Herencia Silente

Negó con la cabeza mirándola con extrañeza.

"No quiero".

Respondió y empezó a alejarse poco a poco, pero ella dijo como si nunca se hubiera molestado.

"Mi madre dice que son ricos los pescados de este rio y quiso venir es por eso que venimos a acampar dos días por vacaciones, no creo que les moleste tu presencia, tal vez puedan ayudarte a volver a tu casa".

Ella lo dijo en estado de pánico como queriendo ayudar a una alma en pena.

Pero no le gustó lo que dijo.

¿Volver a casa?, ¿Al condado?.

Definitivamente era no.

No sabía lo que podía esperarle si volvía.

"No, gracias".

Empecé a alejarme más y más.

Ella miró como me daba vuelta de nuevo y volvió a decir.

"Si no quieres".

Con un momento de silencio después hablo.

"¿Te puedo dar comida para que lleves?, mira tengo muchos bocadillos que hizo el chef por si me daba hambre".

Ella saco una bolsa dimensional y el volteo a verla al decir bocadillos.

"Ten, es una bolsa de emergencia que nuestros padres nos dieron por si un día nos perdemos, les diré que la perdí y me darán otra así que te la doy".

Ella se veía como si quisiera ayudar alguien en apuros, al verla no pudo evitar sentirse raro.

Cuando los condes lo habían adoptado tenían una mirada de querer a ayudar a alguien.

Habían sido tan amables que jamás pensarías que terminarían discutiendo que era mejor, matarte o hacerte el sirviente personal de su propio hijo.

Al principio vio que ella tenía una mirada parecida pero al verla más fijamente no era el caso.

Al parecer aún no sabía juzgar a las personas.

Esta niña parecía genuina a querer ayudarlo.

Con dos bolsas dimensionales empezó a poner la comida de un lado a otro y después me dio la bolsa que tenía contenido de emergencia.

"¿Por qué lo haces?".

Pregunto con incertidumbre pero la voz de unos niños sonó a lo lejos.

"¡Eli!".

Ella volteo a dónde estaban las voces y dijo estirando la bolsa.

"Mi madre dice que si haces cosas buenas, buenas cosas vendrán".

"Es por eso".

"También, ¿No eres peligroso?".

'Tal vez solo lamentable'.

Pensó ella.

El se quedó viendo como se veía con prisa ante los llamados.

Tomo la bolsa y ella empezo a alejarse con gran velocidad.

"Nos vemos".

"Niño vagabundo".

Con eso se fue corriendo a dónde estaban las voces.

Se oculto detrás de un árbol y miró a dos niños más reprendiendo a la niña por haberse ido sin decir nada.

"Extraña".

Los niños tenían cabello negro y sus ojos parecían parecidos a los de ella pero está demasiado lejos para saberlo.

Los tres hablaron y empezaron a caminar hasta la carpa que había delante.

Me fui alejando más y más hasta llegar a un sitio donde no se veía nada.

Al ver la bolsa recordó esas palabras.

Ese dicho lo había escuchado anteriormente en su vida pasada.

"Si haces algo bueno, cosas buenas vendrán".

De niño también creía en eso pero por más cosas buenas que hacía jamás se regresaban.

Nunca tuvo nada bueno en ese lugar por más que se esforzaba a hacer cosas buenas.

'Demasiado inocente'.

Eso creyó de la niña que parecía haber nacido en un lugar cómodo.

"¿Por qué le das tus cosas a un extraño?".

"Ni siquiera me conoce".

Se sintió extraño al tomarla pero no pudo negar tomar la bolsa después de que viera los bocadillos bien empaquetados.

Con eso siguió su rumbo se alejo del río al ver qué no podría ir hacia delante, empezó a caminar hacia el norte o algo parecido al norte.

Fue un cambio drástico del camino que seguia pero no podía pasar por el río sin chocar con esas personas así que era mejor alejarse de ahí.

"Creo que dijo que se llama ¿Eli?, ¿Emi?, ¿Ana?".

Es triste nunca había sido bueno con los nombres.

"Bueno, no importa no creo que la vuelva a ver".

Después de avanzar durante un rato del camino del rio salí de la zona boscosa.

De lejos miré casas de madera que parecía ser cercano a un pueblo.

No pude evitar sonreír y a la vez estar más preocupado, era momento de pasar sin llamar tanta la atención.

De su bolsa dimensional saco una capa y se cubrió.

Después miró la otra bolsa dimensional y vi lo que había dentro.

"¿Esto es una bolsa de emergencia?".

Dijo con los ojos abiertos en par.

El contenido de la bolsa era increíble.

Habían muchas cosas a simple vista.

"¿Quién es esa niña?".

Al ver la bolsa se quedó boquiabierto.

No era una niña común y eso lo asusto.

Saco el pergamino que tenía una nota de como usarlo.

En la piedra se le influye un poco de aura o mana para que te diga tu ubicación.

El mapa solo está diseñado bajo los mapas del imperio y de los países vecinos más cercanos.

Te da una aproximación de tu ubicación.

"¿Cómo es que existe algo así?".

Como un mapa gps.

No pudo evitar sonreir y su poca aura hizo que el hechizo del mapa funcionara.

Cuando mostró la ubicación decía que estaba en las orillas del bosque del sur del imperio Ahtziry.

La zona del mapa mostraba los pueblos más importantes y las zonas más famosas.

Ahora sabía que tan lejos avanzo del condado Eleazar.

"¿Ir a la capital?".

"¿A dónde voy?".

Ahora sabía dónde estaba y adónde podía ir pero no sabía que hacer de su vida.

Lo primero era salir de la zona de posible búsqueda del conde Eleazar.

Habían varias formas de ir hacia el norte y si el conde me busca será por tierra.

¿Me voy por mar?.

El estado del marquesado Vicen en el que nos encontrábamos era algo grande, así que lo primero era salir del lugar.

La costa estaba todavia algo lejanas pero tenía mucho tiempo para irse del lugar.

"A por aventuras".

....

"¿Quién era?".

Eli regreso a la carpa junto con su primer y segundo hermano que parecían molestos.

"Parecía un vagabundo fantasma".

Dijo Eli a su padre que le había preguntado.

"¿Un vagabundo fantasma?".

Su madre sonrio divertida.