UN AMOR DE VERDAD

Han pasado ya varios meses. La vida de Leonardo no volvió a ser la misma. Continúa saliendo con hermosas mujeres para divertirse, pero el recuerdo de sus padres aún duele demasiado.

La casa parece más grande y se siente vacía. Extraña las quejas y reproches de su querida madre. ¡Cuánto lo mimó! Su dulzura y su ternura ya no están presentes. ¡Y su padre! Su mejor amigo, maestro y confidente. No, no se resigna a continuar solo por la vida.

—¿Será esto lo que ellos pretendían? Una mujer para que me acompañe y sea mi complemento? ¿Amar y ser amado? ¿Alguien que cuando yo llegue a casa me reciba con alegría? ¿Dar y recibir ternura? ¡Buahh basta! No necesito a nadie. ¡Me estoy dejando llevar por el sentimentalismo!

Para no seguir deprimiéndose, Leonardo llama a la sensual Margaret.

—¡Ven a mi casa! No tengo ganas de salir a ninguna parte, pero quiero diversión.

—¡Enseguida voy cariño!

Leonardo se duchó, se puso una bata, bajo a la sala y preparó un trago. Se sentó en un cómodo diván y se dispuso a esperar a su amante de turno. Cuando llegó Margaret, casi sin saludarla, la tomó de la mano y se la llevó a su habitación.

—¡Ohh, cuánto me hacía falta esto! Creo que ya me siento mejor.

Luego de disfrutar de varias rondas de ardiente sexo, se quedaron dormidos. Al amanecer, el primero en despertar fue Leonardo. Su mirada recorrió el voluptuoso cuerpo de la rubia que desnuda, aún permanecía dormida.

Pero algo extraño sucedió. Por primera vez en su vida, no se sintió satisfecho. Algo faltaba. Se sintió incómodo y fastidiado. No lograba entender esa nueva sensación de inconformidad con sus acciones y con su vida.

Despertó a Margaret sin delicadeza y le pidió que se marchara. Él debía ducharse y partir para la oficina. Debía hablar con Tina. El plazo fijado por sus padres para casarse estaba por terminar y aún no habían encontrado una chica que fuera de su agrado.

Llegó presuroso a su oficina, saludó a Diego y luego de tomar con él un café se fue a hablar con Tina.

—Tina, ¿han seguido llegando respuestas al anuncio?

—Sr Leonardo buenos días. Al inicio recibimos muchas, como usted lo sabe, pero últimamente son muy pocas las que han mandado sus datos. Las que me han parecido que serían de su agrado, se las he dejado en su escritorio pero usted nunca eligió alguna.

—Sí, sí, lo sé. Las he visto todas pero realmente ninguna llamó poderosamente mi atención. Algunas son hermosas pero su estilo de vida no me convence. Y las que tienen un estilo de vida acorde con lo que estoy buscando, no son tan agraciadas.

—Voy a mandar de nuevo el anuncio sr Leonardo. Esperemos que esta vez lo vea la chica de sus sueños…

—¡No tengo ninguna chica en mis sueños Tina! Necesito solamente una hermosa y sumisa mujer que me ayude a recuperar mi herencia. Es todo. ¡Chica de mis sueños! Por favor...

—Dedícate solo a eso Tina. El plazo que queda es corto y no me quiero arriesgar. Cuando se cumpla un año de la muerte de mis padres, si no me he casado mi fortuna pasará a manos de las beneficencias y la verdad, no me agrada para nada la idea.

—Y las cosas que tengo que hacer sr Leonardo? Porque tengo mucho trabajo pendiente!

—¡Déjamelo a mi! Veré que puedo hacer. En cuanto te respondan el anuncio, házmelo saber, estaré en mi oficina.

Leonardo salió hacia su oficina, frustrado y furioso. Eso de buscar una esposa por contrato le estaba resultando difícil y al principio no lo parecía. Pensó que iba a ser más fácil. La elegida no solo iba a recibir mucho dinero, también iba a disfrutar de su compañía y eso ya era demasiado.

Luego de enviar por enésima vez el bendito anuncio, Tina colapsó. Dejó todo y bajó a la recepción para hablar con su querida amiga Emilia. Quería relajarse un poco. Esto de buscarle una bella y sumisa esposa al CEO Leonardo era muy complicado y ya se le estaban agotando las energías.

—Emilia, el sr Leonardo me va a volver loca. Ya se le está acabando el tiempo para recuperar su herencia y aún no encontramos a la bellísima, sencilla, joven, sumisa, inteligente, cariñosa, dulce, tierna, amable, casta, pero muy seeeeexy y sensual mujer que se quiera casar con él, por la grandiosa suma de tres millones de dólares. Y no la encontramos. ¿Qué te parece?

—¡LA TENGO! ¡LA TENGO!

—¡No me digas que esa diosa eres tú! 😂 😂

—¡No soy yo! ¡Qué más quisiera!

—¿Entonces? ¡Habla por Dios!

—Cuando mencionaste todos esos atributos que debe tener la envidiada, futura y temporal esposa del sr Leonardo, la visualicé a ella. Ella tiene todo lo que ustedes están buscando. ¡Es perfecta!

—Y ¿Quién es ella? ¿Cómo se llama? ¿Dónde vive? ¡Emilia por favor! ¡DIMEEEE!

—Jajajajaja suéltame Tina. ¡Me vas a quebrar un hueso!

—¡HABLAAAAAA EMILIAAAAA!

—¡Cálmate! ¿Recuerdas que hace como seis meses aproximadamente, te llamé para ver si había una vacante disponible para una chica que vino a esta recepción a buscar empleo?

—Sí, sí la recuerdo perfectamente. Insististe tanto como si fuera una pariente tuya.

—¡Exactamente! Lo hice porque ella me cayó muy bien. Es hermosa, dulce, SENCILLA, SEXY y estaba muy necesitada del empleo pues su padre estaba gravemente enfermo. Le prometí que la llamaría si surgía alguna oportunidad.

—Y esa chica, no verá las redes sociales? ¿Te dejó su hoja de vida?

—Sí, toma. Ese día yo le saqué una copia.

—¡Oh por Dios! ¡Es hermosa! Precisamente como le gustan al sr Leonardo. Estoy segura que le va a encantar.

—¡LA ENCONTRAMOS EMILIA! Vamos a llamarla para que venga. Llámala tú. Dile que hay una vacante disponible para ella. Dile que venga inmediatamente. Que venga mañana mismo, dile que si no viene corre el riesgo de que otra obtenga el empleo.

—¡OK, voy!

📱Hola, buenos días. ¿Hablo con Anya?

📱Sí soy yo. ¿Quién eres?

📱Anya, hablas con Emily. La recepcionista que…

📱Ahh, sì. Te recuerdo. Prometiste llamarme si surgía una oportunidad de empleo para mí. ¿Hay esa oportunidad? Por favor, dime que sí….

📱Sí, sí hay una oportunidad, pero debes presentarte aquí mañana mismo. ¡Es urgente! Acá te explicarán de qué se trata. Te espero a las ocho y media, por favor no falles.

📱¡Noooo! ¿Cómo crees? Mañana a primera estoy allí. Gracias por acordarte de mi Emilia.

—Listo Tina. Mañana tendrás aquí a la futura esposa del sr Leonardo. ¡Quién lo diría! Jajajajajajaja ¡Ninguno de los dos quiere casarse! Eso fue lo que ella dijo precisamente ese día cuando vio al sr Leonardo.

—Ay no Emilia. ¡No me quites la esperanza de haberla hallado por favor! Voy volando a contarle al sr Leonardo. Si todo resulta bien, haré que te aumenten el sueldo.

Iban a ser las doce del medio día cuando Tina tocó la puerta de la oficina de Leonardo. —¿Puedo pasar jefe? Le traigo excelentes noticias.

—Pasa Tina, estaba por salir. Espero realmente sean buenas noticias. ¿Encontraste a mi esposa?

—Esa respuesta, sólo la puede dar usted mismo. Para mi, es lo que estábamos buscando: La candidata perfecta. Como usted la quería. Está mandadita a hacer a su gusto. Obsérvela con sus propios ojos.

Leonardo le arrebató de las manos la hoja a Tina. El aliento se le fue.

—¡Tina! Esta es la fotografía de la chica más hermosa que he visto en mi vida. Y he visto tantas. Ella tiene un rostro angelical, tierno e inocente, pero a la vez tiene unos ojos matadores.

— Su mirada refleja pasión y seducción. Parece como salida de la novela "Las mil y una noches". Ella es la viva imagen de la mujer misteriosa y ardiente que enloquece a todos cuando la ves caminar insinuante hacia ti.

—Sin ver el resto de su cuerpo, percibo que toda ella es una dulce tentación en persona. ¡Y ese cabello! Es suave y brillante. Ahora me doy cuenta que prefiero el cabello negro y no el rubio. ¡La amo Tina! ¡Estoy enamorado por primera vez!

Leonardo embelesado dejó de ver el rostro de Anya y empezó a leer sus datos.

—Anya tiene veinticuatro años, carrera de economía trunca, dirige una veterinaria, le gusta la danza. ¡La mujer perfecta! Cada vez me enamoro más. TINA. ¡Ya quiero verla en persona! Ella es la elegida.

Leonardo acerca la hoja de vida de Anya a su boca y la besa entrecerrando sus ojos. Ummm ¡Anya, eres deliciosa!

—Una mujer así es la que merece ser tomada de mi brazo como mi esposa. Esta experiencia que viviremos juntos nos cambiará para siempre la vida a los dos: Yo recupero mi herencia y ella recibe tres millones de dólares para que se los gaste como mejor le parezca.

—Tina, ¡No busques más! La hemos hallado. Anya será mi futura esposa. Dime todo lo que sabes. ¿Cómo la hallaste? ¿Por qué tienes su hoja de vida? ¿Ella no respondió al anuncio? ¿Y las otras fotos? ¿Quién es este ángel perverso? Y la pregunta más importante: ¿PARA CUÁNDO LA CITASTE? ¡Estoy ansioso por verla ya! ¡Habla Tina!

—Sr Leonardo, usted no me ha dejado hablar, son muchas preguntas a la vez. Por favor déjeme explicarle. ¿Nos podemos sentar?

—Sí, si, si. Siéntate. Habla.

Leonardo se acomodó en su escritorio a la espera del relato de Tina, manteniendo entre sus manos la hoja de vida de Anya. No podía dejar de ver esos hermosos ojos verdes que lo hacían suspirar.

—Pues bien sr Leonardo, hace unos meses atrás, vino esta chica a pedir empleo a esta empresa. Emilia me llamó para ver si había alguna oportunidad pero desafortunadamente en ese momento no había ninguna vacante.

—Emilia me suplicó revisar con cuidado pues la chica le cayó muy bien. Según ella, tiene todos los atributos de la mujer que estamos buscando: “Linda, sexy, tierna, educada, bien preparada… “ etc, etc.

—Y ¿por qué tú no me dijiste nada?

—¡Yo nunca la vi! En cambio parece que ustedes dos sí se cruzaron ese día en la recepción…

—Nooooooo. Ahora que lo recuerdo, una mañana al llegar junto con Diego, vi en la recepción una mujer que llamó mi atención. Ella al verme bajó la vista y siguió leyendo la revista que tenía entre sus manos.

—Tina, ella es hermosa. Sígueme contando.

—Eso es todo, sr Leonardo. Emilia la acaba de llamar y ella estuvo de acuerdo en estar aquí mañana a las ocho y media.

Leonardo se levantó de su silla muy agitado, guardó de nuevo con cuidado la hoja de vida de Anya en su bolsillo y le apretó fuertemente la mano a Tina. Sin soltarla agregó:

—Tina, si Anya acepta ser mi esposa por dos años, habrá aumento de sueldo para todo el mundo.

—Tendrá que cumplirlo sr Leonardo, porque eso mismo le prometí a Emilia si Anya da el SI ACEPTO jajajajajajaja😂😂😂😂

.