Elysia pensaba que había encontrado el amor verdadero en los brazos de Davian, su esposo, pero la traición y la codicia hicieron añicos sus sueños. En un fatídico encuentro en medio del océano, ella descubre que Davian y su mejor amiga, han conspirado para despojarla de su fortuna y de todo lo que ama.
Destrozada y abatida, Elysia cae víctima de sus maquiavélicos planes. Sin embargo, en las profundidades del océano, una poderosa entidad le da una segunda oportunidad, depositando todo su poder en su cuerpo. Así resurge con un nuevo propósito y una sed insaciable de venganza, Elysia se convierte en la encarnación de la justicia.
¿Qué crees qué pasará ?, ¿Logrará Elysia su objetivo?¿Encontrará él amor en el camino ?
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Capítulo . 23.
Un hombre pausó brevemente su movimiento antes de atravesar el umbral. Sus ojos se cruzaron con los de Elysia y mediante un gesto apenas visible le ofreció una sonrisa cómplice. Elysia ejecutó un parpadeo apenas detectable que le permitió a él comprender que todo se desarrollaba conforme a lo previsto.
Los rumores empezaron a extenderse entre los miembros. Unos cuantos mostraban su perplejidad sin reservas mientras otros con sonrisas cínicas disfrutaban del escándalo. Un grupo de periodistas entró abruptamente en la sala durante ese instante. Las cámaras destellaron en cada esquina mientras Rhyse quedaba expuesta en su momento de mayor vulnerabilidad.
—¡Davian, ayúdame! — suplico Rhyse con desesperación, mientras intentaba cubrirse completamente con las sabanas, estaba totalmente avergonzada al darse cuenta de que tenía las miradas de todos sobre ella.
Ella seguía pidiendo ayuda, pero Davian apenas reaccionaba, su mirada estaba fija en Elysia quien permanecía aún lado con una expresión tranquila, observando todo el espectáculo con una calma inquebrantable, pero que a él le parecía inquietante.
⟬ ¿Cómo puede estar tan tranquila? ⟭pensó, pero su rostro solo reflejaba la confusión que sentía.
Mientras los reporteros seguían lanzando preguntas incisivas y tomando fotos, uno de los socios rompió el silencio.
—Esto es un golpe bajo... incluso para ella. —El comentario fue recibido con miradas de aprobación por algunos y de incredulidad por otros.
Rhyse, en un intento desesperado por escapar de los flashes, se envolvió más en las sábanas, un movimiento que solo facilitó que los fotógrafos capturaran ángulos aún más comprometidos. Su rostro enrojecido se convirtió en el foco de todos los disparos de las cámaras, mientras algunos reporteros ya transmitían en vivo desde sus dispositivos.
...Elysia, sin moverse de su posición junto a la puerta, dejó que su mirada recorriera lentamente la escena. Cada grito de Rhyse, cada clic de las cámaras y cada murmullo incrédulo eran notas de una sinfonía que ella misma había compuesto. Una sonrisa apenas visible se formó en la comisura de sus labios....
...⟬...Y aquí está, el clímax de mi obra...⟭...
...Pensó, antes de dejar escapar un suspiro casi imperceptible....
Uno de los reporteros se volvió hacia Davian.
—Señor, ¿tiene algún comentario sobre esta situación? —preguntó, levantando una grabadora hacia él.
Davian frunció el ceño, tratando de mantener su apariencia de enojo.
⟬Maldita sea⟭
pensó, aunque no permitió que esos pensamientos se manifestaran. En su lugar, lanzó una mirada fría a Rhyse antes de alejarse de la escena, dejando que los flashes, los murmullos y la vergüenza lo envolvieran.
Los flashes de las cámaras no cesaban, y el interrogatorio de los reporteros inundaba la sala. Davian, marcando un gesto serio, daba el esfuerzo por mantener el equilibrio ante la tormenta de la prensa. Un reportero, más atrevido que los otros, se adelantó, colocando el micrófono apuntándole directamente a él.
—Señor Davian, ¿qué tiene que decir sobre esta situación? —se atrevió a preguntar, con un tono que hacía evidente tanto la curiosidad como el ensañamiento.
Davian se mantuvo un instante en silencio, mientras su mirada seguía en la cama donde se encontraba Rhyse. Finalmente decidió hablar para salir rápidamente de la situación.
—No tengo nada que decir, nada de las acciones que realice la señorita Rhyse tienen que ver conmigo, simplemente es una amiga de mi esposa, nada más —su voz era firme, casi cortante, por decirlo de alguna forma, aunque contenía, en la medida correcta, la nota de indiferencia necesaria para sonar convincente.
Sin embargo, otro periodista aprovecha la oportunidad para sembrar una pregunta que parecía destilar veneno bajo un disfraz de buenismo.
—Entonces, ¿cómo explica que ella le pida ayuda con tanta facilidad? Parecía bastante cómoda buscándolo a usted para lidiar con esta… incomodidad.... parecen muy cercanos el uno del otro.
La atmósfera estaba claramente tensándose, algunos socios intercambiaban miradas rápidas, otros fijaban en Davian la mirada, a la espera de su respuesta. Un breve movimiento de su mandíbula lo traiciona; durante un segundo, las palabras del periodista parecían haberlo descolocado. Pero sólo por un instante. Ya que pronto Davian logró recuperar la compostura, permitiendo que una leve sonrisa irónica acudiera a su rostro.
—Es comprensible que alguien en su situación, atrapada en una situación tan… poco afortunada, recurra a cualquiera que conoce. Pero lo reitero, esto no tiene nada que ver conmigo —afirmó, de forma natural, aunque una gota de sudor deslizándose por su sien delataba la tensión que marcaba el momento.
El periodista guardó silencio, reflexionando sobre la respuesta, pero antes de que pudiera continuar, los flashes de las cámaras se proyectaron en un repentino giro, en el que la atención de las mismas fue llevada hacia Rhyse que seguía envuelta en las sábanas, ineficazmente queriendo ocultarse de las lentes. Davian optó arbitar mientras cruzaba los brazos y, desde ese lugar, mirando a otra parte, dejó que el escándalo continuara, sin más palabras.
Era fácil para el desviarse de sus problemas,¿porque involucrarse? No dejaría que un error lo llevará a la ruina.
Elysia simplemente permanecía aún lado observando todo.
...⟬ Ve a tu hombre, por el que quisiste matar a tu mejor amiga, en los momentos más difíciles te da la espalda, solo para salvar su propio pellejo, mientras tú te hundes, él ni siquiera te extiende la mano ⟭...
... pensó mientras salía de la habitación. ...
...Mientras se alejaba, desde un rincón, aquel hombre la observaba, sus ojos afilados seguían cada uno de sus movimientos mientras esta se marchaba. La sombra de una sonrisa jugueteó en sus labios antes de que murmurara, aquellas palabras apenas audible....
...—Es sumamente interesante......
A su lado estaba su asistente, pero también amigo, Charles quien levantó una ceja. Había trabajado para él durante años, pero nunca lo había visto reaccionar así. Sin embargo, permaneció estoico, ajustándose las gafas antes de preguntar.
—¿*Qué quieres que haga, Cyrus*?
Cyrus se giró ligeramente, sus ojos brillaban con un interés que bordeaba lo peligroso.
—Para mañana quiero un informe completo. Absolutamente todo sobre ella. No dejes ningún detalle afuera —dijo.
Charles titubeó por un instante. Algo en la voz de Cyrus cambió, pero sabía que era mejor no contradecirlo.
—Claro, Cyrus. Aunque... —guardó unos segundos de silencio antes de proseguir, debatiéndose entre si decirlo o no— debo admitir que esto es... inusual. en ti, es raro. Nunca te habías interesado en ninguna mujer. Ni siquiera permites que se te acerquen...
El comentario quedó flotando en el aire, pero Cyrus, como era de costumbre, no ofreció explicación alguna. En cambio, dejó escapar una breve risa que no aclaró nada, solo añadió más misterio. Ni siquiera él sabía por qué esta vez era diferente.