Un Moustrou En Mi Vida.

Post-pérdida el enojo del sr. Máximo Florentinni se acabó, el solo hecho de pensar que su hija había tenido una pérdida tan irreparable le recordó su dolor de juventud cuando él junto a Magdalena su esposa perdieron su primera hija.

Las cosas en la familia se fueron acomodando, volvieron a compartir juntos y a reír como antes, al fin y al cabo Liz era una mujer de 24 años que nunca le dio problemas, era excelente en todo, responsable, buena hija, hermana, amiga y socialmente una persona que sumaba a las causas comunes. simplemente Era admirable.

Liz entraba a su cuarto cada noche y abría la cajita con las pertenencias de su bebé, acariciaba su ropita y pasaba horas llorando, tocaba su vientre, nunca pudo sentir un síntoma de ese embarazo, solo tenía las imágenesa de la ecografia y un CD con el sonido del corazón de su bebé que latía con fuerza.

Pasaron 45 días y llegó el resultado de la patología, en él decía que había una sustancia que había provocado el aborto... Cómo ? Ella no había tomado nada para abortar.

Lo cierto es que la bebida que esa noche anterior a la pérdida le dio Jerison si tenía esa sustancia, el había provocado la pérdida y luego fue a descargar su odio y maldad con una mujer, estuvo durante dos días con una mujer, dejando que Liz pasara este proceso sola, al llegar solo le dijo que había tenido un problema de salud con su mamá y que había estado con ella por eso no había atendido al llamado.

Cuando le comentó el resultado a Jerison él le dijo

-Amor, yo creo que se equivocaron y estudiaron a otro bebé - le dijo tratando de convencerla - tu dices que la doctora te lo dio en un guante y luego la enfermera lo recibió -

-Tu crees amor? - le dijo ella con un gesto de duda - Será que pudo ser eso?

-Si amor, tu no tomaste nada o si? - le preguntó subiendo las cejas - sé que no tomaste nada así que ese informe está erróneo - continuó diciendo.

-Si debe ser que se confundieron - habló con tristeza - nunca sabré que pasó con mi bebé.

-Tranquila mi amor - jerison la abrazó y le besó la frente.- tendremos más hijos - Ella se sintió consolada con sus palabras.

Jerison no amaba a nadie, pero le interesaba Liz porque era una mujer pura, él sería un hombre sin escrúpulos que la vida de todas maneras lo había premiado con una mujer llena de buenas cualidades, de buena familia, además adinerada. Pensando en eso él quiso poner fecha de boda

-Amor, me gustaría que nos casemos.

-Enserio? - dijo ella - me haces muy feliz.

-Tú a mi mi hermosa Liz - dijo él - pongamos fecha pronto.

-Pero debemos tener nuestra casa... No me gustaría vivir alquilando - dijo Liz.

-Por supuesto, te entiendo - dijo él - podemos pedir a tu papá un préstamo. "El viejo me lo regalara" pensó mientras conversaba.

-No, papá me lo querrá regalar y yo quiero tener mis cosas por mi cuenta, nuestra cuenta - dijo ella corrigiendo - además tú y yo somos jóvenes, y podemos lograrlo.

Jerison no contaba con esos dichos y se sintió frustrado, pero disimulo su rabia interior.

-Tengo algunos ahorros podemos intentar tener algún crédito hipotecario dando un poco de dinero por alguna propiedad - le dijo Liz - que dices?

-Oh sí, podemos hacerlo así - respondió él.

Comenzaron a buscar propiedades eso hacia que después de trabajar ambos se quedaran hasta tarde conversando. El señor Maximo era muy anticuado y no le gustaba que Liz pasara altas horas de la noche con su prometido. Sí, efectivamente también había intimidad entre la pareja, cada oportunidad que tenía Jerison la aprovechaba para tener sexo con Liz, comenzó poco a poco a sentir que era su cuerpo el que necesitaba, ella aprendía más y más el arte de la sexualidad junto a él, Jerison la formó a sus deseos y Liz era una excelente aprendiz.

Un día era muy tarde Liz y jerison estaban conversando en una heladería, eran casi las 12:30 de la noche cuando recibió un llamado de su padre

Ring Ring

-Papá, sucede algo?

-Si, tú sabes que hay reglas en casa y una de ellas es llegar temprano, la hora que es y no estas aquí.

-Papá, estoy en una heladería!

-Si no estás dispuesta a cumplir las reglas deberás irte a casa.

-Pero papá, escúchame.

-No, ya no me llames papá.... Cortó el teléfono.

Ella se sintió devastada otra vez, su padre y su pensamiento tan retrógrado la dejaban sin un hogar. Donde iría ? Ella amaba a su padre, pero sus reglas eran muy anticuadas, casi imposible de cumplir para una mujer que ya tenía casi 26 años. Además ella amaba a jerison y deseaba pasar tiempo con él.

Esa noche él no pudo ir a su cita con Cintia. Una joven de 19 años que había conocido en un bar y habían quedado en verse ese día en la noche. Tuvo que pasar su noche con Liz, de helados y cafés pasaron la noche como dos bohemios, Liz no estaba acostumbrada pero él sí, al día siguiente cada cual debía trabajar y jerison tenía muy mal humor, no había tenido la noche que esperaba con Cintia, sino que pasó la noche con Liz y aúnque tuvo intimidad con ella el quería a otra mujer en ese entonces.