Soy Alina, una chica risueña, alegre y con mil sueños por cumplir. me casé con el hombre más maravilloso del mundo, bueno eso creí por varios años, hasta aquel día cuando después de muchas propuestas acepté complacer todos sus deseos.
Nunca imaginé que un simple juego sexual acabaría con mi vida de la forma más trágica.
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CAPÍTULO 5
Un mes después...
Hace un mes que conocí a Raúl y WoW, siento que me estoy enamorando de él. Hemos salido varias veces, al boliche, a cenar, al museo... todo increíble, pero, creo que solo me ve como una amiga, es decir me mira y siento que sus ojos expresan mil cosas pero no ha habido ni un beso, no quiero salir herida por estar enamorándome sola.
Todos los días hablamos por mensaje de texto y hoy me invitó a patinar sobre hielo.
Mi madre no está enterada de mi amistad y salidas con él, temo a que me diga que no me conviene y bla bla bla.
A mí hermano si le he contado todo, él dice que le agradó Raúl aquel día en el hospital, que me vaya con calma y sea responsable.
Mi hermano me ayudó a buscar una excusa para salir de casa así que solo esperaba que llegara la hora para ir a mi cita con Raúl.
Raúl...
Hace un mes que conocí a Ali y demonios no se que diablos pasa conmigo, está niña me tiene envuelto, despierto pensando en ella, me duermo y la sueño, nunca creí que pasaría pero creo que estoy enamorado de ella, es que como no estarlo si es tan dulce, se preocupa por si comi, por como va mi día...
Hoy hicimos planes oses ir a la pista de hielo a patinar, tomé las llaves del auto y justo cuando abrí la puerta para salir venía llegando Julián, mi mejor amigo con dos rubias.
-Mi hermano, creo que debes cancelar esos planes, vinimos a pasar la noche aquí, ella es
Camila, vino conocerte - dijo Julián con evidente ebriedad.
- Así que tú eres Raúl, tú amigo me ha hablado mucho de ti -exclamó Camila dejando un beso cerca de los labios de Raúl quien rápidamente se alejo.
-Hermano lo siento, tengo planes que no puedo cancelar, una fiesta de tres también es muy buena, Camila me dió gusto conocerte pero no puedo recibirlos, nos vemos mañana Julián - respondió Raúl cerrado la puerta y dirigiéndose al ascensor.
Nunca le había hecho un desaire a Julián pero el lo entenderá.
Conduje hasta la casa de Alina y le envié un texto diciéndole que estaba afuera.
Cinco minutos después ella salio con su hermano y nos fuimos los tres pero Ignacio se quedaría en la disco.
Llegamos a la pista de patinaje y fui por los patines para ambos.
Alina es simplemente hermosa
-Tengo como cinco años que no patino así que si me caigo no vayas a burlarte
-Sinceramente yo creo que seré el primero en caer, no recuerdo cuando fue la última vez que usé unos de estos, te dije hoy lo hermosa que estás?
-No lo habías dicho, gracias, tú también estás super guapo - añadió Alina mientras esquivaba la mirada de Raúl.
La ayude a ponerse de pie y fuimos a la pista, debo decir que ella lo hace muy bien, pero yo, yo soy un desastre, apenas puedo mantenerme de pie.
-Ven dame tu mano, apoyate en mi, solo dejate llevar, relájate -dijo Alina sonriendo
Asi lo hice, fui tomando el ritmo y en unos cinco minutos estaba recorriendo la pista como un profesional, me estaba divirtiendo, ella se alejo un poco y me hizo señas para que fuese hasta ella, así lo hice pero demonios como se supone que debo frenar, fui directamente hacia ella y sin poder evitarlo la derribé de tal modo que quedé encima de ella.
Estaba tan cerca de sus labios que robarle un beso no era para nada difícil, me sentía como un niño nervioso como nunca lo había estado, fueron solo unos segundos pero mi fue un momento eterno que no quería que terminara, de pronto ella se quejó y yo rápidamente me levanté.
-Auch mi cabeza, me duele -exclamó Alina tocando la parte trasera de su cabeza, justo donde recibió el balonazo.
-Alina perdoname, lo siento, ven dejame ver -dijo Raúl preocupado
-No digas tonterías no fue tu culpa yo debi quitarme de tu camino, no fue nada iré por mis analgésicos, están en mi cartera.
Nos quitamos los patines, ella tomó sus medicinas y caminamos un poco por el centro comercial, cenamos algo ligero y tomamos chocolate caliente.
-Ya te sientes mejor Ali?
-Si, estoy bien no te preocupes, solo un poco cansada, estás medicinas me producen sueño - exclamó Alina dejando salir un bostezo.
-Entonces ya es hora de ir a casa, la pasé increíble contigo Alina, gracias
-Gracias a ti Raúl, no tienes idea de lo bien que la pasó contigo, y si, la verdad ya debería volver.
Subimos al auto y en el camino ella se quedó profundamente dormida, cada vez que podía me detenía a mirar ese rostro tan angelical, me demoré un montón en llegar, una vez fuera de su casa la desperté con suavidad
- Ali, Alina hermosa ya llegamos, vamos bella durmiente despierta - susurraba Raúl
-Ummm lo siento Raúl me quedé dormida, en serio lo siento, vaya ya llegamos, que pena contigo.
-Tranquila se que fue producto de la medicación, te veo mañana para almorzar?
-Bueno no sé si pueda porque tenía planes con Lore pero te aviso temprano si.
Asentí con la cabeza y tomé una de sus manos, juro que las mías temblaban, pero me arme de valor y me declaré.
-Ali creo que es evidente que hay una conexión muy especial entre tú y yo, se que crees que soy un mujeriego y si puede que tengas un poco de razón en eso pero desde que te vi no puedo pensar en otra mujer que no seas tú, no sé si esto es amor porque nunca me he enamorado pero te pienso todo el día, solo quiero pasar mi tiempo contigo, y cada vez que te tengo cerca solo quiero besarte - exclamó Raúl con evidente tensión por los nervios.
-Yo, bueno yo siento exactamente lo mismo, te extraño apenas me despido de ti, un mensaje tuya al despertar alegra mi día y me roba la primera sonrisa de mi mañana, no se lo que es el amor pero estoy segura que es esto que siento cuando estoy contigo, esto que siento justo ahora que descontrola mis latidos y que me hace querer abrazarte y no soltarte jamás Raúl. -expreso Alina mirando directo a los ojos a Raúl.
-Ya no resisto más niña hermosa.
Me acerqué a ella y pose mis labios sobre los suyos, Dios nunca sentí algo similar, temblaba lo juro, fue la sensación más intensa y especial que sentí en mi vida, el tiempo parecía haberse detenido, ella suavemente retrocedió pero permanecía a centímetros de mis labios, aún con sus ojos cerrados ella me hizo una petición
-No juegues conmigo, no me lastimes nunca por favor .