AMOR GITANO #GRUMPY & SUNSHINE

Narra Hector

Con mis amigos estábamos debatiendo que hacer, si nos íbamos a la localidad más próxima para conocer el restaurante que nos habían comentado donde las porciones eran generosas.

-Debemos aprovechar conocer, ya que estamos aquí. Me dijo Enzo.

En eso miro hacia afuera y no puedo creer lo que veo, unos pies de mujer, por la tobillera sabía que era Isa. Ella se estaba colgando, del balcón de arriba de mi cuarto, para bajar al mío.

Me apresure a salir para atajarla.

-¿Qué pasa?. Pregunto desconcertado Sergio al ver que salí corriendo.

La ataje justo que se lanzaba.

-Estas loca... ¿Cómo se te ocurre?. La reto molesto sosteniendola en mis brazos.

-Que coincidencia estabas abajo mío. Me dice como si nada.

-Eres Isa... La hija del señor Flores. Le dice Enzo al verla en mis brazos.

-Aun no me respondes. Le digo serio.

-Me encerraron en mi cuarto... Al parecer mi hermana no quiere que su prometido se distraiga mirándome... Así que iré a otro lugar a comer. Me responde con una sonrisa.

-¿Por qué saliste por el balcón y no por la puerta?. Le pregunta Sergio.

-¿Qué parte de que me encerraron no entendieron?... Con decirles que me pusieron un guardia. Le explica.

Enzo se aproxima al balcón mirando hacia arriba en dirección a la habitación de ella.

-Es alto... No te dió miedo. Le pregunta.

-Tengo hambre...Vamos a comer. Nos dice con una sonrisa.

Tenía una habilidad para esquivar el interrogatorio.

-Estabamos debatiendo justo eso. Le dice Sergio.

-En ese caso movamos nuestros traseros... Que el tiempo apremia. Nos dice dirigiéndose a la puerta.

"Es muy audaz", me susurra Sergio con una sonrisa.

"Intrépida", agrego Enzo.

-Que esperan... Vamos. Insiste enérgica.

-Queriamos ir a conocer un restaurante del cual oímos tiene muy buenas referencias. Le anuncio.

-Tanto mejor... No he salido del hotel desde que llegué. Expresa animada.

-Asi que... No te molesta acompañarnos. Le consulta Enzo.

-Estaria encantada de ser escoltada por caballeros tan guapos. Le dice pelliscandole la mejilla y le brinda un beso en la mejilla a cada uno.

Los dos sonríen como idiotas, los miro serio y carraspean disimulando que no le gustó el cumplido.

Nos dirigimos a mi camioneta.

-Isa sube adelante... Ustedes atrás. Le dije serio, al notar como llamo la atención de mis dos amigos, era muy pispireta.

-De acuerdo. Dijo ella con una sonrisa. - Pondré algo de música. Comento tocando la radio.

-Isa... No toques la radio... A Héctor no le agrada que toquen su aparato. Le dijo Enzo.

-A mi si me deja. Le respondió ella poniendo la música y se puso a bailar en su lugar.

-Abrochate el cinturón. Le digo serio.

-Abrochamelo tu... Es duro para mí. Me dice con una mueca de puchero.

Me aproximó le abrocho el cinturón.

"Hueles muy bien", me susurro al oído.

Me retire nervioso acomodandome ante el volante y me puse en marcha.

-MIREN QUE LINDO. Señala cada rato Isa en cada dirección y por poco no sale por la ventana disfrutando el aire.

-Parece que no sales mucho. Le dice Sergio.

-No... Y si salgo me envían con una guardia y no puedo hacer nada. Comenta ella con una carita que da pena.

-¿Cuantos años tienes? Le pregunta Enzo.

-Quieres saber si tengo edad suficiente para beber. Le responde Isa con una sonrisa.

-Es que... Te ves tan joven... Y no quisiera tener problemas con tu padre. Le responde.

-No te preocupes... Soy mayor... Aunque no lo aparente. Le respondío ella.

Llegamos al restaurante, se veía muy rústico en su estilo, los bancos de madera, las mesas igual, todo armado con troncos. Los platos y cubiertos de algarrobo.

-Me encanta como huele aquí... Es todo muy hermoso. Admiro Isa que parece tener un resorte que salta alegre mirando todo el lugar.

"BIENVENIDOS SOY CARMEN LA DUEÑA, POR FAVOR TOMEN ASIENTO EN ESE LUGAR", se presentó una señora.

-Es un gusto en conocerte Carmen ... Eres muy hermosa... Y tú restaurante refleja tu belleza. Le dijo Isa posando un beso tierno en su mejilla.

-Eres muy amable preciosa. Le dice la señora que se ve se contagio por la sonrisa de Isa.

-Quiseramos el plato del día. Le solicitó.

-En seguida se los traigo. Respondió retirándose.

-¿A caso no tienen una carta?. Pregunta Isa.

-Aqui se acostumbra así... Tienen un menú armado para cada día... En el cartel de afuera lo anuncian. Le indico.

-Y ¿qué anunciaban para hoy?. Pregunto.

-Una sopa de verdeo , papas a la crema, carne asada y ensalada. Le respondo.

-Genial. Respondió ella y movía los pies bajo la mesa.

-Isa eres tipo gitana . Le consulta Sergio.

-Llevo sangre gitana... Quieres que te lea la mano. Le consulto.

"No va a acertar nada" Le murmuré a Sergio.

-Si adelante. Le dice pasándole la mano derecha.

Ella suspiro, siguió sus lineas con su dedo índice.

-Eres un hombre muy apasionado... Un poco travieso... Y sientes que no encuentras quien se amolde a ti... Pero la noche de la fiesta... Cuando los juegos artificiales estallen... Te unirás a tu alma gemela en una apasionante y desenfrenada demostracion de deseo que los unirá.

Yo sonrió a mis adentros sabía que no acertaría. Sergio es más frío y mental como yo.

-En serio... ¿Dónde ves eso?. Le consulta Sergio.

- Aquí... La línea del amor se une a la del trabajo... Es más que acertado que la conocerás mientras trabajas... Y está línea marca que será muy pronto... Estás son las líneas del camino... Ves como se cruzan a las anteriores... Eso muestra que se cruzarán. Le comenta ella con tanta seguridad.

-Pero aseguras que será en la fiesta... ¿Cuál fiesta?. Le pregunta.

-Donde la atracción sean los juegos artificiales... Veo luz... Mucha luz estallando en miles de colores ante sus ojos. Le afirma Isa.

-Al menos me puedes decir cómo será ella... Para darme una idea. Le pide Sergio.

Suspiro mirando el cielo, otro idiota que cree en lo que ella le dice, no puedo creer.

Veo que ella se inclina hacia él y le susurra al oído.

La sonrisa de Sergio es amplia y asiente.

-Me siento más animado... Qué me comería todo lo que traigan. Dijo sonriendo.

-Voy a ir al tocador. Anuncio Isa.

Cuando ella se marcho, lo miro a Sergio negando.

-¿Qué?. Me pregunta.

-No me digas que creíste en las tonterías que dijo. Le comento mirándolo fijo.

-Crees que es una tontería que sea un hombre apasionado. Me dice.

-Se sinceró... Cuando fuiste apasionado... Siempre estamos trabajando... Jamás te interesaste por nadie. Le digo.

-Es como dice Isa... No me sentía unido a nadie... Pero muy pronto la voy a conocer... Y ya tengo una idea de cómo puede ser. Dice suspirando muy animado.

-Y ¿Cómo va a hacer?... ¿Qué te dijo?. Le pregunto Enzo curioso.

Otro que caía, no podía creer que se crean esas cosas.

-Buenos dias señor. Se presentó un hombre muy elegante ante mi.

-Buenas... ¿Qué se le ofrece?. Le pregunto.

-Mi amigo está interesado en su hija... Y estamos dispuestos a ofrecerle este cofre de rubíes. Dijo el señor enseñando el cofre de unos veinte centímetros de alto por quince centímetros de ancho.

-No tengo hija. Le aclaró molesto.

-La señorita que lo acompaña es su esposa. Me consulta.

En eso se aproxima Isa.

-No... No estamos interesados. Le digo serio.

Me choco que me encare a mi.

-¿Qué sucede?. Pregunto Isa tomando asiento.

-Mi amigo quedó prendado de su belleza y ofrecemos este cofre de rubíes. Le dice el señor.

-Que dulce... Ya estoy comprometida. Le responde ella inclinándose hacia mi.

-Estamos dispuestos a doblar la oferta. Le dijo.

-No insista. Le digo serio.

-Es comprensible que no se quiera apartar de ella... Realmente es muy hermosa. Dijo el señor retirándose.

-¿Por qué ofreció eso por Isa?. Pregunto Enzo.

-Es la costumbre ofrecer un dote, demostrando de ese modo que tiene los medios económicos para que no le falte nada a la que elija como pareja. Le responde Isa.

-¿Pero por qué justamente a vos?. Pregunta Sergio.

-Mirame... Estoy como una gitana... Es lo que se acostumbra. Le responde ella.

-¿Realmente eres una gitana?. Le pregunto.

-Da... Qué parte de sangre gitana no entendiste... Mi madre era gitana. Me dice con una mueca moviendo un palito crocante que había en el centro de la mesa para degustar.

En eso su celular sonó.

Ella miro la pantalla, suspiro como tomando energía y se incorporo posando una sonrisa en su rostro, sus movimientos coquetos enredando su cabello en su dedo, uno de sus pies frotando su otra pierna. Señales que habla con un hombre.

No puedo tolerarlo, trato de disimular que me molesta que ella esté de ese modo hablando por celular.

No puedo explicarlo, como en tan pocas horas solo quiera que sea mía y de nadie más.

Atrae la atención de los hombres, puedo notar como más de uno la mira libidinoso.

Su vestimenta no ayuda mucho, es solo una tela fina transparente y su bikini con decorativos brillosos en colores alegres se ve a traves de la luz que cruza por sus prendas.

Nos trajeron los platos y el vino que pedimos, para ella solicite un jugo, no quería arriesgarme a que tome si no tiene la edad.

-GUAU... ESTO ESTA DE CHUPARSE LOS DEDOS... SE VE TAN APETECIBLES. Expreso Isa al aproximarse a la mesa.

-Me alegro que le guste. Le dijo la señora Carmen que nos atendía.

-MUCHAS GRACIAS... DE SUS MANOS TODO SE DELICIOSO. Le dijo Isa posando un beso en su mejilla y la señora se retiró con una sonrisa.

Es muy enérgica y cariñosa en sus actitudes, ahora comprendo porque su padre la cuida tan celosamente. No solo es hermosa por fuera, también como persona.

-Esta sopa es riquísima. Expreso Isa y veo que toma un palito crocante y acompaña con la sopa.

La miramos como con tanto entusiasmo come. Me di cuenta que en ese momento se quedó quieta, dejo de hablar, así que era en ese momento que ella comía en silencio disfrutando de sus alimentos.

 Verla comer con tanto entusiasmo nos contagia a todos y la emitamos.

Ella al terminar suspira extasiada.

-¿QUÉ LES A PARECIDO?. Pregunta la dueña al ver que terminamos.

-DE MI PARTE DELE LAS FELICITACIONES A SU COCINERO ... TIENE MANOS DE DIOSES. Le dice Isa.

-Se lo agradezco. Le dijo la señora con una sonrisa.

Le pagué lo que consumimos.

-Permita, regalarle esto como símbolo de lo bien que me sentí por su atención y su comida. Le dijo Isa entregándole una de sus pulseras.

-Esto es muy hermoso... Y se ve muy caro al ser de oro... No puedo aceptarlo. Le dice la señora Carmen.

-Me sentiré ofendida si no acepta... Se lo doy con gusto. Le dijo Isa posando la pulsera en la muñeca de la señora.

-Te llevamos de regreso. Le anuncio.

-Tan pronto... Me gustaría pasear. Me dice.

-Se está preparando para llover. Le digo al ver las nubes en el cielo.

-Tanto mejor ... Conozcamos el Bañado. Me dice estirando mi mano.

-Me apunto a la idea. Dice Sergio.

-Habiamos dicho que haríamos eso. Agrega Enzo.

-¿Qué pasará si el señor Flores se entera que andamos con su hija?. Les pregunto en un susurro.

-No se preocupen... Mi padre se sentíra tranquilo al saber que estoy con ustedes... Son responsables, cordiales y dispuestos a cuidarme al no aceptar rubíes por mi mano a extraños... No cualquiera se resiste a eso. Me dice con una sonrisa.

Su manera de halagar y expresar tan dulce termina por convencerme.

-De acuerdo... Vamos. Acepto.

Ella aplaude entusiasmada y se sienta en el lugar del acompañante. Me aproximó a abrochar el cinturón por ella y siento que poso un beso en mi mejilla.

-Gracias. Me dijo con una sonrisa.

La llovizna se largo fuerte a medida que nos dirigimos hacia el Bañado la estrella.

-Miren eso. Dijo Isa gritando de emoción.

-Es un cocodrilo pequeño. Le digo al ver cruzando la ruta.

-Detente. Dijo entusiasmada y bajo a disfrutar de la llovizna mientras contemplaba el paisaje.

-Es una caja de sorpresas. Me dice Sergio sonriendo al verla.