Mi Pequeña Muda

Hoy era otro día en el que Karla se sentaba frente a la computadora con la intención de regañar a su esposo.

No puedo hablar: ¿Por qué siquiera les gusta ese chico Jeremy? Él tiene tantos escándalos e incluso ahora es un hombre casado. Debería dejar de actuar y concentrarse en su “esposa” si es que realmente es su esposa.

Karla sonrió para sus adentros mientras enviaba aquel post.

Ella pensó —. Ya que todos sus fans me regañan todos los días acusándome de arruinar su carrera, bueno, bien podía yo regañarlo a él para que abandone el mundo del espectáculo.

Je…

Sintiéndose algo satisfecha consigo misma. Karla cerró aquella cuenta falsa que se había creado con la intención de regañar a Jeremy Cash para luego abrir la aplicación de dibujo y empezar a trabajar en un nuevo cómic con la intención de subirlo de manera anónima.

Después de todo, debido a todo este incidente, ella tuvo que cerrar sus redes sociales e incluso su blog de dibujo debido a que estaba inundado de malos comentarios. Todos los días había cientos y cientos de personas que la insultaban, por lo que llego a la conclusión que lo mejor para ella era empezar de nuevo.

Hacer borrón y cuenta nueva.

Karla ya lo había hecho una vez en el pasado, así que bien podría hacerlo de nuevo.

Pero, a pesar de que Karla sabía que era la mejor decisión, no pudo evitar sentirse reacia cuando tuvo que dar de baja a su cuenta.

Karla suspiró mientras miraba el lienzo en blanco.

Despues de todo diseñar los personajes y la trama de una historia sin ningún tipo de inspiración era algo difícil. En el pasado su imaginación había fluido mientras pensaba en Dominik, sin embargo, ahora no estaba funcionando.

En vez de que ella pensara en ojos azules como el cielo de la mañana, a su mente llegaba el recuerdo de unos ojos oscuros como la sombría noche.

Rápidamente, Karla negó con la cabeza tratando de espabilar aquellos pensamientos.

Parecía que un virus se había instalado en su cerebro que la hacía pensar en aquel hombre aun cuando no era su intención.

Karla cerró los ojos al pensar que ya había pasado cerca de una semana desde que Jeremy y ella se habían casado.

Los artículos en línea sobre Jeremy siendo la peor persona del mundo habían disminuido, lo único de lo que ahora hablaban era sobre la boda entre él y ella.

Ciertamente, Karla alabó la idea de su madre debido a que fue un buen método para cambiar la opinión pública sobre él.

Y aunque la opinión pública sobre ella siendo una cualquiera había menguado debido al apoyo de una parte de los fanáticos de Jeremy. Aún había gente que la regañaba por robarles a su hombre.

Más bien lo hacían por celos.

Lo que era irónico.

Ya que Karla no quería robarlo, al final, esta situación solo era el resultado de su mala suerte y la de él.

Fuera de eso, realmente, su vida no había cambiado demasiado.

Después de todo, la rutina diaria de Karla antes de este matrimonio era comer, dibujar, revisar las actualizaciones de Dominik, alabar sus habilidades, apariencia, volver a dibujar, dormir.

Y eso mismo era lo que ella había estado haciendo en los últimos días.

Jeremy había sido muy claro en eso de no meterse en los asuntos de Karla ni que ella se metiera en los de él debido a que desde que se habían casado. Karla no había visto ni un atisbo de su presencia.

Aquel hombre de ojos oscuros se había encerrado en la planta de arriba y parecía no tener ninguna intención de bajar.

Olvídate de su odiosa cara, ni siquiera su retaguardia hizo acto de aparición.

Aunque si Karla era sincera, no se sintió decepcionada con este tipo de trato tan frío, después de todo, no era como si ella hubiese esperado algo de este matrimonio falso.

Karla sabía muy bien que entre ella y Jeremy lo único que había era un trato.

Por lo que durante estos días lo único que hizo fue poner en orden sus prioridades y vida. También aprovechó la oportunidad para recorrer la mansión. Ella se dio cuenta de que aunque realmente era un lugar maravilloso, también era un lugar solitario.

Aparte de los empleados, los cuales no eran demasiados y la mayor parte del tiempo estaban haciendo su trabajo, los únicos habitantes dentro de la mansión eran Jeremy y ella.

Por lo que, Karla no pudo evitar pensar que los rumores acerca de las disputas familiares eran ciertas. Después de todo, el día de la boda entre ella y Jeremy no vio a nadie de la familia Cash, ya sean sus padres o algún otro familiar.

Era como si Jeremy no tuviera familia.

¿Será cierto eso de que él no es el verdadero hijo de la Señora Cash?

Karla suspiró mientras pensaba en cómo incluso había algunas personas que decían que él era el hijo favorito del Sr. Cash.

Sin embargo, aquel hombre ni siquiera había aparecido en la boda.

¿Qué misterios esconde la vida de este tipo?

Karla sacudió la cabeza ante este pensamiento.

Después de todo, empezar a sentir curiosidad por la vida de Jeremy, cuestionarse su actitud, preocuparse por él, no era bueno para ella.

Karla respiro hondo para luego levantarse con la intención de salir de la habitación.

Aún era temprano, por lo que ella decidió dar un paseo por el jardín, Karla se aseguró de llevaba su celular con ella para poder comunicarse con las personas, después de todo, ninguna de las mucamas sabía el lenguaje de señas.

Karla soltó un suspiro mientras respiraba el aroma de las rosas.

Ella no pudo evitar pensar que cuando el acuerdo entre Jeremy y ella terminé sería bueno comprar una mansión similar en el futuro, no, incluso si no era una mansión, se confirmaba con una casa con un jardín similar a este.

Luego de recoger un par de flores, Karla se puso a hacer una corona de flores. Cuando estaba a punto de terminar recibió un mensaje. Al mirar el identificador se dio cuenta de que era su adorada prima.

Camila: KARLA ESTO ES URGENTE. Papá envió por error una caja con algunos juguetes sexuales a la dirección de Jeremy. Él le quería hacer una broma a un viejo amigo con el que se reencontró hace poco, pero terminó confundiendo la dirección. ASÍ PRIMA TRATA DE CONSEGUIR ESA CAJA Y NO PERMITAS QUE JEREMY LA VEA.

¡Guao!

Karla se quedó paralizada cuando terminó de leer el mensaje de Camila.

¿Qué en el cielo había hecho mi tío?

Karla sacudió rápidamente la cabeza mientras corría en dirección a la entrada con la intención de conseguir aquella caja antes de que alguien se la dé a Jeremy.

Incluso la hermosa corona de flores que había hecho fue destruida debido a su apremio.

Solamente pudo lamentar su suerte en su corazón.

Pero…

Quizás su suerte no era la mejor de todas debido a que antes de que siquiera ella pudiera llegar a la entrada de la mansión tuvo que detener sus pasos debido a la presencia de cierto alguien que hizo que sus piernas se sintieran temblorosas y no precisamente de cansancio.

Jeremy se encontraba parado en medio de un par de empleados. Él se encontraba usando una camisa de tela que hacía resaltar los músculos de sus brazos e incluso sus pectorales, haciendo que la imaginación de Karla por un momento vuele.

¡Ayuda, me está seduciendo! Karla, piensa en Dominik, definitivamente, no puedes traicionar a Dominik y unirte a su enemigo. Dominik es dulce, no ha tenido ningún escándalo, incluso nuestros pasados son similares…

Aunque ella intentó reprender sus pensamientos en cuanto miró los ojos oscuros de Jeremy, su mente se quedó en blanco.

Rápidamente, tecleó en su celular un par de frases.

«Esa caja es mía, mi tío me la mandó a mí»

Cuando Jeremy terminó de leer lo que Karla escribió, estrechó sus ojos en dos rendijas como si dudará de sus palabras.

Jeremy al notar la expresión asustadiza de su esposa por contrato tuvo un mal presentimiento, por lo que se sintió curioso por lo que había dentro de la caja para que ella esté tan nerviosa. Después de todo, él no confiaba en Karla. Aun tenía sus limitaciones hacia está chica con objetivos turbios.

Karla se mordió el labio al notar la mirada de Jeremy.

Incluso cruzó los dedos detrás de la espalda esperando que aquel hombre no se comportara de manera irrazonable y le entregué la caja.

Pero, de nuevo, ella esperó demasiado de él.

Después de todo, para Jeremy ella no era alguien confiable.

Parecía que había un letrero en la frente de Karla que la tachaba de hipócrita o alguien con planes malvados.

— Déjame ver qué cosa grandiosa te mandó tu tío — mencionó Jeremy haciendo que Karla palidezca.

Él definitivamente no podía ver lo que había dentro de esa caja. Pensó Karla. Después de todo, si lo hacía la imagen que tenía sobre ella iba a empeorar en creces.

¡Cielos!

Pero…

¿Cómo podía detenerlo? ¿Cómo?

Karla pidió ayuda de manera urgente en línea.