La Villana Y El Príncipe

Alya abrió los ojos, era ya de mañana, miro hacía un lado, notando el brillo del sol por su ventana, su doncella Susan le había dejado en su mesita un té que ayuda a la resaca, así que aunque sepa horrible se ve obligada a beberlo, después de eso se desploma de nuevo en su cama tocando sus labios y sonríe, ese chico realmente no salió afectado por el veneno de su cuerpo, quizás finalmente encontró al hombre destinado a estar a su lado.

- supongo que tendré que pedir su mano.

Su madre hizo lo mismo con su padre, así que no sería extraño, a fin de cuentas lo que Nebel quiere es un pacto de paz por medio de un matrimonio. Escucha que tocan su puerta, era Susan quien le dice que el príncipe Dmitri mando a decirle que desea desayunar con ella, a lo que Alya pide que lo rechace, que se excuse diciendo que esta indispuesta porque salió a con la guardia a revisar algo importante.

En la residencia de invitados, Dmitri se muestra molesto pues hace unos minutos Susan le dijo lo que Alya ordenó.

- esa maldita ¿que se cree? Debería conocer su lugar y quedarse a atender a su futuro esposo.

- tienes tanta confianza ¿estás seguro que te casaras con ella? Porque yo la vi desinteresada.

- cierra la boca maldito bastardo, cuando el emperador regrese le haré saber el rechazó de esa perra, como su padre dudo que le perdoné dejarlo mal.

- dudo que al emperador le importe, fue él quien la dejo a cargo.

- maldito ¿que? ¿Acaso te gusta y por eso dices eso? No me importa, ella no es para ti, no tienes el poder suficiente para comprarla.

- ella no está venta. Además puedo ser más astuto que tú, no lo olvides hermanito si tu madre no pudo matarme, menos lo harás tú.

Dmitri saca su espada apuntando al cuello de Sasha, pero este solo muestra una sonrisa burlona.

- hazlo...pero matarme de esta manera, solo te hará ver más cobarde.

Dmitri apretó la mano en la empuñadura de la espada, pero terminó por apretarla.

- da igual, ella será mía, así deba usar trucos sucios.

- Dmitri...no te atrevas, lo digo por su ti, si algo le pasa, esa mujer no se casará contigo, por el contrario, sus padres destruirán Nebel.

Dmitri ríe ante las palabras de Sasha.

- su padre dirá que debo casarme con ella y punto. Tienes ideas tan absurdas.

Sasha se lleva la mano al rostro mientras mueve la cabeza de un lado a otro, su hermano es tan terco, pero no puede permitir que le haga nada a Alya, ella no merece algo así y si lo que se dice en cierto, los emperadores no obligarán a Alya a casarse, por el contrario pedirán la cabeza del que se atrevió a abusar de la princesa.

- Sasha, más vale que no digas nada. Tengo una idea, estarás en la puerta esperando a que yo termine.

- Dmitri...no arruines nuestro país por tu idiotez.

- ja! Solo observa como me quedo con esa chica, no te preocupes cuando ya no me sirva te la dejo.

- que estúpido eres...

Sasha sonríe con burla, porque, si lo que Alya le dijo sobre su cuerpo venenoso, su hermano no podrá pasar más haya de un beso, prácticamente sería un beso de la muerte. En la noche Dmitri nuevamente envío una invitación pero Alya nuevamente lo rechazó y así fue durante los siguientes días hasta que llego el día de la fiesta de los mellizos, los emperadores habían llegado esa misma mañana, por lo que Dmitri paso a saludarlos.

- mi hijo dijo que le había invitado a quedarse para la fiesta.

- así es majestad. Pero cambiando de tema, la princesa ha dicho que rechazaba mi propuesta de matrimonio, me imagino usted no estaba enterado.

- no, pero entenderá que si mi hija no desea casarse, no puedo obligarla, además hay otras maneras de evitar conflictos.

- ¿eh? Majestad, yo creo que el matrimonio es necesario, además es una decisión que le corresponde a usted.

- se equivoca, es mi hija quien tendría que compartir una vida con usted y si a ella no le parece, no la obligare.

Dmitri no esperaba algo así, creyó que el emperador le daría la razón.

- alteza, nosotros hablaremos con su padre, para evitar conflictos.

- p-por supuesto...me retiro.

Dmitri salió del salón del trono furioso, el emperador al parecer es muy blando con su hija, debe ser por eso que actúa de esa manera, así que no le queda de otra que usar su plan, de ese modo, sea como sea, Alya se casará con él.

La fiesta dio inicio, los nobles pasaban para felicitar a los mellizos y los emperadores por sus hijos tan lindos, si supieran la clase de niños que son, lo pensarían dos veces antes de decir que son lindos, Alya estaba sentada al lado izquierdo de Regis, así que también la saludaban.

- Camille, Claude muchas felicidades.

Fiorella llego abrazando a los niños mientras les reparte besos en las mejillas, Vasile es quien se disculpa ante Maxine y Regis, aunque ellos no tienen problema con ello, conocen como es Fiorella y además es la tía de los niños.

- los felicito por este día, jóvenes altezas.

"Gracias, tío Vasile, gracias tía Fio"

La costumbre de ambos es hablar al mismo tiempo.

- felicidades enanos.

Patrick les revuelve el cabello, todos están atentos, aunque ya saben que los emperadores permiten ese tipo de cosas ya que son familiares.

- seré más grande que tú y veremos quien es el enano.

Claude le aparta la mano y trata de acomodar su cabello de nuevo.

- Patrick me llevo tiempo peinarme, que malo eres.

La fiesta continúa, dando inició al baile y por supuesto, Regis no duda en llevar a Maxine para bailar, mientras que los mellizos juegan por ahí con otros niños, Alya baja del trono para ir en busca de algo de beber, entonces Dmitri le ofrece una copa de vino.

- espero no me desprecie esto. Me gustaría que al menos nos llevemos bien, iniciar una buena amistad.

- de acuerdo...

Alya agarra la copa y bebe un poco, Sasha observa desde lejos, no cabe duda que su hermano esta siendo demasiado tonto al actuar de esa manera.

- el vino del palacio delicioso. Espero un día venga a Nebel a probar el nuestro.

- quizás vaya pronto. Dicen que es un país hermoso por sus mares.

- así es, con gusto seré su guía.

Alya bebe toda la copa, mientras sigue platicando con Dmitri, después otros nobles se acercan con ella, la noche seguía, Dmitri permanece cerca esperando que la droga haga efecto, hasta que ve a Alya excusarse y salir del gran salón, la sigue por el pasillo y la ve sentarse en un banca que había en el jardín, se quita los zapatos dejando salir un suspiro.

- ¿se encuentra bien princesa?

- oh! Alteza. Si, solo salí a tomar aire, tantos nobles es sofocante.

- si la entiendo, si gusta puedo acompañarla, no quisiera que estuviese sola si se siente mal.

- ¿eh? No, no estoy mal, solo cansada. Puede regresar.

Dmitri estaba parado ante ella, pero al parecer no había surtido efecto la droga o ¿quizás la dosis no fue correcta?

- princesa ¿no se siente extraña?

- no ¿por qué? En fin, volvamos a la fiesta.

Alya se puso los zapatos y se encaminó de regreso a la fiesta, Sasha quien los había seguido, se sintió aliviado, por un momento creyó que su hermano intentaría algo esa noche, aunque no estaba del todo equivocado, pero Dmitri estaba molesto, pues su plan no había funcionado.