño fue forcejeada con fuerza, y aunque el alfa que me estaba sometiendo no mostró signos de detenerse, el sonido de la cerradura cediendo me lleno de una chispa de esperanza.
Entonces, la puerta se abrió de golpe, y la figura de Allen se materializó en la entrada, su rostro una máscara de furia y determinación. Sin decir una palabra, se lanzó sobre el otro alfa con una ferocidad impactante, sus nudillos empapados en sangre mientras golpeaban con brutalidad a mi atacante.
Observé horrorizado mientras Allen se abalanzaba sobre Evan, era una escena del mundo animal, sus golpes cayendo con una precisión mortal, esa era la diferencia entre un alfa dominante y un alfa normal. El sonido de los puños chocando contra la carne llena de ira lleno el pequeño espacio del baño, resonando en mis oídos como un eco de violencia pura.
Allen, con una ferocidad que me dejó sin aliento, no mostro piedad hacía el alfa que había osado intentar someterme, por un momento no pude distinguir a quien de ellos sentía miedo. Cada golpe era un acto de venganza, una respuesta a la traición y la agresión que ese alfa había infligido.
Mientras Allen luchaba con el otro alfa, su rostro contorsionado por la furia, me apresuré a subirme los pantalones, sintiendo una mezcla de alivio y horror ante la escena que se desarrollaba frente a mí.
De pronto me di cuenta en lo que la situación se estaba tornando, así que con el corazón aún latiendo con fuerza en i pecho, me acerqué a Allen con determinación, decidido a apartarlo del alfa antes de que la situación escalara aún más. Lo miré a los ojos, tratando de transmitirle con mi mirada la urgencia de la situación.
-¡Allen, detente!¡Lo vas a matar!- Le dije con voz firme, tratando de contener mi propio miedo y rabia ante la violencia que acababa de presenciar.
Allen pareció darse cuenta de mis palabras y entrar en razón, y con un último gruñido de frustración, se apartó del alfa, su respiración agitada y su rostro aún contorsionado por la ira, sin embargo, antes de alejarse por completo, escupió con desprecio sobre el suelo, dejando claro su desprecio por el intruso.
Me quedé junto a Allen mientras salíamos de baño, sintiendo el peso de su presencia a mi lado mientras intentaba procesar lo que acababa de suceder. Mi mente estaba llena de emociones turbulentas.
Allen se giró hacia mí, su mirada buscando la mía con una intensidad que me hizo estremecer.
-¿Te tocó? Mierda, sí te toco…- Dijo Allen con voz ronca, su tono lleno de una mezcla de preocupación y furia contenida.
Asentí avergonzado, sintiendo el peso de la vergüenza aplastándome. No quería admitirlo, pero era una realidad obvia por como me encontraba cuando Allen había aparecido.
-Sí…- Murmuré, apenas un susurro mientras desviaba la mirada, incapaz de enfrentar su mirada directamente.
Allen apretó los puños, su expresión oscureciéndose con un aura peligrosa.
-Ese bastardo…- Gruñó, su voz llena de ira y frustración. -Voy a matarlo.-
Sin embargo, antes de que pudiera hacer algo más, lo detuve con una mano en su brazo, mi propia rabia ardiendo en mi interior.
-Allen, no.- Dije con voz firme, mi tono lleno de una determinación. -Sí vas, te golpearé yo mismo.-
Allen me miró, sus ojos centelleando con una mezcla de furia y dolor, pero asintiendo obediente y resignado a mis palabras.
Caminamos en silencio hasta la residencia y luego a mi habitación, el corazón aún latiendo con fuerza en mi pecho, mientras luchana por mantener la compostura ante la tormenta de emociones que me asaltaba. Estaba asustado y temblando, pero también decidido a ser fuerte, a no dejar que el miedo me consumiera por completo.
Al llegar a la habitación, cerré la puerta con cuidado detrás de nosotros, sintiendo el peso del mundo caer sobre mis hombros mientras me enfrentaba a la realidad de lo que acababa de suceder. Me sentía adolorido, mis entrañas ardían y mis piernas temblaban por el miedo, la frustración, el dolor y la humillación.
Me acerqué a la cama y me senté en el borde, sintiendo el dolor punzante en mi interior mientras luchaba por contener las lágrimas que amenazaban con escapar de mis ojos. No quería mostrar debilidad frente a Allen, no después de lo que acababa de presenciar, pero era difícil mantener la máscara de valentía cuando me sentía tan vulnerable y destrozado por dentro.
Allen se acercó a mí, su mirada llena de preocupación mientras se sentaba a mi lado en la cama.
Aunque feliz por la llegada de la bendi 🤭😊.
porque Oliver lo violo, con todo lo aberrante que eso es.
triste , no esperaba eso de Oliver, me desilusionó