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ZADDY "RECUPERANDO A MI ESPOSA

ZADDY "RECUPERANDO A MI ESPOSA

Status: En proceso
Genre:Malentendidos / Traiciones y engaños / La Vida Después del Adiós / Reencuentro / Secretos de la alta sociedad / Juegos y desafíos
Popularitas:52.6k
Nilai: 4.9
nombre de autor: ARIAMTT

💔🔥 ZADDY: ¡Recuperando a mi Esposa! 🔥💔

Perdió a la mujer de su vida... Ahora hará lo imposible para recuperarla.
Gerónimo Báez lo tenía todo: poder, éxito y una esposa leal que lo amó por más de veinte años. Marla Andrade de Báez, una mujer fuerte y empoderada, fue su compañera incondicional… hasta que él lo arruinó todo.
🔥 La crisis de los 40 lo golpeó.
💣 Un error. Un desliz. Una traición imperdonable.
Marla no era una mujer que se quedara llorando. Con dignidad, lo dejó atrás. Se convirtió en la versión más poderosa de sí misma, mientras el mundo la aplaudía… y él la veía desde la distancia.
💔 Gerónimo ahora es el villano de su historia.
Pero hay algo más, algo que nadie ha visto… y que él no puede revelar.
🔹 La verdad está oculta entre mentiras y apariencias
🔹 Las pruebas lo condenan.
🔹 El mundo la alienta a seguir adelante sin él.
Pero Gerónimo no está dispuesto a rendirse.
🔥¿Su amor será suficiente para obtener una segunda oportunidad?
🔥¿O Marla seguirá adelante…?

NovelToon tiene autorización de ARIAMTT para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

23. Las órdenes han sido dadas.

POV. GERÓNIMO.

Llega la noche.

Insisto en ser parte del equipo de rescate y captura.

No puedo quedarme de brazos cruzados.

Nuestras sospechas se han confirmado: dentro de la hacienda de Arnold hay jovencitas prisioneras, víctimas de ese maldito negocio de mierda.

Las cámaras instaladas en la propiedad nos dan ventaja. Sabemos exactamente a dónde dirigirnos.

Veinte minutos antes de la incursión, enviamos drones de reconocimiento.

Debemos evaluar el terreno.

¿Posibles trampas explosivas?

¿Francotiradores en los árboles?

"Con estos malnacidos, todo es posible."

El coronel se me acerca con gesto serio.

—Senador, por favor, póngase el chaleco antibalas y manténgase siempre al lado del sargento —dice, señalando a un soldado.

Sonrío de lado.

—Coronel, gracias por su preocupación… pero cuando usted jugaba con carritos, yo ya era teniente coronel de las fuerzas especiales. Sé manejar armas y cuidarme solo. No estaría aquí si no confiara en mis capacidades.

El coronel parpadea, sorprendido.

—Disculpe, senador. No tenía esa información.

Le doy una palmada en el hombro.

—No se preocupe, hombre. Pero algo que detesto es ser un peso muerto.

El coronel suelta una risa breve, cargada de tensión.

—Me alegra escucharlo, ya estaba preocupado de tener que cuidar su trasero.

Sonreímos, pero el aire sigue denso, impregnado de adrenalina contenida.

—Equipo listo.

—¡Sí, señor!

—Seremos tres flancos: a la derecha, el capitán Ray; a la izquierda, el teniente coronel Maillot. Al frente iré yo… y el senador.

—¡Entendido! —responden los hombres al unísono.

—Alisten las armas. Programen sus relojes: a las 00:00 horas iniciamos el operativo Tortuga.

Las órdenes han sido dadas.

Es hora de cazar a los monstruos.

La ansiedad me tiene a flor de piel.

A mi mente vienen las palabras de mi rubia.

—Hulk, te amo… por favor, no te expongas. Recuerda que aquí dejas a una mujer mordiéndose las uñas, a la que aún le debes meses de ausencia… y a la que prometiste hacerle un bebé.

Mi corazón se acelera. La tomo entre mis brazos y la beso con locura… con pasión.

El hecho de que ella lo esté considerando es suficiente para mí.

—Prometo que regresaré… No solo te haré un bebé, te haré trillizos… así que prepárate.

Ella parpadea varias veces, sorprendida.

—No te pases, Hulk… Si me haces más de uno, te toca cuidarlos a ti.

Una leve sonrisa se dibuja en mis labios, pero desaparece de inmediato cuando la alarma del reloj suena, arrancándome bruscamente del recuerdo con mi mujer.

Es la hora.

Los drones han desactivado las trampas sin alertar a nadie.

Nos equipamos con visión nocturna.

El coronel da la señal con sus dedos y avanzamos en silencio, cada movimiento calculado al milímetro.

Sabemos la ubicación de los maleantes y los horarios en los que la guardia recorre la propiedad.

Tenemos la ventaja.

Me deslizo por detrás de un centinela y lo inmovilizo en un solo movimiento. Mi brazo lo aprieta con fuerza contra mi torso, y con un giro seco de mi muñeca, escucho el crujir de su cuello al partirse.

Uno menos.

Los hombres del coronel eliminan a sus objetivos con la misma precisión.

En cuestión de segundos, seis menos.

Si los otros escuadrones han tenido el mismo éxito, ya llevamos dieciocho de los cuarenta identificados.

Continuamos avanzando.

El silencio es absoluto.

Hasta que un disparo rompe la tranquilidad de la noche...

Nos lanzamos al suelo.

Buscamos de dónde provino, pero antes de localizar al tirador, otro disparo retumba en la noche.

Y otro.

Y otro.

La alarma de la hacienda se activa.

El caos se desata.

—¡Maldita sea! —mascullo entre dientes.

Nos han descubierto.

El infierno acaba de comenzar.

—Soldados, sin importar lo que pase dentro de la propiedad principal… nosotros iremos a las caballerizas y rescataremos a las jovencitas —ordena el coronel.

Su mirada se fija en mí.

Quisiera protestar, pero sé que debo acatar las órdenes.

—Sí, señor —respondo junto a los demás soldados.

Él asiente.

Las balas silban a nuestro alrededor.

Los malditos están armados hasta los dientes.

El coronel hace señales para que nos dispersemos. El sargento se mantiene a mi lado.

Nos arrastramos por el suelo sigilosamente, mientras el resto del equipo nos cubre.

Llegamos al punto de extracción.

Y la escena ante nosotros nos hiela la sangre.

Nos detenemos en seco.

Los ojos abiertos como platos.

Están enjauladas como animales… y completamente desnudas.

Temblorosas, abrazándose entre sí.

Un escalofrío recorre mi espalda.

—¡Maldita sea! Hijos de puta… —gruño entre dientes, sintiendo cómo la rabia me consume.

El sargento y yo cruzamos miradas.

—Debemos sacarlas de aquí. Avise a las unidades médicas de su estado. Que tengan frazadas y ropa para cubrirlas.

Él asiente y activa su radio.

—Tranquilas, señoritas —dice el soldado con voz pausada—. Somos de las fuerzas armadas. Hemos venido a rescatarlas.

Pero ellas apenas reaccionan.

Se encogen en las esquinas de sus jaulas, cubriendo su desnudez como pueden.

Como si ni siquiera creyeran en nuestra existencia.

No tengo tiempo de procesarlo.

Necesitamos sacarlas de aquí.

Miro a mi alrededor, buscando algo para romper los candados.

—¡Ayúdennos, por favor! —solloza una de ellas al ver que nos alejamos.

—Tranquilas —les digo con voz firme—. Solo estamos buscando algo para romper las cadenas.

El sargento señala un escaparate con herramientas de jardinería.

Sin dudarlo, corremos hacia él.

Tomamos un par de hachas y comenzamos a golpear los candados con todas nuestras fuerzas.

Uno tras otro, van cediendo.

Las chicas, aunque temblorosas y avergonzadas, comienzan a salir de las jaulas.

Algunas apenas pueden mantenerse en pie.

—Afuera está el resto del equipo, listos para cubrirnos. En cinco minutos llegan las unidades de rescate —dice el sargento.

Nos disponemos a salir cuando una de ellas me toma del brazo.

—Señor… —su voz es apenas un murmullo—. En el sótano… —baja la mirada—. Hay dos más de nosotras. Las castigaron por intentar huir.

El sargento me mira con duda.

—Saquen a las demás —le ordeno—. Yo voy por ellas.

Él asiente con firmeza.

—¿Dónde está el sótano?

—Detrás del escaparate donde tomaron las herramientas.

Regreso, me acerco y empujo el mueble con todas mis fuerzas.

Una puerta oculta se revela.

La abro.

Escaleras.

Y oscuridad.

Activo mi linterna y desciendo con cautela.

—¡Señoritas! —llamo en voz baja—. Soy el senador Báez. He venido a rescatarlas.

Silencio.

Unos sollozos ahogados.

Y luego, un grito desesperado.

—¡Ayuda! ¡Estamos aquí!

Apuro el paso.

Pero cuando las ilumino con mi linterna, el horror me golpea con fuerza.

Sus cuerpos desnudos.

Sus pieles laceradas.

Golpeadas sin piedad.

Azotadas hasta la carne viva.

Sus rostros pálidos, consumidos por el hambre y el dolor.

Siento un nudo en la garganta.

La ira me quema el pecho.

Pero ahora no hay tiempo para eso.

Debo sacarlas de aquí.

No puedo dejarlas.

Una lágrima traicionera resbala por mi mejilla. Me apresuro a retirarla con el dorso de la mano.

Están tan débiles que es imposible que caminen por sí mismas.

—Necesito que confíen en mí… Les juro que no tengo ninguna mala intención.

Ellas asienten con dificultad. Tomo a la que parece más débil en mis brazos y le pido a la otra que se suba a mi espalda.

Al tocar sus cuerpos heridos, debo ahogar un sollozo desgarrador en mi garganta.

"Son solo unas niñas..."

"¿Por qué les han hecho esto?"

Recobro el aliento y me apresurO a salir.

Por el intercomunicador, el sargento me avisa:

—Senador, tenemos capturados a los maleantes. El ataque ha sido controlado.

Agradezco al cielo.

Pero la rabia sigue ardiendo en mi interior.

El sargento me espera con unas mantas. Toma a la chica de mi espalda y la abriga con cuidado.

Me pasa otra y hago lo mismo con la que llevo en brazos.

Nuestras miradas se cruzan.

Dolor infinito.

No hay palabras.

Me guía hasta una de las ambulancias. Los paramédicos las reciben y comienzan a atenderlas.

Siento tanta rabia que apenas puedo respirar.

Quiero ver a esos malnacidos.

Quiero acabar con ellos con mis propias manos.

—¿Dónde están? —pregunto, con la voz tensa.

El sargento señala una patrulla a unos metros.

Doy un paso.

Pero antes de que pueda dar otro…

Un disparo.

El ardor en mi piel…

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Lisseth 👩🏽
Excelente
Maria Mongelos
jajaja hasta dentro de la sala son toxicos los dos, pero quien les manda a esas dos ser zorras, se quedaron sin trabajo por mirar a quien no debia. Bien pir Maria Teresa y bien por Marcello
ana
🥰🥰 Estoy amando esta novela, gracias autora 😍😍
ana: Si unas leí, es q con tanta organización de los 15 de mi niña no puedo entrar seguido a leer
ana: Q lindo q tengan en cuenta a mi país 🥰🥰🥰
total 4 replies
Ninoska Puertas
Si Marcello ve y está pendiente de Anaís, María estará bien
Ninoska Puertas
Marcello es todo un bombón tanto por dentro como por fuera, pues tiene unos sentimientos y unos valores bien marcados, es un hombre que ha demostrado su amor, respeto, lealtad y fidelidad. Y si hablamos de su físico, que mujer noble gustaría tener a un Marcello en su vida, este hombre lo tiene todo, pues es buen padre, buen esposo, buen amigo, un muy buen profesional, en pocas palabras es un buen partido 😆😆😆🤭🤭
Ninoska Puertas
Claro que está más relajada, ya que a las muy zorras la cambiaron por otro equipo medico
Ninoska Puertas
Pa fuera por zorras
Ninoska Puertas
Estás zorritas no saben con quien se metieron, por zorras se quedarán sin empleo
Ninoska Puertas
Ah no! Ya estas mujeres están expulsadas, pues, él director es hermano de Cristóbal el mejor amigo de Marcello
Ninoska Puertas
Ni que te pongas de rodillas Marcelo cambiará de pensar, ustedes no trabajarán más en este lugar
Ninoska Puertas
María, ya Marcello lo había pensado, así que tus deseos serán cumplidos. Él tampoco quiere a estas mujeres cerca de su hija y de su esposa
Ninoska Puertas
Eso es Marcello, haz todo lo posible porque a esas lobas la echen de ese lugar, por zorras y falta de ética profesional
Ninoska Puertas
No!!! está tipa pecó, cómo se atreve a insinuar eso. Hay personas imprudente y ella. De dónde sacaron este disfraz de médico?
Ahora sí doctorcita, aténgase a las consecuencias de sus palabras
Tere Roque 🇨🇺
k belleza de bebé, hermosa 💖 bellísima sííííííííííí
Tere Roque 🇨🇺
sííííííííííí tocalla, tú siempre segura, fuerte y empoderada, k ninguna zorripilanta kiera venir a manchar tú vida feliz ,k ellas reciban el castigo merecido 👏🏼 k aprenden a las buenas 🤗 o las malas 😡 pr aprenden
Tere Roque 🇨🇺
ésas zorripilantas yo de verdad las pusiera a tod@s en 1 barco 🚢 y las mandaba a alta mar 🌊 o les daba paredón x pretenciosas y zorripilantas
Tere Roque 🇨🇺
y al padre, al rebuenote de Marcelo le dice toda derretida ""papito kieres cortar ✂️ "" zorripilanta
Tere Roque 🇨🇺
FELICIDADES 👏🏼 MÁS ➕️ K MERECIDAS SÍÍÍÍÍÍÍÍÍÍÍ MUCHAS FELICIDADES 😘 MUCHÍSIMAS, XQ ELLA FUÉ 1 TITANA CON SU BARRIGA Y AHORA CON SU PARTO, ADEMÁS DEL BUEN PARÓN K LE DIO A LA DRA FUERA DE VISTA Y DESUBICADA K LA ATENDIÓ EN EL PARTO
Tere Roque 🇨🇺
NUEVAMENTE MUCHAS FELICIDADES 😘
Tere Roque 🇨🇺
seguro k sííííííííííí
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